Naomi Adamu era una de las mayores de la clase, tenía 24 años, cuando fue secuestrada en 2014 por el grupo islamista Boko Haram junto a más de 200 alumnas, la mayoría de ellas, cristianas.
Ocurrió en la localidad de Chibok, en Nigeria. Fueron llevadas al escondite que el grupo tenía en el bosque de Sambisa, al noreste del país.
Adamu, una de las liberadas en mayo, le contó a la periodista Adaobi Nwaubani cómo consiguió mantener en secreto un diario de sus tres años en cautiverio.
Durante su cautiverio, las jóvenes recibieron libros de ejercicios para las clases coránicas que les fueron impuestas. Pero algunas de ellas los usaron para escribir diarios secretos. Cuando los militantes se dieron cuenta, les hicieron quemar sus páginas.
Adamu logró esconder su libro. Ella y su amiga , Sarah Samuel, que ahora tiene 20 años, y otras tres jóvenes lo usaron para registrar algunas de sus experiencias. Las entradas, escritas en un inglés aceptable y un hausa (lengua nativa) deficiente, no tienen fecha y parecen remontarse a los primeros meses de su confinamiento.
Estas son 10 de sus revelaciones.
1) El secuestro no estaba dentro de los planes
El objetivo de los militantes que atacaron el 14 de abril de 2014 la escuela de Chibok era robar un "bloque de motor", según se puede leer en el diario.
No está claro qué pieza de maquinaria querían. Unas semanas antes, había habido obras en la escuela, así que podría tratarse de la máquina que se usa para moldear los bloques de cemento.
Esta también puede emplearse para construir armas toscas. Aunque también pueden haber estado detrás del bloque motor de un vehículo.
Pero como no lo encontraron, discutieron sobre qué hacer con las estudiantes que habían juntado en grupos. Tras considerar varias opciones, decidieron llevárselas.
"Empezaron a pelear entre ellos. Así que un chico pequeño dijo que debían quemarnos a todas pero ellos dijeron: 'No, hay que llevárnoslas a Zambia'. Otra persona dijo: 'No, eso no. Guiémoslas hasta las casas de sus padres'. Como estaban discutiendo, luego otro de ellos dijo: 'No, no puedo venir con un carro vacío y volver con un carro vacío... Si se las llevamos a [Abubakar] Shekau [el líder de Boko Haram], él sabrá qué hacer'".
2) Una soplona frustró un escape
Algunas jóvenes fueron subidas al vehículo de los militantes en la escuela, mientras que a la mayoría las hicieron caminar varios kilómetros a punta de fusil hasta la llegada de varios camiones, en los que fueron embarcadas.
¿Quién escribió los diarios?
Principales redactoras: Naomi Adamu y Sarah Samuel.
- Rhoda Peter, Saratu Ayuba y Margaret Yama hicieron pequeñas contribuciones.
- Cuatro de ellas fueron liberadas en mayo de 2017 tras negociaciones.
- Sarah Samuel aceptó casarse con un militante el año pasado y se encuentra en cautiverio.
En su camino al escondite de Boko Haram, cuando algunas de las alumnas empezaron a escapar saltando de los camiones, una de las muchachas secuestradas dio la voz de alerta a sus captores, tal vez por miedo a quedarse sola, por una propensión a obedecer a quien sea la autoridad o el deseo de estar acompañada en su desgracia.
"Entonces, una chica que estaba dentro del auto dijo: 'Conductor, algunas chicas están saltando para escapar'. Así que el chofer abrió la puerta del carro y las buscó con una antorcha, pero no encontró a nadie. Le dijo al resto que se quedaran donde estaban, que si saltaban otra vez, si las veían les dispararían".
3) Crueles engaños
Los militantes llegaron a fingir que los padres de las chicas también habían sido secuestradas.
En una ocasión, separaron a las cristianas de las musulmanas y amenazaron con quemar con gasolina a aquellas que no se convirtieran al islam.
"Luego se nos acercaron y dijeron: 'Para quienes sean musulmanas, ha llegado la hora de rezar'. Después de haber rezado, [dijeron]: 'Quienes sean musulmanas que se pongan a un lado y quienes sean cristianas, al otro".
"Después vimos un bidón en el auto así que pensamos que era gasolina. Nos dijeron: '¿Quién y cuántas de ustedes se convertirán en musulmanas?' Muchas de nosotras, por miedo, nos pusimos de pie y entramos... Así que [dijeron]: 'El resto, ¿quieren morir, es por eso que no quieren ser musulmanas? Las vamos a quemar...' Y nos dieron el bidón. Pero no contenía gasolina, sino agua".
4) Furia tras las acusaciones de violación
Algunas de las jóvenes de Chibok aseguraron en entrevistas que no sufrieron abusos sexuales ni fueron forzadas a casarse. Aunque algunas veces recibían latigazos como método de persuasión para casarse.
Algunas jóvenes también fueron tomadas como concubinas oficiales.
Los diarios muestran que los militantes se ponían furiosos ante las insinuaciones publicadas en los medios de comunicación de que las jóvenes estaban siendo violadas.
El líder del grupo, Abubakar Shekau, despotricó sobre este tema varias veces, la primera, en un mensaje grabado que fue reproducido ante las muchachas.
"En la noche, nos reunieron, nos sermonearon y nos pusieron un casete. Dijeron que el casete era de su líder, Abubakar Shekau.... Así que dijo que sólo porque nos habían secuestrado para enseñarnos la palabra de Dios, nuestros padres y el gobierno y la directora de la escuela estaban llorándoles y diciendo que nos estaban violando y haciendo cosas muy, muy malas... 'Las trajimos para enseñarles la palabra de Alá".
5) Hiyabs contra la tentación
Los militantes pidieron a las jóvenes que no los dejaran caer en la tentación, animándolas a cubrir sus cuerpos siempre con un hiyab.
"Abrió el Corán y empezó a leerlo. Luego leyó un pasaje que decía que quien fuera secuestrado durante la yihad, le pertenece a uno, que se puede hacer lo que se quiera con esa persona... Pero que si nos dieron un hiyab fue porque no querían ver nuestros cuerpos, que los harían pecar y hacer algo muy malo".
6) Propuestas matrimoniales
Eran frecuentes y enérgicas.
"Una chica quería ir a una habitación a recoger algo. Malam Ahmed [uno de los militantes] fue a su encuentro y le pidió que se casara con él. Ella le respondió: 'No.' Él le preguntó: '¿Entonces cuál es tu decisión sobre este matrimonio?'.
"Ella le dijo que no, que la habían secuestrado de la escuela secundaria del gobierno en Chibok y que la habían traído a Sambisa y que ahora le hablaban de matrimonio. ¿Cómo iba a casarse si, después de todo, su madre, su padre, sus tías y el resto de sus compañeras ni siquiera lo sabían? Así que le preguntó si no estaba bien que no se casara, que sólo se quedara allí y siguiera sola a su dios. Él le respondió: 'No, eso es malo".
Algunas fueron presionadas para cambiar de opinión.
"Vimos a la gente venir en dos Hilux [camionetas]. Luego vinieron preguntando por quiénes querían casarse. Nos preguntaron y dijeron que quien acepta la religión musulmana debe casarse si es una verdadera creyente.Nos dieron media hora para dar una respuesta pero nos mantuvimos en silencio. Luego nos quedamos una hora pero nadie contestó".
Adamu afirmó que quienes se rehusaron fueron tratadas como esclavas: "Cada día, nos pegaban. Nos decían que nos casáramos y que si nos rehusábamos, nos pegarían. Les lavábamos la ropa, les conseguíamos agua y hacíamos de todo para sus esposas. Éramos esclavas".
7) Jóvenes fugadas devueltas por los aldeanos
Pese a la campaña global "Devuelvan a nuestras niñas", en la que se involucraron celebridades como la ex primera dama de Estados Unidos, Michelle Obama, algunas personas en las comunidades vecinas no quisieron unirse y, por el contrario, devolvieron a algunas de las jóvenes que habían conseguido escapar.
"Un día, algunas chicas huyeron. Intentaron escapar pero no pudieron. Esa gente las arrestó. Lo hicieron cuando entraron a una tienda a pedir ayuda, agua y galletas. La gente les preguntó. '¿Quiénes son ustedes y de dónde vienen?' Las muchachas respondieron: 'Somos las alumnas de la escuela secundaria de Chibok secuestradas por Boko Haram'. Y una de las personas dijo: '¿No son estas las niñas de Shekau?".
"Así que les dieron comida y un lugar para dormir y, al día siguiente, las devolvieron con nosotros...Mientras las traían a Sambisa por la noche, las azotaron y les dijeron que les cortarían el cuello".
8) El juego de la conversión por culpabilidad
A las jóvenes se les dijo que podrían volver a casa si todas, sin excepción, accedían a convertirse al isla. Aquellas que aceptaron cambiar de fe culparon de su cautiverio a las que se negaron.
"Nos dijeron que aquellas que no aceptaban la religión islámica eran como las ovejas, las vacas y las cabras... que las matarían... Luego, Malam Abba [uno de los militantes] dijo que quienes no aceptaran la religión musulmana debían ponerse a un lado y no mezclarse con quienes se habían convertido. Así que nos dijeron que nos pusiéramos en un costado y que habilitarían otro lugar para el resto. Alguien dijo que no, que nos dejaran quedarnos juntas.Mientras se iban, una semana después, el resto nos decíamos que quienes no nos habíamos convertido al islam nos estábamos impidiendo a nosotras mismas volver a nuestros hogares".
9) Cómo se grababan los videos
Boko Haram publicó varios videos sobre las jóvenes de Chibok. A continuación, un detrás de cámaras de uno de ellos.
"Un día antes de esto, vinieron y... [grabaron] a diez chicas debajo del árbol de tamarindo. Las llamaron una por una, les preguntaron su nombre y el de sus padres y luego ellos [nos grabaron] y dijeron: '¿Les hemos hecho daño de alguna manera?' Dijimos: 'No.' Nos dijeron que le digamos a nuestros padres y al gobierno lo que nos estaban haciendo, ya que ellos estaban diciendo que nos estaban violando".
"Así que llamaron a una de nosotras y le preguntaron: 'Desde que te secuestramos y te trajimos a este lugar, ¿hemos dormido contigo o te hemos violado?' Ella contestó: 'No'.Él le preguntó otra vez... 'Me gustaría que le mostraras a tus padres y al gobierno lo que te hemos ofrecido y lo bien que te estamos cuidando".
10) Los militantes siguieron las noticias de cerca
Los videos se grababan a veces después de que los militantes oyeran las noticias.
"Se quedaban un rato escuchando a la BBC [el servicio en hausa]. Cuando acababan, nos llamaban una por una.Nos dijeron a algunas que nos pusiéramos de pie y nos arrodilláramos y a otras que se sentaran para poder filmarnos y nos dijeron que leyéramos. Después, leímos un texto islámico".
¿Qué pasó con las autoras del diario?
Adamu y otras tres autoras (Rhoda Peter, Saratu Ayuba y Margaret Yama) fueron liberadas en mayo.
En septiembre, el gobierno las envió a estudiar a la Universidad Estadounidense de Nigeria, en Yola.
Adamu, la segunda de siete hermanos, afirmó que escribió el diario sólo por su familia y parece sorprendida por el interés de la prensa.
"Lo escribí para recordar", aseguró."Para que lo vieran mis hermanos, mis hermanas y mis padres".
Pero su amiga, Sarah Samuel, autora de varias de las entradas, aún no ha vuelto, lo que le causa tristeza.
"Siento dolor. Tanto dolor. Hasta ahora pienso en ella". Tras dos años en cautiverio, cuando las medidas del ejército cortaron el suministro de provisiones a Boko Haram, Adamu sucumbió a la presión y se casó.
Una decisión que le dio el derecho de abandonar el campo con su marido militante. Ninguna joven que permaneció soltera ha sido liberada hasta ahora.