Marcharon con antorchas por el campus de una universidad mientras gritaban una y otra vez: "No nos reemplazarán".
Cientos de personas que se definen como "nacionalistas blancos" protestaron el viernes en la Universidad de Virginia, Estados Unidos, en contra de la próxima remoción de una estatua de un general confederado de la guerra civil.
La manifestación se llevó a cabo en la ciudad de Charlottesville, que este sábado ha sido el escenario de enfrentamientos violentos entre los ultranacionalistas y grupos que se oponen a ellos, como "Black Lives Matter", una organización contra el racismo.
Los mismos que marcharon el viernes se preparan para concentrarse en una gran manifestación que tendrá lugar el sábado en la misma ciudad. Le llamaron "Unite the Right" (Derecha Unida).
Las autoridades declararon el estado de emergencia en Charlottesville y el presidente estadounidense, Donald Trump, condenó la iniciativa en su cuenta de Twitter.
"TODOS debemos estar unidos y condenar el odio. No hay lugar para este tipo de violencia en Estados Unidos. ¡Unámonos como uno solo!", dijo.
Por su parte, el alcalde de la ciudad, Michael Signer, dijo tras ver la marcha de las antorchas que se trataba de un evento "racista".
Comandante de las fuerzas proesclavistas
Los manifestantes señalaron su molestia por los planes de retirar una estatua del general Robert E. Lee del centro de Charlottesville.
Lee fue el comandante de las fuerzas proesclavistas de la Confederación del Sur durante la guerra civil estadounidense.
Uno de los organizadores de la marcha, Jason Kessler y que había acusado a la localidad de "odiar a los blancos", describió el evento como "un increíble momento para la gente blanca que vive acá y que no irá nunca más".
Las personas que asistieron a la movilización llevaron antorchas, que algunos analistas y observadores describieron como una referencia al grupo extremista blanco Ku Klux Klan.
También cantaron consignas que decían "sangre y tierra" y "una persona, una nación, fin de la inmigración".
La marcha se encontró de frente con otro grupo de personas que oponía a la movilización y quienes habían rodeado la universidad llevando una pancarta que decía "Estudiantes en contra de la Supremacía Blanca".
Críticas
Uno de los estudiantes que estaba en la marcha y que pidió no ser identificado señaló: "Nunca pensé que tendría que ver esto en Estados Unidos en toda mi vida".
Pero no solo fueron los estudiantes. Políticos y residentes de la zona criticaron la marcha.
"Es una exhibición cobarde de odio, racismo e intolerancia", dijo el alcalde Signer.
"Todo el mundo tiene el derecho en Estados Unidos de expresar su opinión de manera pacífica, así que esta es mi opinión: no solo como alcalde de Charlottesville, sino como egresado de la Universidad de Virginia, estoy más que asqueado, por la intimidación visual en un campus universitario", agrego.
Charlottesville es considerada una ciudad liberal y universitaria y cerca del 86% de los residentes votó por Hillary Clinton en las pasadas elecciones presidenciales.
Sin embargo, la localidad se ha convertido en un punto estratégico para los nacionalistas blancos después de la decisión de remover la estatua del general Lee.
Para algunos analistas, la elección de Donald Trump como presidente de EE.UU., reavivó a la extrema derecha en el país.
El Southern Poverty Law Center (SPL, por su sigla en inglés), una organización pro derechos civiles, dijo que "la candidatura de Trump electrizó a la derecha radical, que vio en él a un líder, a un campeón de la idea de que EE.UU. es un país fundamentalmente blanco".