Un estudio sobre la historia de la selva amazónica concluyó que los pueblos indígenas vivieron allí durante milenios sin "causar pérdidas o alteraciones de especies detectables".
Un equipo de científicos que trabaja en Perú analizó distintas capas de suelo selvático en busca de evidencia fósil microscópica del impacto humano y descubrieron que los bosques no fueron "talados, cultivados o alterados significativamente en la prehistoria".
Los investigadores publicaron sus resultados en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences esta semana.
Debate sobre el impacto humano
La doctora Dolores Piperno, del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales en Balboa, Panamá, que dirigió el estudio, dijo que la evidencia podría contribuir a la conservación moderna, ya que revela cómo las personas pueden vivir en la Amazonía y preservar al mismo tiempo su increíblemente rica biodiversidad.
Los descubrimientos de la doctora Piperno también influyen en el debate actual sobre qué tanto los pueblos indígenas moldearon el vasto y diverso paisaje de la Amazonía.
Algunas investigaciones habían sugerido que el paisaje fue moldeado de manera activa e intensiva por los pueblos indígenas antes de la llegada de los europeos a América del Sur.
Estudios recientes incluso habían demostrado que las especies de árboles que ahora dominan la selva fueron plantadas por habitantes humanos prehistóricos.
La doctora Piperno le dijo a BBC News que los nuevos hallazgos aportan evidencias de que el uso de la selva tropical por parte de la población indígena "fue sostenible, sin causar pérdidas de especies detectables o alteraciones durante milenios".
Análisis del suelo
Para encontrar estas evidencias, Piperno y sus colegas llevaron a cabo una especie de arqueología botánica: excavaron y fecharon capas de suelo para construir una imagen de la historia de la selva tropical. Examinaron el suelo en tres lugares de la selva del noreste de Perú.
Los tres lugares estaban ubicados al menos a un kilómetro de los cursos de ríos y llanuras aluviales, conocidas como "zonas interfluviales". Estos bosques constituyen más del 90% de la superficie terrestre de la Amazonía, por lo que estudiarlos es clave para comprender la influencia indígena en el paisaje en su conjunto.
En cada capa de sedimento,buscaron fósiles de plantas microscópicas llamadas fitolitos, pequeños registros de lo que creció en el bosque durante miles de años.
"Encontramos muy pocas señales de modificación humana durante 5.000 años", dijo Piperno.
"Así que creo que ahora tenemos una gran cantidad de evidencia de que esos bosques lejanos a ríos estaban menos ocupados y menos modificados", añadió.
Evidencia a favor y en contra
La doctora Suzette Flantua de la Universidad de Bergen, en Noruega, es investigadora del proyecto Humans on Planet Earth (Hope, por sus siglas en inglés).
Flantua cree que este era un estudio importante para conocer la historia de la influencia humana sobre la biodiversidad en la Amazonía.
"Pero es como armar un rompecabezas de una magnitud ridícula donde estudios como este están construyendo lentamente evidencia que apoya o contradice la teoría de que la Amazonía de hoy es un gran bosque secundario después de miles de años de intervención humana", dijo. "Será fascinante ver qué lado termina con la evidencia más concluyente".
El equipo de Piperno dice que sus hallazgos también apuntan al valor del conocimiento indígena para ayudarnos a preservar la biodiversidad en la Amazonía, por ejemplo, al guiar la selección de las mejores especies para la replantación y restauración.
"Los pueblos indígenas tienen un conocimiento tremendo de su bosque y su medio ambiente", dijo Piperno, "y eso debe incluirse en nuestros planes de conservación".
La doctora Flantua dijo a BBC News: "Cuanto más esperemos, más probable es que se pierda ese conocimiento. Ahora es el momento de integrar el conocimiento y la evidencia, y de establecer un plan de gestión sostenible para la Amazonía".