El Clan del Golfo, una de las principales organizaciones criminales de Colombia, anunció el miércoles que a partir del mismo día pone en marcha un cese el fuego unilateral.
Su líder, Dairo Antonio Úsuga, alias Otoniel, es uno de los hombres más buscados por las autoridades del país y por quien Estados Unidos ofrece una recompensa de hasta US$5 millones por información que lleve a su captura o muerte.
"Declaramos un cese unilateral de acciones militares ofensivas en todo el territorio nacional a partir del trece de diciembre del presente año", dice un comunicado en línea firmado por las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), nombre con el que se identifica el grupo criminal.
El grupo ilegal, que anunció en septiembre su intención de someterse a la justicia, no aclaró si el cese el fuego será indefinido.
El anuncio llega poco más de un mes después de que la policía de Colombia confiscara más de 13 toneladas de cocaína al Clan del Golfo, el mayor decomiso de droga en la historia del país.
Bandas criminales como las AGC han extendido su dominio territorial luego de que las FARC abandonaran sus zonas de control tras la firma en 2016 de un acuerdo de paz con el gobierno de Juan Manuel Santos.
Actividad ilegal
En el comunicado difundido en su página web, las AGC piden a la guerrilla Ejército de Liberación Nacional (ELN) y a "los grupos disidentes de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) y las BACRIM (bandas criminales), Los Puntilleros y Las Oficinas" que se sumen "a este propósito en las zonas donde, por circunstancias territoriales, nos confrontamos".
"A pesar de que en el momento no existe un marco normativo para el acogimiento colectivo de las AGC, continuamos comprometidos con los esfuerzos que nos permitan contribuir con una paz integral, total y duradera", encabeza el escrito.
El Clan del Golfo es el más fuerte de los llamados grupos armados organizados (GAO) que, por lo general, tienen su origen en la desmovilización paramilitar de mediados de la década del 2000.
Están principalmente enfocados a economías ilegales, que van desde la producción, tráfico y comercialización de drogas ilícitas, a la tala ilegal, minería y extorsión.
Según estimaciones de la Fundación Ideas para la Paz, el Clan del Golfo cuenta con 1.900 integrantes.
La salida de las FARC de la zona del Pacífico, de especial interés para el transporte de cocaína, la explotación maderera y de minería de oro, coincidió con una avanzada de este grupo en la zona, lo que está resultando en enfrentamientos con el ELN.
El ELN, por su parte, participa en un proceso de negociación de paz con el gobierno, con el que acordó el pasado 4 de septiembre un cese el fuego bilateral desde el 1 de octubre de este año hasta el 12 de enero de 2018.
