La perturbadora imagen de un crimen ambiental fue la ganadora de la competencia que premia al mejor Fotógrafo de la Naturaleza del Año, organizada por el Museo de Historia Natural en Londres, Reino Unido.
Tomada por el sudafricano Brent Stirton, la foto muestra el cuerpo masacrado de un rinoceronte negro en la Reserva de Hluhluwe Imfolozi al que le arrancaron sus cuernos.
Los cazadores mataron al animal por la noche con un silenciador para cortarle esta parte valiosa de su cuerpo.
Stirton tomó la foto como parte de una investigación en el comercio ilegal de productos de rinoceronte.
El fotógrafo presenció más de 30 escenas de crímenes ambientales como esta, experiencias que describió como "deprimentes".
"Mi primer hijo nacerá en febrero, a mis 48 años. Y creo que lo pospuse por tanto tiempo porque, de alguna manera, perdí la fe por todo lo que vi en mi trabajo como fotoperiodista".
De Sudáfrica a China
Stirton cree que este incidente en particular fue obra de gente local que trabajaba para otros.
La práctica habitual es vender los cuernos del animal a un intermediario.
Este individuo luego saca de contrabando la mercancía de Sudáfrica, posiblemente a través de Mozambique, y la lleva a China o Vietnam.
En esos países asiáticos el cuerno de rinoceronte tiene un valor más alto que el del oro o la cocaína.
Esto se debe a la errónea creencia de que los cuernos ?que están hechos del mismo material que sus uñas? pueden curar todo, desde el cáncer hasta los cálculos renales.
"Para mí ganar este premio, que el jurado reconozca este tipo de fotos, muestra que estamos viviendo un momento diferente", le dijo Stirton a la BBC.
"La sexta extinción masiva es una realidad y los rinocerontes son solo una de las muchas especies que estamos perdiendo a un ritmo extremadamente acelerado. Yo estoy agradecido con el jurado por elegir esta imagen, porque le da al tema otra plataforma".
Lewis Blackwell, presidente del jurado de la competencia, comentó que la imagen del rinoceronte les había causado un impacto profundo.
"Puede que la gente sienta rechazo, puede que se horrorice, pero llama la atención y uno quiere saber más, quieres saber la historia detrás de ella. Y no puedes escaparte, hace que te enfrentes con lo que está pasando en el mundo".
Las otras imágenes ganadoras
La imagen de un joven gorila alimentándose del fruto de un árbol del pan fue el tema de la foto ganadora del rubro fotógrafo joven.
Fue tomada por el holandés Daniël Nelson, quien participó en la categoría de jóvenes de entre 15 y 17 años.
El gorila de 9 años se llama Caco y viven el Parque Nacional Odzala, en la República Democrática del Congo.
Titulada "Contemplación", esta imagen fue tomada por Peter Delaney.
Obtuvo el premio en la categoría "Retratos de animales".
Muestra a un chimpancé descansando en el suelo en el Parque Nacional Kibale, en Uganda.
Esta foto de Justin Gilligan (Australia) se llevó el primer lugar en la categoría "Invertebrados".
La imagen muestra a un pulpo escogiendo su cena entre un grupo de cangrejos gigantes en la costa este de Tasmania.
Esta inusual fotografía se titula "El monstruo del hielo".
Fue tomada por Laurent Ballesta (Francia) en las aguas de Antártica, cerca de la base francesa Dumont d'Urville.
Muestra la base de un iceberg. De hecho es un mosaico hecho con varias imágenes. Se llevó el premio en la categoría de Ecosistemas.
Sobrevivientes del aceite de palma es un trabajo de Bertie Gekoski (Reino Unido/Estados Unidos). Obtuvo el primer lugar en la categoría de foto única.
Fue tomada en la isla de Borneo y muestra tres generaciones de elefantes moviéndose por una plantación de aceite de palma que está siendo despejada para volver a plantar árboles.
Cuando estos animales se pierden dentro de estas plantaciones suelen morir por disparos o tras ser envenenados, explica Gekoski.
Estas dos gaviotas fueron fotografiadas por la italiana Ekaterina Bee, quien ganó en la categoría para fotógrafos de 10 años o menos.
Para lograr esta pose les tiró un pedazo de pan.