Al menos 18 manifestantes murieron este domingo en las protestas en Myanmar por disparos de la policía, según la oficina de derechos humanos de la ONU, en el día más mortífero de las manifestaciones contra el golpe de Estado.
Las muertes tuvieron lugar en varias ciudades, incluidas Yangon, Dawei y Mandalay, ya que la policía utilizó balas reales y gases lacrimógenos.
Las fuerzas de seguridad comenzaron la violenta represión el sábado, después de semanas de protestas mayoritariamente pacíficas contra la toma del poder militar.
Los militares tomaron el control en el país asiático el 1 de febrero, alegando que hubo fraude en las elecciones de noviembre, que el partido Liga Nacional para la Democracia (NLD) de Aung San Suu Kyi ganó por abrumadora mayoría.
Las imágenes del domingo en las redes sociales mostraban a los manifestantes huyendo mientras la policía cargaba contra ellos, se levantaban barricadas improvisadas y se llevaban a varias personas cubiertas de sangre.
¿Qué ocurrió en el terreno?
La oficina de derechos humanos de la ONU condenó la violencia contra los manifestantes y dijo que tenía "información creíble" de que al menos 18 personas habían muerto el domingo. Más de 30 personas han resultado heridas.
"El pueblo de Myanmar tiene derecho a reunirse pacíficamente y exigir la restauración de la democracia", dijo la portavoz Ravina Shamdasani.
"El uso de fuerza letal contra manifestantes no violentos nunca está justificado bajo las normas internacionales de derechos humanos".
Activistas y trabajadores médicos dijeron que al menos cuatro personas murieron en la ciudad más grande, Yangon, cuando la policía disparó balas, granadas paralizantes y gases lacrimógenos.
Los manifestantes se mantuvieron desafiantes. "Si nos empujan, nos levantaremos. Si nos atacan, defenderemos. Nunca nos arrodillaremos ante las botas militares", le dijo Nyan Win Shein a Reuters.
"La policía comenzó a disparar justo cuando llegamos. No dijeron ni una palabra de advertencia. Algunos resultaron heridos y algunos maestros todavía se esconden en las casas de los vecinos", le dijo otra manifestante, Amy Kyaw, a la AFP.
Algunos manifestantes fueron llevados en camionetas de la policía.
La policía también aplicó mano dura contra una gran manifestación en Mandalay, donde usó cañones de agua y disparos al aire.
La ONU dijo que también se habían reportado muertes en Myeik, Bago y Pokokku.
No se ha confirmado el número de detenciones desde que comenzaron las protestas. El grupo de vigilancia de la Asociación de Asistencia a Presos Políticos ha cifrado la cifra en 850, pero al parecer cientos más han sido detenidos este fin de semana.