La posible "explosión" y otras incógnitas sobre la desaparición del submarino argentino
A ocho días de la desaparición del submarino ARA San Juan en las costas patagónicas argentinas, la nave con 44 tripulantes a bordo sigue sin ser hallada.
La Armada argentina ahora enfoca la búsqueda en una área, a 430 kilómetros de la costa de la provincia de Chubut, cerca de donde se registró la última comunicación con el buque.
Dos fuentes distintas (una de Estados Unidos y otra de Austria) indican que en la zona se registró un ruido compatible con una explosión tres horas después del último contacto con el submarino.
El misterio sobre dónde está el ARA San Juan y qué le ocurrió continúa y con el paso del tiempo se van sumando más incógnitas.
En BBC Mundo te contamos cuáles son las 6 principales preguntas del incidente, que no tiene precedente en la historia naval argentina.
1 - ¿Por qué se investiga ahora la "anomalía hidroacústica" (ruido) y el "evento anómalo consistente con una explosión" que EE.UU. y Austria reportaron haber registrado el miércoles 15 de noviembre, cuando desapareció el submarino?
En la noche de este miércoles 22 de noviembre la Armada argentina informó que la búsqueda del ARA San Juan se concentra ahora en una zona donde se escuchó una "anomalía hidroacústica" cerca del lugar desde donde se comunicó el submarino por última vez.
Este jueves confirmaron que ese "ruido", que ocurrió tres horas después de que el buque contactara por última vez con la base naval, el miércoles 15 pasado a las 8 de la mañana hora local, coincide con el reporte de un "evento anómalo singular, corto, violento y no nuclear consistente con una explosión", reportado por Austria.
La gran pregunta es ¿por qué recién se conoce de esta posible explosión una semana después del hecho?
El vocero de la Armada, capitán de navío Enrique Balbi, explicó que el primer dato, el de la "anomalía hidroacústica", tardó en llegar porque esa fuerza le pidió la información a EE.UU. que a su vez debió solicitarlo a diferentes agencias.
Balbi señaló que "recolectar toda la información" y analizarlo "tomó su tiempo".
Con respecto al dato aportado por la embajada austríaca este jueves, que sería consistente con una explosión en la zona donde desapareció el submarino, el embajador argentino en Austria, Rafel Grossi, aclaró que la información provino del Organismo para la Prohibición de los Ensayos Nucleares, en Viena, y dijo que también se obtuvo después de un largo análisis, que requirió varios días.
"Lo que ocurrió no tiene nada que ver con un ataque militar, porque, primero, se debería haber detectado otro navío en la zona; y segundo, sería un fenómeno distinto, con una señal con otro tipo de curva, más larga y con más eco", dijo Grossi en una entrevista con el portal de noticias Infobae.
2 - Las muchas señales de alerta que podía haber dado el submarino para avisar que estaba en problemas pero no usó
Uno de los grandes interrogantes que llama la atención de los expertos navales es por qué el ARA San Juan no activó ninguna de las muchas alertas que tenía a su disposición para avisar de que estaba en problemas.
Además de contar con dos teléfonos (uno satelital y otro "subacqua", que permite llamar a otros buques a una distancia máxima de 1.000 metros) el submarino tenía otras formas de contacto.
La más obvia que podía haber usado es la radiobaliza, un equipo que indica la posición del buque y ayuda a la tareas de socorro.
También contaba con una boya que es eyectable y que deja una mancha verde en el mar, de un kilómetro de extensión.
Tampoco fueron activadas las bengalas, ni se eyectaron las balsas salvavidas u otros objetos del submarino, que también sirven como indicativo de ubicación en caso de una urgencia.
Pero además de que nada fue activado, el ARA San Juan tampoco parece haber realizado la primera maniobra que indica el protocolo en caso de problemas: salir a superficie.
Esto se podría haber logrado eyectando agua de los tanques y se puede hacer incluso si el submarino se queda sin propulsión.
El hecho de que ninguna de estas señales se utilizara abona la teoría de que el buque pudo haber sufrido una gran explosión repentina, lo que parece ser la principal hipótesis que explora la Armada en este momento.
3 - ¿Por qué la Armada no le avisó del incidente al presidente apenas ocurrió?
Si bien los temas políticos se han mantenido al margen, ya que la atención está centrada en hallar el submarino, llamó la atención la noticia publicada por varios medios argentinos que asegura que el presidente Mauricio Macri se enteró de la desaparición del ARA San Juan a través de los medios y no por la Armada.
El diario La Nación informó que el ministro de Defensa, Oscar Aguad, también se enteró de lo que estaba pasando leyendo portales de noticias argentinos mientras estaba de viaje oficial en Canadá.
Por su parte, el diario Perfil aseguró que la Armada informó a las familias de los tripulantes antes que al gobierno sobre las siete llamadas satelitales que en su momento se creyó podrían haber provenido del submarino perdido (cosa que luego se descartó).
Esto último podría deberse a lo que llaman "la gran familia naval", como explicó a BBC Mundo Jorge Villareal, exmarino y padre del jefe de operaciones del ARA San Juan, Fernando Villareal.
Según Villareal, el tipo de tareas, altamente peligrosas, que realizan los marinos hace que la comunidad naval sea muy cercana. Por eso, quizás, la Armada priorizó a los familiares al obtener información nueva que parecía esperanzadora.
Sin embargo, analistas argentinos remarcan que la aparente distancia entre el mando de la Armada y el gobierno es un reflejo del desgaste de las relaciones entre los militares y el poder político desde el regreso de la democracia y en particular de los enormes recortes en Defensa que se han producido en los últimos años.
Muchos creen que la tragedia del ARA San Juan podría llevar a cambios en esta relación y marcar el inicio de una nueva etapa.
4 - ¿Se pudo solucionar la avería reportada por el capitán del ARA San Juan el miércoles 15, cuando se estableció la última conexión?
Según la Armada, sí.
La información sobre la existencia de un desperfecto se dio a conocer cinco días después de la desaparición del sumergible.
El capitán de navío Gabriel Galeazzi, vocero de la base naval de Mar del Plata, donde está basado el ARA San Juan, reconoció que durante su última comunicación el capitán del buque informó que hubo un "problema en las baterías, un cortocircuito".
Sin embargo, la Armada siempre aclaró que ese problema fue resuelto y no lo asocia con su eventual desaparición.
Consultado este jueves sobre si esa avería podría estar relacionada con la posible explosión que se registró tres horas después de su última comunicación, el vocero de la Armada, Enrique Balbi, lo descartó.
"La avería ya había sido reparada, subsanada y el submarino siguió navegando", dijo.
5 - ¿Estaba el submarino en condiciones de realizar su misión?
La avería reportada por el capitán el día de su desaparición y la posibilidad de que la nave pudo haber sufrido una explosión han generado dudas sobre el estado en el que estaba el ARA San Juan antes de comenzar su trayecto.
Según el diario La Nación "los problemas con las baterías en el TR-1700 no eran una novedad" y tenían que ver con el diseño del submarino, un modelo usado exclusivamente por Argentina.
El medio aseguró que ni siquiera las reparaciones "de media vida", concluidas hace apenas dos años, lograron poner fin a los problemas.
No obstante, el diario también citó fuentes de la Armada asegurando que "si el San Juan salió a navegar para hacer inmersión es porque estaba en condiciones de hacerlo".
Algunos de los familiares de la tripulación confirmaron que el submarino no parecía tener fallas.
"Que yo sepa no salió con ninguna avería", dijo Jesica Gopar, esposa del tripulante desaparecido Fernando Santilli.
Otros en los últimos días habían contado lo felices que estaban algunos de los tripulantes con el estado del sumergible luego de su reparación.
A pesar de ello, tras conocerse la posibilidad de que el submarino hubiera sufrido una explosión algunos familiares y también analistas lo asociaron con el deterioro generalizado que vivió la Armada en los últimos años, debido a los recortes de presupuesto.