La falsa psiquiatra que engañaba a sus pacientes para quedarse con su dinero
Trabajó como profesional de la salud durante 22 años, sin haber terminado ni su primer año de universidad.
En Reino Unido, a Zholia Alemi la conocen como la "falsa psiquiatra" que aprovechaba la vulnerabilidad emocional de sus pacientes para acceder a sus finanzas y estafarlos.
En octubre de 2018, la mujer escocesa fue condenada a cinco años de cárcel, por haber sido hallada culpable de cuatro cargos que incluían robo y fraude.
De las decenas de pacientes que pasaron por su consulta de psiquiatría, el caso más escandaloso fue el de la anciana de 87 años a la que estafó falsificando su testamento, para intentar quedarse con una fortuna de más de US$1 millón.
Pero aunque la mujer ya se encuentra tras las rejas, sus acciones siguen causando preocupaciones en el Sistema Nacional de Salud de Reino Unido (NHS, por sus siglas en inglés), debido a la cantidad de personas a las que "atendió" la mujer, algunas de las cuales se cree que recibieron terapia electroconvulsiva innecesaria, así como otros tratamientos.
Por eso, funcionarios de la institución han extendido sus disculpas a las posibles personas afectadas y las han invitado a dirigirse a ellos para tratar de resarcir los daños.
"Personas vulnerables"
La estrategia de Zholia Alemi era "hacerse amiga"de los pacientes y ganarse su confianza durante las terapias, para "tener conocimiento sobre su información financiera", dijo al diario escocés The Herald la doctora Catherine Calderwood.
Alemi comenzó a tratar a una anciana llamada Gillian Belham en una clínica para pacientes de demencia, en febrero de 2016.
Cuatro meses después, aprovechándose de la cercanía que había establecido con la paciente, reescribió su testamento dejando fuera de él a la familia de la anciana, así como una serie de instituciones de caridad a las que tenía intenciones de dejarle su millonaria herencia.
La mujer también se las arregló para poner a sus nietos como beneficiarios de propiedades de la anciana.
Durante el juicio, el jurado también supo que Alemi robó tarjetas bancarias de otros pacientes y engañó a dos mujeres para que les proporcionaran firmas, haciéndoles creer que serían utilizadas para otro propósito.
Pero a varios meses de su encarcelamiento lo que más preocupa a los miembros del consejo de salud del NHS son aquellos pacientes a los que la mujer pudo haber mandado tratamiento de manera incorrecta.
Funcionarios de la institución aseguran que 24 de los pacientes que Alemi atendió fueron internados en virtud de la Ley de Salud Mental. Asimismo, aseguraron que la mujer atendió al menos a 395 adultos durante un período de 18 meses, a partir de 2007.
La doctora Alison Graham, del NHS, dijo que el consejo de salud se pondrá en contacto con todos los afectados.
"Nos gustaría pedir disculpas por cualquier angustia que esta situación pueda haber causado. A los pacientes que fueron tratados por esta persona y tienen inquietudes, les recomendamos que se comuniquen con nuestro equipo de servicios de salud mental".
¿Cómo logró engañar a todos?
Fue después de su condena que se supo que Alemi había abandonado la escuela de medicina en su primer año en Nueva Zelanda, pero fue contratada por el NHS después de mudarse a Reino Unido, en 1995.
Allí trabajó en varios hospitales, incluidas seis juntas de salud en Escocia, a las que ahora se les ha pedido que revisen en sus registros los pacientes que trató la mujer.
El Consejo Médico General de Reino Unido (GMC, por sus siglas en inglés) ha dicho que a la mujer se le permitió unirse al registro médico del país en virtud de una sección de la Ley Médica que no ha estado en vigor desde 2003.
Esto permitió a los graduados de medicina de ciertos países de la Mancomunidad de Naciones registrarse según las calificaciones obtenidas en su lugar de origen, sin tener que pasar los exámenesque la mayoría de los médicos extranjeros tienen que aprobar para trabajar en Reino Unido.
El GMC dijo que los controles ahora son más "rigurosos" y que está revisando los registros de hasta 3.000 médicos a los que se les permitió trabajar bajo las mismas reglas que a Alemi.
La institución ha creado una página web con sugerencias para cualquier persona que esté preocupada por haber sido tratada por la falsa psiquiatra.