"Nuestro salario en Brasil era bajo, pero era mejor que en Cuba": la reacción de médicos cubanos
Brasil pagaba US$3.000 mensuales al gobierno de La Habana por cada médico cubano que colaboraba con la misión Más Médicos.
De ese salario, los profesionales recibían solo el 25%, apenas unos US$750.
Para muchos se trataba de "trabajo semiesclavo", pero incluso de esa manera los médicos entrevistados por BBC Mundo aseguran que la abrupta decisión del gobierno cubano de retirarlos de la misión no los deja nada satisfechos.
"El salario que nos pagaban era bajo, pero era más que en Cuba", dice uno de estos profesionales.
No es sencillo encontrar diversidad de opiniones entre los afectados: muchos no quieren pronunciarse públicamente.
Lo que es seguro es que, antes de que comience 2019, los más de 8.000 médicos cubanos que cumplían misión internacionalista en Brasil deberán estar de regreso en la isla.
A mediados de noviembre, el presidente electo de Brasil, el ultraderechista Jair Bolsonaro, exigió al gobierno cubano tres puntos para continuar con la misión Más Médicos, a la que Cuba se unió en 2013 bajo el mandato de la entonces presidenta Dilma Ruseff:
- Los médicos cubanos debían revalidar sus diplomas para probar sus capacidades profesionales.
- El gobierno de La Habana debía pagarle a los colaboradores el total de su salario (quienes solo recibían el 25%)
- Cuba debía permitir que los médicos pudieran llevar a sus familiares inmediatos a Brasil hasta el final de la misión.
Sin embargo, el gobierno cubano dijo que las nuevas condiciones eran "inaceptables" y, en respuesta, anunció la retirada de sus profesionales a través del Ministerio de Salud Pública.
Descontento
Lo que ha seguido es una ola de descontento e inseguridad para muchos de los médicos cubanos implicados.
Algunos denunciaron en redes sociales que el poco tiempo que tendrán para preparar su viaje de regreso les hará imposible llevarse los efectos personales que adquirieron durante su tiempo en la misión, algo de extrema importancia para quienes también van a las misiones "en búsqueda de una mejor vida".
Otros, que habían adquirido algunos equipos profesionales a través de programas de préstamos, no cuentan con el dinero para pagarle sus deudas a Brasil en el corto tiempo que les queda por permanecer en el país.
"Cuántas noches lejos de mi hija para darle un futuro mejor", lamenta una de las afectadas en redes. "Cuanto sacrificio por gusto".
Un joven galeno de 30 años que se unió a la misión en junio de 2017 cuenta a BBC Mundo que tanto él como sus compañeros más cercanos "lloraron afligidos y descontentos" cuando supieron las noticias.
Muchos de ellos esperaban ahorrar para resolver problemas como el acceso a una vivienda en Cuba, cuyo alto déficit habitacional es uno de los mayores problemas entre la población.
"En medio de esta guerra política entre Brasil y Cuba los más afectados han sido los médicos", dice el doctor, quien ha preferido mantenerse en el anonimato por temor a represalias.
"El salario que nos pagaban era bajo, pero era más que en Cuba", agrega.
El sueldo mensual de un médico en la isla oscila entre los US$25 y los US$40.
Altruismo
Lo cierto es que el saldo de la abrupta decisión del gobierno cubano también traerá pérdidas millonarias al propio gobierno de La Habana.
Desde que Fidel Castro asumió el poder en 1959, Cuba envió profesionales de todas las áreas a cumplir misiones internacionalistas en decenas de países de América y también en Europa, Asia y África.
Algunas de estas misiones se han convertido en verdaderos estandartes de la economía cubana, llegando a generar en la actualidad más ingresos que industrias como el tabaco, el azúcar o el níquel.
Según la Organización Mundial del Comercio, las brigadas médicas representan ganancias de US$11.000 millones. La interrupción de Más Médicos le costará a la isla pérdidas de US$332 millones.
Pero ¿cuál es el principal motivo que impulsa a los colaboradores cubanos a participar en el programa?
"Muchos de los médicos sí llevamos esos valores de altruismo. Por eso nos quedamos consternados con la decisión", dice Alioski Ramires, un médico de 37 años que abandonó la misión en 2017.
"El que mostró no ser altruista fue el gobierno de Cuba", dice el médico refiriéndose a la masiva retirada, que dejará a Brasil con un faltante de profesionales de la salud en cerca de 1.600 municipios donde los cubanos trabajaban.
Los colaboradores cubanos en Más Médicos representan más de la mitad de los 16.000 profesionales que forman parte de este programa.
Para otros colaboradores, en cambio, las misiones como Más Médicos se tratan estrictamente de una salida a las dificultades económicas de Cuba.
"Todo el mundo está en la lucha o lo hace para emigrar", dice Eisara Estévez, una médico de 38 años que estuvo con el programa desde 2013 hasta 2016, cuando se vio "forzada" a abandonar la misión luego de recibir presión por parte de los coordinadores para que renovara su contrato por tres años más.
"Vine a la misión por la miseria. Yo tenía un niño de dos años y una abuela que vivía conmigo. Tenía que vender helados en la calle", cuenta la doctora Estévez.
¿Qué harán los médicos?
Bolsonaro se refirió a la delegación de médicos cubanos en Brasil como víctimas de "esclavitud moderna" y, poco después de conocerse que La Habana se retiraría de la misión, anunció que daría a los médicos que lo desearan la posibilidad de optar por el asilo político en territorio brasileño.
Los profesionales cubanos que cumplen misión en el extranjero son considerados "desertores" y se les prohíbe la entrada a Cuba en un período de ocho años.
Para muchos, ahora la pregunta es: ¿qué harán los médicos?
Esta es una interrogante compleja, aunque algunos de los que ya han desertado dicen mantener contacto con sus colegas en activo y piensan que sí habrá bajas.
Varios de los colaboradores entrevistados por BBC Mundo se negaron a ser citados en este reporte, alegando temor de sufrir represalias del gobierno. Algunos se mostraron esquivos ante la pregunta de si consideraban o no regresar a Cuba.
Eva María Arzuaga, una Médico General Integral de 44 años que estuvo en Más Médicos desde 2014 hasta 2017, cuando decidió abandonar la misión luego de conseguir sacar a sus hijos de Cuba, resume su opinión en una frase.
"El miedo caló en muchos de nosotros y es difícil pasar por encima de la adoctrinación", afirma.