El periodista de la cadena estadounidense Univisión Jorge Ramos terminó convirtiéndose el lunes en un protagonista más de la crisis venezolana por cuenta de una malograda entrevista con el presidente Nicolás Maduro.
Según Ramos, la entrevista que mantenía con Maduro en Caracas fue suspendida de forma abrupta "después de aproximadamente 17 minutos" y terminó con él y su equipo "detenidos por más de dos horas dentro del palacio de Miraflores".
La situación fue descrita por las autoridades venezolanas como "un show y un montaje" organizado desde Washington.
Pero para el presentador de Univisión -que le niega a Maduro el título de presidente de Venezuela y lo describe como "líder"- al mandatario venezolano simplemente no le gustó el camino que iba tomando la entrevista.
"A él no le gustó las cosas que le estábamos preguntando sobre la falta de democracia en Venezuela, sobre la tortura, los presos políticos, sobre la crisis que estaban viviendo", dijo Ramos de Maduro.
"Se levantó de la entrevista después de que le mostrara los videos de unos jóvenes comiendo de un camión de basura", relató el mexicano-estadounidense, quien también denunció la confiscación de todos sus equipos.
"Uno de sus ministros, Jorge Rodríguez, vino a decirnos que la entrevista no estaba autorizada y nos confiscaron todo el equipo", dijo Ramos, quien en el pasado también ha protagonizado choques con el presidente de EE.UU. Donald Trump.
"No tenemos nada (?) La entrevista la tienen ellos", agregó el periodista.
"Falso positivo"
Rodríguez, por su parte, describió la situación como "un show", "un montaje" y "un falso positivo" inventado por el departamento de Estado de EE.UU.
"Por Miraflores han pasado centenas de periodistas que han recibido el trato decente que de forma habitual impartimos a quienes vienen a cumplir con el trabajo periodístico, y han publicado el resultado de ese trabajo ", dijo el ministro de Comunicación venezolano.
"No nos prestamos a shows baratos", insistió el ministro.
Venezuela atraviesa desde hace años una profunda crisis política y económica, que se agravó luego de que numerosos países decidieran desconocer la reelección de Nicolás Maduro en mayo de 2018.
El 23 de enero, el opositor Juan Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional (Parlamento), se autoproclamó "presidente encargado" del país, recrudeciendo el conflicto político entre ambas partes.