La polémica filtración en EE.UU. que muestra que los "ultra ricos" apenas pagan impuestos
Las declaraciones de la renta suelen contener información muy privada y es normal que los multimillonarios tengan aún más razones que el resto para mantenerlas en secreto.
Sin embargo, la organización sin fines de lucro ProPublica ha tenido acceso a declaraciones de impuestos de algunas de las personas más ricas del mundo, incluidos Jeff Bezos, Elon Musk o Warren Buffett.
Y ProPublica afirma en su web, por ejemplo, que el fundador de Amazon no pagó impuestos en 2007 y 2011, mientras que el CEO de Tesla no pagó nada en 2018.
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Una portavoz de la Casa Blanca calificó la filtración de "ilegal", y el FBI y las autoridades fiscales la están investigando.
En 2010 ProPublica, dedicada al periodismo de investigación, hizo historia al convertirse en el primer medio digital en recibir el prestigioso premio Pulitzer.
La organización dijo que está analizando lo que llamó un "vasto tesoro en datos" del Servicio de Impuestos Internos de Estados Unidos.
La información a la que ha tenido acceso se refiere a los impuestos pagados por varios multimillonarios y ProPublica dijo que dará a conocer más detalles en las próximas semanas.
Aunque la BBC no ha podido confirmar estas afirmaciones, la supuesta filtración se produce en un momento de creciente debate sobre la cantidad de impuestos que pagan los ricos y la amplia desigualdad con respecto al resto.
ProPublica dice que los 25 estadounidenses más ricos pagan menos impuestos (un promedio del 15,8% del ingreso bruto ajustado) que la mayoría de los trabajadores estadounidenses.
"Nos sorprendió bastante que puedas bajar [los impuestos] a cero si eres multimillonario. En realidad, que alguien pueda no pagar nada de impuestos realmente nos dejó perplejos. La gente rica puede eludir el sistema de una manera totalmente legal", le dijo Jesse Eisinger, reportero y editor de ProPublica, al programa Today de la BBC.
Explotar las lagunas del sistema
"Tienen una enorme capacidad para encontrar deducciones, encontrar créditos y explotar las lagunas del sistema", dijo.
Por ejemplo, aunque el valor de su riqueza crezca enormemente porque poseen acciones de sus propias empresas y estas no dejan de subir en bolsa, eso no se registra como ingreso.
Pero hay más cosas, señaló Eisinger: "También tienen grandes deducciones fiscales, a menudo porque han pedido prestado para financiar su estilo de vida".
Explicó que los multimillonarios estadounidenses compran un activo, construyen uno o heredan una fortuna y luego piden prestado contra su riqueza.
Debido a que no obtienen ganancias ni venden acciones, no reciben ningún ingreso, que es lo que podría estar sujeto a impuestos.
Estrategias legales
ProPublica afirma que "utilizando estrategias fiscales perfectamente legales, muchos de los superricos pueden reducir sus facturas de impuestos federales a nada o casi", incluso cuando su riqueza haya crecido enormemente en los últimos años.
Los ricos, al igual que muchos ciudadanos comunes, pueden reducir sus impuestos sobre la renta a través de donaciones caritativas y obtener dinero de ingresos por inversiones en lugar de ingresos por tener un salario.
Utilizando datos recopilados por la revista Forbes, el medio digital dijo que la riqueza en conjunto de los 25 estadounidenses más ricos aumentó en US$401.000 millones de 2014 a 2018.
Y sin embargo, solo pagaron US$13.600 millones en impuestos sobre la renta durante esos años.
Subir impuesto a los ricos
El presidente estadounidense Joe Biden ha prometido aumentar los impuestos a los estadounidenses más ricos como parte de su objetivo hacia la igualdad y recaudar fondos para su programa de inversión masiva en infraestructuras.
Quiere aumentar el tramo máximo impositivo, duplicar el impuesto sobre lo que ganan los grandes inversores en los mercados y cambiar el impuesto que grava las herencias.
Sin embargo, pese a estas propuestas, el análisis de ProPublica concluyó que "aunque algunos estadounidenses adinerados, como los administradores de fondos de cobertura, pagarían más impuestos bajo las propuestas actuales de la administración de Biden, la gran mayoría de los 25 principales vería pocos cambios".
También alega que uno de los multimillonarios mencionados, el filántropo George Soros, pagó un impuesto mínimo.
Su oficina no respondió a una solicitud de comentarios de la BBC, pero dijo en un comunicado a ProPublica que a Soros no le había correspondido pagar impuestos algunos años debido a que había incurrido en pérdidas con sus inversiones.
La declaración también señaló que durante mucho tiempo ha apoyado una subida de impuestos para las personas más ricas de Estados Unidos.
Filtración "ilegal"
Según informes en los Estados Unidos, el exalcalde de Nueva York Michael Bloomberg, cuyos detalles fiscales estaban entre los documentos, dijo que la divulgación planteaba preocupaciones sobre la privacidad y que usaría "medios legales" para descubrir la fuente de ella.
ProPublica ha escrito varios artículos sobre cómo los recortes presupuestarios en el Servicio de Impuestos Internos de Estados Unidos han obstaculizado su capacidad para hacer cumplir las normas fiscales en las corporaciones ricas y grandes.
La organización de noticias dijo que recibió los documentos filtrados en respuesta a estos artículos.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, dijo que "cualquier divulgación no autorizada de información confidencial del gobierno" es ilegal.
La portavoz del Departamento del Tesoro, Lily Adams, dijo en un comunicado enviado por correo electrónico a Reuters que el asunto ha sido remitido al FBI, a los fiscales federales y a dos vigilantes internos del Departamento del Tesoro, "todos los cuales tienen autoridad independiente para investigar".
El comisionado del Servicio de Impuestos Internos de EE.UU., Charles Rettig, dijo: "No puedo hablar de nada con respecto a contribuyentes específicos. Puedo confirmar que hay una investigación, con respecto a las acusaciones de que la fuente de información en ese artículo provino de nuestro servicio".
Análisis de Simon Jack, editor jefe de Negocios de BBC
¿Qué es lo que no funciona? Hagamos un análisis muy simplificado.
Si las acciones que poseo en la empresa que fundé tienen un valor de US$1.000 millones al comienzo del año fiscal y su valor aumenta a US$2.000 millones para el final del año fiscal, ¿cuánto debo pagar en impuestos sobre la renta?
Fácil, cero. Porque aunque soy el doble de rico, como no he vendido ninguna de esas acciones, no he tenido ningún ingreso.
Por otro lado, si no tengo activos pero tengo ingresos por mi salario de US$30.000, pagaré aproximadamente US$6.000 en impuestos sobre la renta y otros gastos.
Es por eso que las revelaciones de que algunos de los estadounidenses más ricos pagaron poco o ningún impuesto sobre la renta pueden provocar indignación, pero no deberían sorprender.
No estamos comparando manzanas con manzanas.
Eso no quiere decir que estas personas súper ricas no tengan dinero para pagar las facturas de sus yates.
Existe una táctica generalizada empleada por los ricos para pedir prestado dinero en efectivo poniendo como garantía su vasta riqueza que, nuevamente, no es una cantidad en el banco ni son ingresos, es el producto de un préstamo y aquí está la parte (perfectamente legal) de la estrategia.
El interés de ese préstamo se puede deducir de cualquier otro ingreso para reducir aún más las obligaciones fiscales. Suena atroz, pero es legal.
No es de extrañar que muchos políticos de todo el mundo (Elizabeth Warren en Estados Unidos o Jeremy Corbyn y John McDonnell en el Reino Unido) y académicos como Thomas Piketty hayan argumentado que necesitamos una forma de gravar la riqueza, no los ingresos que tiene una persona.
El multimillonario en nuestro ejemplo pagará ganancias de capital en el momento en que venda esas acciones y obtenga una ganancia.
A menos que las ganancias se inviertan en otro negocio porque el sistema tributario está diseñado para promover el crecimiento económico y la creación de nuevos empleos, ya que estos puestos de trabajo producirán ingresos y, por lo tanto, impuestos.
Eso, dicen sus defensores, es el capitalismo en acción, pero al igual que con el nuevo consenso global sobre gravar a las multinacionales, el clamor por un cambio fiscal es cada vez más fuerte.