La carrera entre China y EE.UU. por los globos ultraligeros capaces de remplazar satélites
En un futuro cercano, los turistas miran emocionados a través de ojos de buey muy por encima de la Tierra, embelesados por la vista de la oscuridad estrellada de allá arriba y por el horizonte azul curvado aquí debajo.
Pero no se trata de una nave espacial, sino de un "globo del espacio cercano". Fue lanzado desde Mongolia, no desde Houston, en Estados Unidos. Y los turistas son chinos.
En 1958, Rusia sorprendió al mundo al lanzar al espacio al Sputnik, el primer satélite. EE.UU. se apresuró para crear la NASA a fin de competir en la carrera espacial y se convirtió en la potencia espacial más importante del mundo.
Los satélites son vitales para las comunicaciones, monitoreo del clima, navegación y otras tareas. Pero 60 años después del Sputnik, los globos de gran altitud los están desafiando.
Los globos brindan un punto de observación a 30 kilómetros, una distancia mucho menor que la de los satélites. Cuestan una fracción de su precio y, a diferencia de los satélites, pueden regresar fácilmente a la Tierra para su actualización o reparación.
Los globos son enormes. Algunos son siete veces más grandes que la Catedral de San Pablo de Londres, están llenos de helio y hechos de plástico del grosor de un sándwich.
Su punto débil es que solo pueden dejarse llevar por el viento, por lo que el gran avance en los últimos años ha sido aprender cómo dirigirlos.
"Estamos aprendiendo sobre un área de navegación completamente nueva", dice Jeffrey Manber, CEO de la compañía espacial estadounidense Nanoracks.
La atmósfera superior se denomina estratosfera porque está "estratificada", dividida en muchas capas diferentes y con vientos que soplan en distintas direcciones a diferentes altitudes.
Pero con la información meteorológica necesaria, un globo puede ir en la dirección deseada simplemente moviéndose a la altitud correcta y deslizándose entre el viento.
Ayuda en emergencias
El proyecto Loon desarrollado por Google es uno de los primeros en explotar estos vientos contrapuestos, con globos de gran altura para proporcionar comunicaciones en áreas remotas o afectadas por desastres.
El plan original consistía en una serie de globos que seguían el viento predominante, pero los investigadores descubrieron que los globos podrían mantenerse en su lugar mediante el uso de vientos compensatorios a diferentes alturas.
Unos sofisticados algoritmos de aprendizaje automático cambian la altura para aprovecharse del viento correcto.
Este proyecto consiguió dar acceso a internet a 300.000 personas en Puerto Rico después de que el huracán María destruyera su infraestructura el año pasado.
Por su parte, World View, con sede en Tucson, EE.UU., planea usar sus globos conocidos como estratolitos no solo como transmisores de comunicación, sino también como plataformas de vigilancia. BBC Future visitó sus instalaciones en 2016.
"Las aplicaciones son infinitas, desde monitorear constantemente los bosques hasta notificar a los servicios de emergencia cuando hay un incendio, ver partes remotas del océano en busca de piratas marítimos o monitorear en tiempo real la salud de los cultivos", dijo Angelica DeLuccia Morrissey de World View.
Opciones de uso militar
La industria de Defensa, por ejemplo, ve los estratolitos como los nuevos ojos en el cielo.
"Creemos que esto tiene potencial para suponer un cambio en el juego para nosotros", dijo Kurt Tidd, comandante del Comando Sur de EE.UU. después de un exitoso vuelo de prueba de un estratolito.
La misma tecnología podría ayudar a rastrear el clima en tiempo real u obtener un primer plano de un huracán desde arriba.
Los estratolitos actuales transportan una carga de 50 kilogramos. Globos capaces de llevar cargas más grandes están aún en la fase de proyectos.
Los planes a más largo plazo incluyen turismo en el espacio cercano y la entrega de mercancías. Cuando termina su misión, un estratolito va a un punto determinado y se lanza en paracaídas al suelo.
La misma técnica podría usarse para entregar suministros de emergencia u otras cargas en ubicaciones remotas de cualquier parte del mundo.
La competencia china
Pero hay una competencia creciente que llega desde China. La compañía Kuang-Chi Space (KC), fundada en 2010, se especializa en dirigibles y tecnología de comunicaciones.
La compañía está desarrollando su globo Traveller y su propia versión de navegación estratosférica de viento.
"El enfoque inicial en China es la teleobservación y las telecomunicaciones, con clientes que incluyen municipios que buscan integrar Traveller en un sistema de ciudad inteligente", dice Zhou Fei, jefe del equipo de I+D de KC Space.
Asegura que costará entre una décima y una centésima parte de un sistema de satélite comparable.
Traveller también llevará una cápsula con seis pasajeros en la estratosfera. En octubre pasado, KC lanzó y recuperó con seguridad un globo que transportaba una tortuga a una altitud de 21 kilómetros.
Esto podría transformarse en vuelos de pasajeros en el año 2021, que costarían alrededor de US$96.600 por asiento.
El mercado de los microsatélites
Fei dice que Traveller también podría ser una plataforma de "lanzamiento secundario". Esto significaría lanzar un cohete por encima de la mayor parte de la atmósfera de la Tierra, desde donde podría disparar un pequeño cohete a órbita mucho más fácilmente que desde el nivel del mar.
Esto sería útil para el creciente mercado de los microsatélites CubeSats.
"Uno de los santos griales en todo el mundo es poder reducir el costo del lanzamiento de un pequeño CubeSat a órbita", dice Jeffrey Manber, cuya empresa Nanoracks está trabajando con KC en el programa Traveller.
El ejército chino también se interesa por el "espacio cercano". Nadie controla esta área todavía, y los globos estratosféricos ofrecen un medio económico para la vigilancia militar y otros usos.
Después de que el Sputnik ruso mostrara al mundo lo que los satélites podían hacer, EE.UU. lo superó en la carrera espacial. En el futuro cercano, aparecerán cada vez más globos estratosféricos enfocados en el turismo por el espacio cercano, la comunicación o la vigilancia.
La carrera del espacio cercano está en marcha y, aunque EE.UU. actualmente es líder, China se está poniendo rápidamente al día.