A Henry Badenhorst y Gary Frisch les unió el amor hace más de dos décadas y les encontró la muerte de la misma forma trágica... pero con diez años de diferencia.
Fueron pareja durante casi 15 y compañeros de negocios durante otros diez. Sus nombres figuraban en las listas de los homosexuales más influyentes del mundo, junto a los de actores como Ian MacKellen o el cantante Elton John.
El éxito les sonreía. Juntos crearon Gaydar, que se convertiría el sitio de citas por internet más popular del mundo y en la web de referencia entre la comunidad gay anglosajona, con cinco millones de usuarios durante su época mayor apogeo, abriendo el camino a las populares Tinder y Grinder en la conquista del amor en la red.
Su relación terminó en el 2006.
"Llegamos a un punto en el que nos convertimos en amigos y como trabajábamos juntos nos veíamos 24 horas al día. Lo dejamos de mutuo acuerdo", le contó Badenhorst al diario inglés The Guardian. "Y Gary se cansó de las horas de trabajo y quería divertirse y disfrutar de la vida un poco".
Ambos continuaron siendo socios empresariales. Hasta que, un sábado por la tarde tarde, el 10 de febrero de 2007, Frisch, de 38 años, murió en extrañas circunstancias.
Su cadáver fue hallado a los pies del balcón de su apartamento, en un octavo piso en el sur de Londres, Reino Unido, desde donde se arrojó. Los forenses dictaminaron que se encontraba bajo los efectos de la ketamina, un tranquilizante para caballos que algunos usan como droga recreativa.
Fue un golpe duro para Bandenhorst. "Si no nos hubiéramos separado, ¿habría ocurrido lo mismo?", se preguntaba en la entrevista que le concedió a The Guardian en 2009. "Fue el peor día de mi vida. Lo amaba", declaró.
Diez años después, y también un sábado por la tarde, Badenhorst, de 51 años, fallecía de la misma manera.
Su cuerpo descendió en el aire los 23 pisos de una torre de departamentos en su Johannesburgo natal, en Sudáfrica, de donde también era Frisch.
La policía baraja la hipótesis del suicidio, aunque todavía no está claro. Fuentes cercanas al empresario dicen que atravesaba una depresión. Todavía están investigando su muerte.
"A Henry. El hombre que revolucionó las citas entre gays. Nuestro fundador y nuestro amigo. Gracias por soñar. Vivirás para siempre en nuestro corazón", le homenajearon desde la plataforma del Gaydar a través de Twitter.
Una idea "revolucionaria"
La historia de Gaydar se remonta a 1997, año en el que Badenhorst y Frisch se mudaron a la capital inglesa y se iniciaron en el mundo de la emprendeduría fundando QSoft, una consultoría tecnológica.
Dos años más tarde, en noviembre de 1999, nació Gaydar.
Todo comenzó cuando un amigo Frank les contó que no conseguía encontrar pareja.
Se decidieron a subir la foto de su amigo en Excite, una web -hoy desactivada- que contaba con una sección de contactos. Frank tuvo que esperar dos semanas hasta recibir una respuesta.
Fue entonces cuando la pareja de empresarios se preguntó si serían capaces de crear algo más efectivo.
Gaydar nació como una web de citas para hombres gays y bisexuales. Su fortaleza y novedad residía en los "perfiles" que cada usuario puede crear en la página, con fotos detalladas y descripción de sus intereses, gustos y aficiones (algo que después adoptaron otras redes sociales).
Hoy estamos familiarizados con ese concepto, pero en aquel momento fue toda una revolución.
Varios ensayistas, entre ellos el comentarista político británico Andrew Sullivan, incluso apuntaron que gracias a Gaydar el coqueteo se había mudado de la pista de baile al universo digital.
Las marcas comenzaron a colocar su publicidad en la plataforma. Primero fueron los automóviles Ford, después siguieron American Express y BMW.
Hubo también escándalos. Fue especialmente sonado el que implicó al icono gay de los 80 Boy George, que usó la red para conocer a un prostituto al que mantuvo prisionero en su casa.
En 2010, Badenhorst se retiró de la empresa y en 2013 vendió sus participaciones.
Pero su legado continúa vivo.
"Se dio cuenta de que cambió en mundo de una manera que le asombró", le cuenta a la BBC Rob Curtis, actual director ejecutivo de Gaydar.
De acuerdo con Curtir, permitió a la comunidad LGTB conocer gente de forma más segura.
"Era difícil para los hombres gay encontrarse y fue la primera red social gay. El legado ha perdurado".
Patrick Strudwick, editor LGTB de Buzzfeed -y el periodista que le hizo a Badenhorst aquella entrevista en 2009, una de las pocas que concedió a los medios- dice que la idea fue "revolucionaria".
"La idea era usar tu computadora e interactuar con otros hombres en tiempo real sin tener que ir a bares gay, o cafés gay, o lo que sea que hubiera en aquel momento", le dice a la BBC.
Y eso fue especialmente clave en países donde ser gay es un crimen, apunta Curtis.
Tal vez la mayor ironía reside en que Badenhorst no usaba su propio producto. El sudafricano le contó a Strudwick que prefería conocer gente "de la manera tradicional".
"Voy a bares", admitió.
Pero sí la usaba para conectar a gente con médicos y enfermeros, explica Strudwick.
"Henry era una persona increíble, inteligente, amable y cariñosa. Se preocupaba por la gente, se preocupaba por su comunidad".
"Su producto fue controversial, pero era bienintencionado y pretendía evitar el sufrimiento de los hombres gays".