El pasado miércoles 20 de marzo Italia estuvo a punto de asistir a una desgracia sin precedentes.
Pero Ramy Shehata, un chico de 13 años, evitó la tragedia.
Un conductor secuestró, cerca de Milán, un autobús con 51 escolares dentro, entre los que se encontraba Ramy.
Los alumnos aseguran que el hombre, un ciudadano italiano de origen senegalés llamado Ousseynou Sy, de 47 años, les dijo: "De aquí no saldrá vivo nadie".
Los estudiantes explicaron que el hombre los ató, roció el suelo del autobús con gasolina y les confiscó los teléfonos.
Sin embargo, Ramy, de origen egipcio, logró esconder su celular y hacer una llamada a emergencias que le salvó la vida a él y a sus compañeros.
Fingiendo que rezaba en árabe, el chico llamó para alertar de la situación y pedir ayuda.
Ramy se convirtió, así, en el héroe de Italia.
Pero la realidad es que, oficialmente, no es italiano.
La dificultad de obtener la nacionalidad italiana
Ramy nació en Italia en 2005. Sus padres, originarios de Egipto, llegaron al país en 2002.
Pero la ley italiana solo prevé conceder la nacionalidad a partir de los 18 años de edad.
Desde la asociación Italianos Sin Ciudadanía aseguran que en el país hay un millón de personas en esta situación, aunque no hay datos oficiales.
"Mi hijo cumplió con su deber, estaría bien que le diesen la ciudadanía italiana", dijo el padre de Ramy a la agencia italiana Ansa. "Nos encantaría quedarnos en este país. Ayer, cuando lo vi, lo abracé con fuerza".
La policía, alertada gracias a las llamadas del adolescente, consiguió localizar el vehículo.
En un video se ve cómo los estudiantes salieron corriendo del autobús en marcha después de que los agentes lograsen romper las ventanas traseras.
El periódico italiano La Repubblica informó de que alguien había quitado deliberadamente todos los martillos para romper los cristales del vehículo.
Roberto Manucci, uno de los policías que intervino en el rescate, aseguró: "Lo que más me impactó fueron los niños... Su voluntad, su fuerza para salvarse".
Uno de los compañeros de Ramy, llamado Adam el Hamame, también consiguió comunicarse con su madre.
"Mamá, estamos en un autobús. Nos están matando. No sabemos dónde nos llevan. Mamá, el del autobús nos amenazó con que nos matará. Mamá, ayúdame. Llama a la policía", le dijo.
Adam también nació en Italia, como Ramy. Y, como él, tampoco tiene la ciudadanía italiana.
La dura postura de Italia sobre la migración
Desde que llegó al poder en junio, el partido de derecha Liga Norte y el Movimiento Cinco Estrellas establecieron una estricta política antiinmigración.
La cara más visible de esta postura es el ministro del Interior italiano, el polémico Matteo Salvini, que se posicionó tras saberse que los niños no tienen la nacionalidad y el conductor del autobús sí.
"Espero que los niños tengan el reconocimiento que merecen por el valor que mostraron, lo estamos evaluando. La ciudadanía es algo valioso, se puede dar y se puede quitar", afirmó el propio Salvini en Twitter.
El ministerio del Interior está dispuesto a acelerar los procedimientos para reconocer la ciudadanía italiana a Ramy y está considerando retirársela a Ousseynou Sy.
De momento la intención es otorgarle la ciudadanía a Ramy, aunque no se descarta que se haga lo mismo con Adam.
El viceprimer ministro de Italia, Luigi Di Maio, fue quien propuso la concesión de la ciudadanía italiana por "méritos especiales" a Ramy con una publicación en Facebook.
"Creo que es un deber retirar inmediatamente la ciudadanía al criminal que estuvo a punto de llevar a cabo una masacre contra 51 niños. Además de nuestros dos héroes uniformados [en referencia a los policías], también hay otro héroe: tiene 13 años, se llama Ramy, es de origen egipcio y es uno de los niños que ayer escondió su celular del secuestrador y advirtió a las fuerzas de orden", publicó Di Maio.
Y añadió: "Arriesgó su propia vida para salvar la de sus compañeros. También es gracias a él que se evitó lo peor. El padre pidió que se reconociera su ciudadanía, y creo que el gobierno debería recoger esta demanda. Creo que el niño, debido a su gesto, debe recibir la ciudadanía del Estado italiano".
El padre de Adam también reclama el derecho de los niños y sus familias a ser considerados italianos a todos los efectos.
Lo que se sabe del sospechoso
El conductor del autobús escolar tenía antecedentes penales por conducir en estado de embriaguez y por agresión sexual, lo que despertó indignación en el país.
El miércoles por la mañana tenía que llevar a los chicos de la escuela hasta un gimnasio. Sin embargo, a medio camino cambió el recorrido para dirigirse a uno de los aeropuertos de Milán.
Durante el secuestro dijo que actuaba motivado por las muertes de migrantes africanos que cruzan el mar Mediterráneo.
Un portavoz de la policía aseguró que durante el enfrentamiento gritó: "Detengan las muertes en el mar, haré una masacre".
Alberto Nobili, jefe de lucha contra el terrorismo de la fiscalía de Milán, afirmó que el sospechoso alegó haber actuado solo.
