Tras sufrir numerosos abusos sexuales cuando tenía 14 años, Debbie Vasquez quedó embarazada y fue obligada a pedir perdón frente a su comunidad religiosa, una iglesia de la Convención Bautista del Sur (SBC, por sus siglas en inglés), la mayor congregación protestante de EE.UU.
Solo se le pidió guardar silencio sobre un detalle: quién era el padre del bebé...
Contar que fue el propio pastor de la congregación quien la había violado sistemáticamente "dañaría a la Iglesia", le dijeron.
Su testimonio forma parte de decenas de casos publicados esta semana en una investigación interna sobre abusos dentro de la Convención desde el año 2000 a la fecha.
Los hallazgos del documento, según reacciones directivos actuales y pasados de la SBC, han sido "peor de lo esperado".
"Crisis es una palabra demasiado pequeña. Es un apocalipsis", escribió en el sitio Christianity Today Russell Moore, quien dirigió las políticas públicas de la SBC y salió del organismo tras quejarse de que encubría abusos sexuales.
"A pesar de la visión oscura que tenía del Comité Ejecutivo de SBC, la investigación descubre una realidad mucho más malvada y sistémica de lo que imaginé que podría ser", agregó.
La investigación de siete meses encontró que las denuncias de numerosos sobrevivientes de abusos fueron ignoradas, o recibidas con "resistencia, obstrucciones e incluso abierta hostilidad" por parte de los autoridades religiosas.
"Nuestra investigación reveló que, durante muchos años, algunos líderes (del comité ejecutivo), junto con un abogado externo, controlaron en gran medida la respuesta a estos informes de abuso y se centraron singularmente en evitar la responsabilidad de la SBC", dice el informe.
En un ejemplo citado en el reporte, August Boto, un líder de la SBC, describió las acusaciones como un "esquema satánico para distraernos por completo del evangelio".
Encubrimiento
El texto de 288 páginas indica en ese sentido que los líderes religiosos "protegieron o incluso apoyaron a los presuntos abusadores y se negaron a tomar medidas con el argumento de que la SBC no podía tomar ninguna medida "debido a cómo funciona la iglesia".
Muchas víctimas denunciaron que trataron de hacer visibles sus casos, pero que no encontraron respuestas, lo que las llevó en ocasiones a situaciones emocionales desesperadas.
Christa Brown, otra de las víctimas, asegura que fue abusada por un pastor cuando tenía 16 años, a lo que siguieron "innumerables encuentros con líderes bautistas" que la rechazaron y no la creyeron, por lo que le dejaron con "un legado de odio" que fue una especie de "asesinato de su alma".
El documento reveló por primera vez que el comité ejecutivo de la SBC mantuvo una lista de más de 700 de sus ministros que enfrentaban acusaciones de abuso pero, a pesar de los pedidos de una base de datos pública, mantuvo sus hallazgos en secreto.
Los líderes de la organización anunciaron tras una reunión este martes para analizar el informe que revelarán la lista de nombres de los supuestos abusadores que se había ocultado hasta ahora.
Falta de medidas
El reporte señala que no existen evidencias de que los líderes religiosos hayan tomado "ninguna medida para asegurarse de que los ministros acusados ya no estuvieran en posiciones de poder".
También alega que los abusos se llevaron a cabo tanto por pastores de comunidades más pequeñas hasta por líderes religiosos populares y con gran poder dentro de la Iglesia.
Uno de los casos que cuenta el informe es el de Johnny Hunt, un pastor de Georgia y expresidente de la SBC, a quien se señala de abusar sexualmente de la esposa de otro pastor durante unas vacaciones en Florida en 2010.
La mujer contó que mientras le hablaba a Hunt sobre una situación de estrés por la que pasaba, el pastor "procedió a bajarle los pantalones cortos, darle la vuelta y mirarle el trasero... y le hizo comentarios sexuales sobre su cuerpo y cosas que había imaginado sobre ella".
El reporte luego explica que Hunt "inmovilizó a la mujer en el sofá, le levantó la camisa y abusó sexualmente de ella".
El pastor, quien ha negado los cargos de abuso sexual, renunció el 13 de mayo a su puesto como vicepresidente de evangelismo y liderazgo de la Junta de Misiones de América del Norte.
El informe propone también algunas recomendaciones para ayudar a la Iglesia a combatir los casos de abuso en su interior.
Entre ellos, propone la creación de una comisión independiente que supervisaría las reformas en el manejo de la conducta sexual inapropiada y restringir el uso de acuerdos de confidencialidad y acuerdos civiles por parte de los acusados.
La investigación, realizada para la SBC por una empresa externa, se inició a raíz del informe de 2019 de los diarios Houston Chronicle y el San Antonio Express-News que expusieron cientos de presuntos casos de abuso sexual dentro de la iglesia.
En medio de divisiones internas sobre cómo manejar el escándalo, miles de delegados en la reunión anual de la SBC el año pasado votaron a favor de una revisión de las acciones de la institución por parte de un tercero.