"Los argentinos votaron con el bolsillo".
Esa fue la conclusión de muchos medios y analistas argentinos tras la categórica derrota que sufrió el gobierno de Mauricio Macri en las elecciones primarias (PASO) del pasado domingo.
La alianza oficialista, Juntos por el Cambio, quedó a más de 15 puntos del ganador de los comicios, el Frente de Todos, encabezado por los peronistas Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner, la antecesora de Macri.
Nadie había anticipado una victoria tan arrasadora del kirchnerismo, que si repite estas cifras en las elecciones generales del próximo 27 de octubre volverá al poder después de haberlo abandonado hace solo cuatro años.
Sin embargo, estaba claro que el gran talón de Aquiles de Macri es la economía.
A pesar de que prometió reducir la inflación y llevar la pobreza a "cero", ambos aumentaron durante su gobierno.
La peor crisis se dio en 2018, cuando el peso argentino perdió más de la mitad de su valor contra el dólar.
Eso disparó la inflación, llevándolo a uno de los índices más altos del mundo: 47,6%.
Y el impacto sobre la pobreza fue inmediato: 2,7 millones de personas cayeron bajo la línea de la pobreza en un solo año. Un tercio del país hoy es pobre.
A muchos argentinos les cuesta llegar a fin de mes, y eso, dicen los expertos, fue lo que llevó a que el domingo casi mitad del país (47,7%) votara a favor del kirchnerista Frente de Todos, que se ha opuesto a las políticas económicas del gobierno.
Y eso volvió a disparar el dólar, y ahí está la gran paradoja: los temores del mercado sobre un posible regreso del kirchnerismo en realidad perjudican las aspiraciones de reelección de Macri.
"Una muestra de lo que puede pasar"
El lunes, día después de que se conocieran los resultados de las PASO, los mercados ratificaron su rechazo a lo que ahora se ve como una probable vuelta al poder del kirchnerismo, la fuerza que por 12 años gobernó Argentina (2003-2015) con una fuerte intervención estatal sobre la economía y un discurso antimercados.
Las acciones de algunas empresas argentinas en Wall Street cayeron más del 50% en pocas horas y las principales compañías que cotizan en la bolsa de valores de Buenos Aires perdieron más del 45% de su valor.
Pero la cifra que más alarmó a la gente del común fue la del dólar, que se disparó un 24% en un solo día.
Los argentinos saben bien lo que eso significa: en pocos países existe un vínculo tan directo entre devaluación e inflación y entre inflación y pobreza.
Por la tarde, el presidente Macri habló sobre la situación económica y no solo culpó del descalabro a su rivales "K" -conocidos en Argentina como la fórmula "Fernández-Fernández"-. También advirtió a sus votantes que la situación empeoraría si los eligen.
"Esto es sólo una muestra de lo que puede pasar. Se los vengo diciendo hace tres años y medio. No podemos volver al pasado porque el mundo ve esto como el fin de la Argentina", dijo el presidente.
"Tenemos que entender que el problema mayor es que la alternativa kirchnerista no tiene credibilidad y confianza en el mundo", agregó.
"Hoy estamos más pobres que antes de las PASO, el dólar volvió a subir con las consecuencias que esto tiene", señaló.
Macri atribuyó la desconfianza a las políticas que esa fuerza aplicó durante sus años en el poder.
"Ellos ya gobernaron y tienen que hacer algo distinto de lo que hicieron antes (para generar confianza)", afirmó.
Lluvia de críticas
Las palabras del mandatario fueron cuestionadas desde varios sectores.
Por un lado, quienes votaron por los candidatos kirchneristas se volcaron a las redes sociales para denunciar que el presidente los estaba extorsionando.
También algunos de los otros rivales presidenciales lo acusaron de lo mismo.
"Aumenta el chantaje de Macri y los 'mercados'. Ahora no me votaron y son más pobres, así que me tienen que votar en octubre", escribió en su cuenta de Twitter el candidato de la izquierda, Nicolás del Caño.
Incluso algunos partidarios del presidente consideraron que el mensaje había sido irresponsable y que el jefe de Estado tendría que haber convocado a su rival para intentar dar un mensaje de tranquilidad.
Por su parte, Alberto Fernández responsabilizó al presidente por la reacción de los mercados.
"Macri es el que crea la inestabilidad con su prédica. Está dando un mensaje para espantar a los que necesita que lo acompañen", criticó.
Según Fernández, el presidente asusta a los mercados asegurando que si él gana, Argentina se convertirá en otra Venezuela.
"Yo no soy Venezuela, nunca lo fui hasta que a Macri se le ocurrió repetir esta cantinela", dijo.
Fernández también acusó al gobierno de haber hecho poco para intentar frenar la escalada del dólar el lunes. "Es llamativo", señaló.
Y dijo que las inversiones que atrajo Macri -y que según el presidente se espantarán si él pierde- son puramente especulativas.
"Lo único que consiguió son capitales golondrina, que vienen, compran, hacen la bicicleta financiera y se van".
La culpa
¿Quién tiene la culpa entonces de que el mercado esté castigando hoy a Argentina?
¿Es, como dice Macri, consecuencia de las políticas antimercado que tuvo el kirchnerismo y que podrían regresar?
¿O por el contrario, como afirma Fernández, la responsabilidad la tiene el gobierno que asustó a los inversores asegurando que si ellos perdían el país terminaría en un caos?
"Las dos cosas", le dijo a BBC Mundo la economista Marina Dal Poggetto, directora de la consultora Eco Go.
"Es verdad que la agenda del kirchnerismo no fue promercado. Intervinieron el Indec (el Instituto Nacional de Estadísticas), impulsaron el control de capitales y siempre vivieron a espaldas del mercado. Sin embargo, fueron los mejores pagadores (de la deuda)", observó la analista.
Dal Poggetto considera, no obstante, que "la mayor responsabilidad la tiene el gobierno que exacerbó la polarización y apostó a un mensaje de 'somos nosotros o el abismo'".
Por su parte, el politólogo y profesor universitario Facundo Cruz coincidió que las culpas son compartidas, aunque con distintos grados.
"El mercado reacciona porque está apostando por un gobierno débil que perdió las elecciones y también porque no sabe qué tipo de peronismo está por venir", señaló.
En ese sentido destacó, que si bien la alianza opositora Frente de Todos está liderada por referentes del kirchnerismo, también incluye a otras fuerzas peronistas que incluso rivalizaron en el pasado con el kirchnerismo.
Para Cruz, tanto Mauricio Macri como Alberto Fernández tienen la responsabilidad de calmar al mercado y frenar el alza del dólar, que amenaza con hundir aún más a la ya frágil economía argentina.
"Fernández podría mostrar a su equipo económico y explicar sus principales directrices. Es lo que está esperando el mercado", dijo.
En tanto, el gobierno puede "no hacer lo que hizo el lunes", afirmó. "Macri podría apelar a generar confianza y no seguir con la estrategia del miedo".
Más allá de la respuesta de los candidatos, lo cierto es que el mercado que controla el valor del dólar se ha convertido en el protagonista de la contienda electoral argentina.
Y, paradójicamente, el temor a que pierda su candidato favorito parece ser garantía de su derrota.