Irán anunció que ya no respetará ninguno de los límites establecidos en un histórico acuerdo nuclear que firmó con las principales potencias mundiales en 2015.
El anuncio se realizó tras el asesinato del principal comandante militar del país, Qasem Soleimani, por parte de Estados Unidos, el viernes.
No obstante, Teherán aclaró que no ha abandonado formalmente el acuerdo nuclear, conocido como Plan Conjunto de Acción Comprehensiva (JCPOA, por sus siglas en inglés), y que cumplirá con los términos del pacto si las otras naciones involucradas también acuerdan volver a hacerlo.
El gobierno de Donald Trump retiró a EE.UU. del JCPOA en mayo de 2018 y volvió a aplicar sanciones contra ese país, pero los otros firmantes -Rusia, China, Reino Unido, Francia y Alemania- se mantuvieron dentro del acuerdo, a pesar de varias violaciones cometidas por Irán en el último año.
En su anuncio más reciente, el gobierno iraní dijo que continuará permitiendo que los inspectores del organismo de control nuclear de Naciones Unidas, el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), supervisen sus actividades.
Pero ya no restringirá la cantidad de material nuclear que produce, ni el nivel de enriquecimiento de ese material y "de ahora en adelante procederá con base en sus requisitos técnicos".
En BBC Mundo repasamos en 6 puntos el acuerdo, qué impacto tuvo y qué podría pasar ahora.
1. Cómo surgió el acuerdo nuclear
En 2015, Irán firmó un acuerdo a largo plazo sobre su programa nuclear con un grupo de potencias mundiales conocido como el P5 + 1: Estados Unidos, Reino Unido, Francia, China, Rusia y Alemania.
Se produjo después de años de tensión por los supuestos esfuerzos de Irán para desarrollar un arma nuclear.
Irán siempre insistió en que su programa nuclear era completamente pacífico, pero la comunidad internacional no le creía.
Con la firma del JCPOA, Teherán acordó limitar sus actividades nucleares sensibles y permitir el ingreso de los inspectores internacionales, a cambio del levantamiento de sanciones económicas que estaban paralizando su economía.
2. Cuándo empezó a desmoronarse el acuerdo
El presidente de EE.UU., Donald Trump, abandonó el acuerdo en mayo de 2018 y restableció las sanciones estadounidenses contra Irán.
Trump reclamó un nuevo acuerdo que también frenara el programa de misiles balísticos iraní y la participación de Teherán en conflictos regionales.
Se cree que todos los demás signatarios -Reino Unido, Francia, Rusia, China, Alemania y la UE-, querían continuar con el acuerdo.
Irán se negó a negociar un nuevo acuerdo y ha sufrido fuertemente por el impacto de las sanciones, que llevaron a que se desplome el valor de su moneda y se dispare su tasa de inflación.
Cuando Washington endureció sus sanciones un año más tarde, en mayo de 2019, Irán dejó de cumplir algunos compromisos del acuerdo.
3. Qué limitaciones impone el acuerdo a Irán
Estos son los principales detalles que acordó Teherán en 2015, con la firma del JCPOA:
- URANIO ENRIQUECIDO
El uranio de bajo grado puede ser utilizado para producir combustible para plantas de energía nuclear. Pero enriquecido, puede servir para la producción de armas nucleares.
Irán tiene dos instalaciones de enriquecimiento de uranio: Natanz y Fordo.
Con el acuerdo, aceptó no enriquecer uranio en Fordo hasta 2031 y utilizar la planta de Natanz para investigación y desarrollo únicamente hasta 2024.
También redujo drásticamente las casi 20.000 centrífugas que tenía en esas dos instalaciones.
Y se comprometió a reducir sus reservas de uranio en un 98%, hasta los 300 kilogramos, y a mantener su nivel de enriquecimiento en un 3,67% (las armas nucleares requieren un enriquecimiento del 90%).
- PLUTONIO
Irán había estado construyendo una instalación nuclear de agua pesada cerca de la ciudad de Arak. El combustible usado en un reactor de agua pesada contiene plutonio, que se puede utilizar para una bomba nuclear.
En un acuerdo nuclear interino, pactado en 2013, Irán había accedido a no poner en funcionamiento el reactor ni alimentarlo con combustible.
Con la firma del JCPOA aceptó rediseñar el reactor para que no pudiera producir plutonio apto para fabricar armas nucleares.
También acordó no construir más reactores de agua pesada ni acumular excesos de agua pesada hasta 2031.
Ese era uno de los principales cuestionamientos de Trump, quien no aceptaba poner plazos de tiempo en la limitación de las actividades nucleares de Irán.
- INSPECTORES
Cuando el acuerdo fue firmado, el presidente de EE.UU. en aquel momento, Barack Obama, expresó confianza en que el JCPOA evitaría que Irán desarrolle un programa nuclear clandestino.
Dijo que ese país se había comprometido a cumplir un régimen "extraordinario y robusto de monitoreo, verificación e inspección".
Inspectores del OIEA monitorean continuamente las instalaciones nucleares declaradas por Irán y también se aseguran de que ningún material fisible esté siendo trasladado encubiertamente a sitios secretos para construir una bomba.
El gobierno de Teherán también acordó permitir el acceso de los inspectores a cualquier sitio en el país del que tengan sospechas.
El gobierno de Trump consideró que esto no era suficiente y exigía que Teherán permitiera la entrada inmediata de inspectores a todos los sitios que solicite el OIEA.
4. Cuán cerca estaba Irán de tener una bomba nuclear
Antes de julio de 2015, Irán tenía grandes reservas de uranio enriquecido y con sus casi 20.000 centrífugas podía crear entre ocho y 10 bombas, según las agencias de inteligencia de EE.UU.
Los expertos estadounidenses estimaban que si el país quería construir una bomba nuclear le tomaría dos o tres meses producir suficiente uranio enriquecido al 90% para lograr ese objetivo, lo que se conoce como el "tiempo de estallido".
El gobierno de Obama decía que el JCPOA estiraba el tiempo de estallido a un año o más.
Irán accedió además a no participar en actividades, incluyendo investigación y desarrollo, que pudieran contribuir a la producción de una bomba nuclear.
En diciembre de 2015, la OIEA decidió dejar de investigar las posibles dimensiones militares del programa nuclear iraní.
El director general de la agencia, Yukiya Amano, dijo que un informe concluyó que a partir de 2009 ya no había "indicios creíbles" de desarrollo de armas.
Irán también acordó mantener el embargo de armas de la ONU al país por hasta cinco años, aunque los plazos podían acortarse si el OIEA estuviera convencido de que su programa nuclear era completamente pacífico.
Una prohibición de la ONU sobre la importación de tecnología de misiles balísticos también permanecería vigente por hasta ocho años.
Pero Trump pedía mayores garantías para asegurar que Irán "ni siquiera llegue a estar cerca de poseer un arma nuclear".
5. El efecto de las sanciones
Las sanciones previamente impuestas por la ONU, EE.UU. y la UE en un intento de obligar a Irán a detener el enriquecimiento de uranio paralizaron su economía, lo que le costó al país más de US$160 mil millones en ingresos petroleros solo entre 2012 y 2016.
Con la firma del JCPOA, Teherán tuvo acceso a más de US$100.000 millones en activos congelados en el extranjero y pudo reanudar la venta de petróleo en los mercados internacionales y utilizar el sistema financiero mundial para el comercio.
Sin embargo, luego de que EE.UU. abandonó el acuerdo en 2018 y restableció las sanciones contra Irán y los estados que comercian con él, la economía iraní volvió a frenarse.
El valor de su moneda alcanzó mínimos históricos y se cuadruplicó su tasa de inflación anual, alejando a los inversores extranjeros y desencadenando protestas en el país.
Reino Unido, Alemania y Francia, que se oponen a las sanciones, han establecido un mecanismo de pago alternativo destinado a ayudar a las empresas internacionales a comerciar con Irán, sin enfrentar sanciones estadounidenses.
Pero en mayo de 2019, Irán suspendió los compromisos contemplados en ese acuerdo y otorgó a los demás signatarios del JCPOA un plazo de 60 días para protegerlo de las sanciones de Washington; de lo contrario, dijo, reanudaría la producción de uranio altamente enriquecido.
El OIEA dice que Irán ya ha aumentado la producción de uranio enriquecido, pero no se sabe cuánto.
6. Qué podría pasar ahora
Según el corresponsal de asuntos diplomáticos de la BBC, Jonathan Marcus, el acuerdo nuclear de 2015 estaba "en soporte vital" desde que la administración Trump lo abandonó en mayo de 2018 y ahora podría estar en su agonía final.
Marcus señala que sin bien el JCPOA no era un "acuerdo perfecto", sí estaba funcionando, al menos según los inspectores del OIEA que confirmaban que Irán estaba cumpliendo con su parte del acuerdo.
"El objetivo principal del acuerdo de 2015 era hacer que el 'tiempo de estallido' fuera suficiente para garantizar que cualquier actividad relacionada con el uso militar fuera detectada a tiempo para que se tomaran medidas internacionales", afirma.
La gran pregunta ahora es qué hará Irán.
¿Aumentará su nivel de enriquecimiento de uranio al 20%? Esto reduciría significativamente el tiempo que le llevaría obtener material adecuado para una bomba.
¿Continuará acatando las medidas de inspección internacionales?
Entretanto, la otra incógnita es cómo seguirá la relación entre EE.UU. y el resto de las potencias que firmaron el acuerdo y están conmocionadas por la controvertida decisión de Trump de matar al jefe de la Fuerza Quds de Irán.
Y cómo reaccionarán los otros signatarios al anuncio de Irán de romper las limitaciones impuestas por el JCPOA.
"Nadie más que el presidente Trump quiere declarar muerto el acuerdo. Una vez que deje de existir (...) los europeos tendrán que decidir si renuevan las sanciones" contra Teherán, afirma Marcus.
"Aceptar la desaparición del acuerdo podría empeorar aún más la situación, e Irán claramente considera que vale la pena aferrarse al pacto vacío, aunque sea para diferenciarse de Washington.