No racista o antirracista: la crucial diferencia de posturas ante la discriminación racial
Ser una persona no racista y ser antirracista pueden parecer dos cosas aceptables para la mayoría, pero hay una gran diferencia entre ambas actitudes.
Imagina que acabas de presenciar a alguien que conoces decir algo racista. Si no eres racista, no estarás de acuerdo con esa persona. La pregunta es ¿la confrontarías?
"Los no racistas tienden a ser espectadores", dice John Amaechi, un psicólogo y escritor que también es exjugador de la NBA, la liga de baloncesto profesional de EE.UU.
"No dirán ni harán nada en ese momento. No quieren enturbiar las aguas".
En cambio un antirracista hablará, como le dice Amaechi a la BBC, porque "se aseguran de nunca perder la oportunidad de hacer saber al mundo cuál es su posición, incluso si no pueden cambiar todo".
La distinción entre no racista y antirracista se remonta a varias décadas atrás, pero ha resurgido en el contexto de las protestas del movimiento Black Lives Matter, que en principio exigían el fin de la brutalidad policial contra los afroestadounidenses y que ahora se ha convertido en un movimiento global.
Pero ¿cómo se puede ser antirracista? Primero, vale la pena considerar qué es el racismo.
¿Qué es el racismo?
Dismantling Racism Works (dRworks), una organización que enseña activismo social en Estados Unidos, argumenta que el racismo es diferente del prejuicio racial, del odio o de la discriminación.
Explica que el racismo tiene tres dimensiones: una cultural, una institucional y una individual.
Entonces, el racismo no se trata simplemente de si nuestras acciones personales se basan en prejuicios raciales.
Un ejemplo de racismo cultural es que las creencias, los valores y las normas de las personas blancas sean considerados la norma válida y las de las personas afrodescendientes sean considerandas inválidas.
Cuando las instituciones perpetúan esas ventajas, eso es racismo institucional, dice dRworks.
¿Qué es el antirracismo?
La idea del antirracismo tiene sus orígenes en la lucha de Angela Davis, una activista negra que dijo una vez: "En una sociedad racista, no es suficiente ser no racista. Debemos ser antirracistas".
Malini Ranganathan, del Centro de Investigación y Políticas Antirracistas de la Universidad Americana, dice que "ser antirracista es una posición activa en la que las personas reconocen su propio privilegio".
Esas personas se comprometen a luchar por un "cambio transformador" de las políticas, las leyes y los sistemas económicos que perpetúan el racismo.
La doctora Beverly Tatum, autora de obras clásicas sobre la psicología del racismo, compara las sociedades racistas con una cinta transportadora que opera dentro de sus propias prácticas, comportamientos y mensajes culturales.
"Te dejas llevar por fuerzas que no están necesariamente bajo tu control, pero estás participando en el proceso", dice Tatum a la BBC.
Otros verán el sistema como racista y se mantendrán al margen, esas son personas no racistas.
"Puede que no estén prestando atención, pero aun así se dejan llevar de manera pasiva. Incluso si te das la vuelta y te quedas quieto, todavía estás viajando en la misma dirección", sostiene Tatum.
"La única persona que puede interrumpir este proceso es la persona que camina activamente en la dirección opuesta. No se puede ser pasivamente antirracista. Requiere acción. Esas son las opciones".
"Para ser antirracista debes hablar"
Lo más importante sobre los antirracistas es que no permanecen en silencio frente al racismo.
"Lo que puedes hacer es asegurarte de que donde que vayas, la gente sepa dónde estás parado. Que sepan que eres un antirracista. Así te conviertes en un faro de luz", dice Amaechi.
Por su parte, Tatum dice que "todos tenemos una esfera de influencia" y se puede usar en este tema.
Y tiene este consejo: "Alza la voz cuando tu familia o amigos usen un lenguaje racista o cuenten chistes o se comporten de manera discriminatoria hacia los demás".
"Si eres maestro, ayuda a tus alumnos a pensar críticamente sobre el racismo. Si eres padre, habla con tus hijos sobre la igualdad racial: los niños comienzan a apropiarse de mensajes sobre la jerarquía racial desde los 3 o 4 años", continúa.
"Si eres un sacerdote, usa el púlpito para hablar sobre los males del racismo y la necesidad de detenerlo. Si eres un agente de bienes raíces, asegúrate de no encasillar a tus clientes en barrios segregados".
Edúcate tú mismo
No puedes interrumpir el proceso a menos que la educación sea parte de ello, dice Tadum.
Recientemente, activistas y expertos en redes sociales han compartido una gran cantidad de listas de libros y publicaciones antirracistas, así como recursos en línea.
En los libros más vendidos de no ficción en EE.UU., rara vez han estado tantos libros que tratan sobre el racismo, entre ellos "Cómo ser un antirracista", del historiador Ibram X Kendi, y "Fragilidad blanca", del educador sobre justicia social Robin DiAngelo.
Del doctor Tatum, "Por qué todos los niños negros se sientan juntos en la cafetería y otras conversaciones sobre la raza", de 1997, se encuentra entre ellos.
"Eso te dice que algo está sucediendo. Al menos, las personas están tratando de informarse", opina.
"Creo que muchas personas aún luchan con la imagen de sí mismo, pero la mayoría de los blancos pueden reconocer que nunca estarán bajo las rodillas de un oficial de policía como George Floyd".
Escucha a las víctimas del racismo
Hilary Moore, autora de varios libros sobre racismo y parte del equipo de liderazgo de Showing Up for Racial Justice (SURJ), dice que las personas que reconocen su privilegio también deben escuchar con más atención a las víctimas del racismo.
"Detén tus propios miedos por un momento, escucha a las personas que son atacadas por el racismo e imagina el mundo que desean", dice Moore a la BBC.
"Sus demandas son en realidad sobre buena educación, vivienda social o atención médica", señala.
SURJ trabaja para involucrar a los blancos en la lucha contra el racismo, pues se describe como parte de un movimiento multirracial contra la supremacía blanca.
Moore dice que las personas privilegiadas a menudo no se ven a sí mismas como parte del problema, "pero en última instancia, eso elimina nuestra capacidad de vernos a nosotros mismos como parte de la solución".
"Queremos cambiar la idea de que los blancos están ayudando. Estamos haciendo esto por nuestra propia capacidad de vivir en un mundo sano", señala Moore.
No lo hagas solo
La autora también sostiene que las personas pueden hacer que su voz contra el racismo sea más fuerte uniéndose a otros, ya sea en protestas o en una organización.
"Necesitamos más que acciones individuales y es a través de organizaciones que podemos pensar colectivamente", explica. "Busca una comunidad antirracista que fomente el antirracismo cotidiano".
El profesor Ranganathan también señala que es "de vital importancia" para los grupos privilegiados entablar conversaciones "incómodas y difíciles" sobre el racismo.
También señala que las tensiones raciales van más allá de EE.UU. y no solo se aplican a las personas blancas o negras.
En India, las personas de clase o castas altas, por ejemplo, "son prestos a condenar el racismo contra los negros en Estados Unidos, pero no están dispuestos a aceptar la realidad de su privilegio de casta", argumenta.
La solidaridad internacional puede generar olas de cambio antirracista, considera.
En los últimos años, el movimiento "fallist" derribó símbolos de la era del Apartheid en Sudáfrica, mucho antes de que las estatuas que celebraban el colonialismo fueran derribadas en Estados Unidos, Reino Unido, Bélgica y Francia en el contexto de las protestas más recientes.
Al igual que Black Lives Matter se ha convertido en una "convocatoria mundialmente reconocida", dice, las voces en el extranjero agudizaron las llamadas en Estados Unidos e incitaron al movimiento antirracismo en muchos países.