El presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador, anunció este domingo que planea recortar su salario en 60% cuando asuma el cargo el próximo mes de diciembre.
Esta declaración de intenciones supondrá que el candidato de izquierda recibirá un salario equivalente a cerca de US$5.707 al mes. Ningún otro funcionario público podrá ganar más que él.
López Obrador dijo que Los Pinos, la residencia presidencial oficial, será convertida en un centro cultural.
Pero el político mexicano no es el primer líder en anunciar que iba a reducirse el salario.
Es un gesto utilizado a menudo para demostrar que el líder de un país está en contacto con la gente, poniendo distancia entre ellos y la élite, dice el profesor Philipp Koeker, de la universidad alemana de Leibniz, en Hannover, que estudió los salarios de los presidentes de Europa.
Una tarea difícil
No siempre es fácil saber los ingresos totales de un mandatario. Los viáticos y los gastos significan que puede haber diferencias entre el salario oficial y lo que el primer ministro, o presidente, gana en realidad.
Pero todavía hay brechas importantes en los salarios básicos de los líderes de todo el mundo.
Al primer ministro de Singapur, Lee Hsien Loong, se le atribuye el primer lugar en la lista de los mejor pagados: gana más de US$2.000.000 al año. Esa cantidad es similar a los salarios más altos en el sector privado de su país.
La primera ministra británica, Theresa May, gana alrededor de US$197.399 al año, menos que la canciller alemana, Angela Merkel, que ingresa cerca de US$263.199, mientras que el presidente chino, Xi Jinping, solo recibe US$22.000 al año.
¿Quiénes se han bajado su salario?
José Mujica, presidente de Uruguay hasta 2015, fue calificado como el presidente más pobre del mundo al renunciar al 90% de su salario mensual, que era alrededor de US$9.869.
Aunque muchos líderes dejaron de recibir parte de sus ingresos en los últimos años, también disfrutaron de beneficios exclusivos de su trabajo.
Sin embargo, el expresidente Mujica conducía un viejo Volkswagen escarabajo y eligió vivir en una vieja casa de campo en lugar de en la residencia presidencial.
También en América Latina, el presidente de Bolivia, Evo Morales, redujo su salario a alrededor de US$1.316 al mes cuando asumió el poder en 2005.
En 2015, la entonces presidente de Brasil, Dilma Rousseff, en el punto de mira por problemas económicos generalizados en el país, ordenó recortes masivos a empleados del gobierno y una reducción del 10% de su propio salario por un monto de US$90.000 al año.
En Rusia, en medio de los crecientes precios de la alimentación y las sanciones impuestas por Occidente en 2015, se anunció un recorte del 10% en los sueldos del presidente, Vladimir Putin, y su personal.
Putin declaró ingresos de cerca de US$297.999 en 2017. Más de la mitad de esedinero provino de la venta de una propiedad en Moscú.
El nuevo presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, dijo por su parte que tiene la intención de reducir su salario a la mitad. Esto implica que alrededor de US$131.599 serán destinados a la Fundación Nelson Mandela.
En Nigeria, antes de que Muhammadu Buhari y su vicepresidente acordaran un recorte salarial de 50% al comienzo de su mandato en 2015, el salario de los presidentes en el país era de US$70.000 al año.
En la década de 1980, el expresidente de Burkina Faso, Thomas Sankara, recibía un salario mensual de US$450 y prohibió el uso de automóviles con chófer y boletos de avión de primera clase para sus ministros, según The Guardian.
¿Qué presidentes no tienen salario?
Andrej Kiska, actual presidente de Eslovaquia, entró en política siendo un hombre rico. Por ello, decidió donar todo su salario a una organización benéfica.
En 2013, el presidente recibió un salario mensual de más de US$9.000, el más alto en Europa central y oriental en ese momento, según un análisis del profesor Philipp Koeker.
Por su parte, Donald Trump siguió los pasos de otros presidentes de Estados Unidos al donar la mayor parte de su salario a organizaciones benéficas, por lo que solo recibe US$1 al año.
Herbert Hoover y John F. Kennedy hicieron el mismo gesto simbólico. Oficialmente, los presidentes estadounidenses ganan alrededor de US$400.000 al año.
El exsecretario de prensa de la Casa Blanca, Sean Spicer, dijo a periodistas en 2017 que Trump quería la ayuda de los medios de comunicación para decidir a dónde debería donar su salario.