¿Qué significa el giro en la investigación del caso Nisman?
Dos personas ingresaron a su departamento. Lo golpearon y luego le dieron ketamina -un poderoso anestésico- para dejarlo inconsciente. Lo llevaron al baño, uno lo sostuvo frente a la bañera con el torso erguido y la rodilla derecha apoyada en el piso mientras el otro le pegó un tiro en la cabeza.
Eso es lo que la Gendarmería Nacional de Argentina cree que le pasó al fiscal Alberto Nisman, cuya sorpresiva muerte el 18 de enero de 2015 conmocionó al país.
Nisman era el encargado de investigar el atentado contra el centro comunitario Asociación Mutual Israelí de Argentina (AMIA), en 1994, el peor ataque en la historia del país: dejó 85 muertos y hasta hoy sigue sin resolverse, en medio de muchas versiones.
Falleció horas antes de presentarse ante el Congreso para dar detalles sobre una denuncia que comprometía fuertemente a la entonces presidenta, Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015), quien, con estas nuevas revelaciones, vuelve a tomar protagonismo en el caso.
Esa denuncia, que Nisman presentó ante un juzgado tres días antes de morir, acusaba a la exmandataria y a otros funcionarios del gobierno kirchnerista de haber negociado con Irán para encubrir a los autores del ataque contra la AMIA.
Unos meses después de su deceso, la denuncia por encubrimiento fue desestimada por la justicia, aunque el caso se reabrió en 2016, un año después de que Fernández dejó el poder, y aún está siendo investigado.
En tanto, la causa que investiga el fallecimiento de Nisman tuvo pocos avances. Hasta ahora las autoridades se inclinaban por la hipótesis de un suicidio, que algunos atribuían a las presiones por la denuncia.
Esa conclusión ?la del suicidio- es la que alcanzaron los peritos del Cuerpo Médico Forense, dependiente de la Corte Suprema de la Nación, quienes en 2016, a pedido de la jueza de la causa, informaron que no habían encontrado ningún indicio de que la muerte fuera un homicidio.
Sin embargo, la familia de Nisman y su exesposa, la jueza federal Sandra Arroyo Salgado, presentaron otro informe en el que expertos independientes aseguraron que había sido un "magnicidio".
Para esclarecer las dudas la justicia convocó a una Junta Interdisciplinaria y ordenó a un grupo de expertos de la Gendarmería Nacional que realicen un nuevo peritaje.
Este estudio halló evidencias novedosas, por ejemplo la presencia de ketamina en el cuerpo de Nisman -que no había sido descubierta antes ya que no fue buscada- y analizó las pruebas presentadas por la familia Nisman.
Los resultados son los que se dan a conocer ahora y los que, por primera vez, coinciden con la postura de la querella de que Nisman "fue asesinado".
¿Qué cambia?
La mayoría de los expertos coincide que las conclusiones de la Junta Interdisciplinaria harán que cambie la carátula de la causa, actualmente definida como "muerte dudosa".
Pero ¿qué impacto real tendrá si el caso se define ahora oficialmente como un "homicidio"?
BBC Mundo se lo preguntó a Damián Pachter, el primer periodista que reveló la noticia de la muerte de Nisman en la noche del 18 de enero de 2015, y quien actualmente trabaja en Israel para el canal internacional i24NEWS.
"Al ser homicidio, esto implicaría buscar a los responsables intelectuales y materiales, que según las pericias habrían sido al menos dos", explicó Pachter, quien ha seguido de cerca el caso.
"En cuanto a quién lo planificó, será la justicia quien finalmente lo decida", señaló.
Para el periodista, quien abandonó Argentina en 2015 en medio de acusaciones de que lo estaban espiando, la hipótesis del suicidio implicaba que "no había otro responsable salvo Nisman".
"Tal vez este cambio ponga a muchas personas nerviosas, entre ellas, a exfuncionarios o cercanos al kirchnerismo", afirmó.
¿Qué dice Cristina Kirchner?
Consultada por este nuevo giro en la causa, la expresidenta, hoy candidata a senadora, recordó que ella misma había llegado a la conclusión sobre el homicidio unos días después de conocerse la muerte del fiscal.
Efectivamente, el 22 de enero de 2015 la entonces mandataria publicó una declaración en su sitio web oficial en la que catalogó la muerte de Nisman como "el suicidio (que estoy convencida) no fue suicidio".
En esa declaración, Fernández sugirió que a Nisman "le plantaron información falsa" para que hiciera la denuncia contra ella y sus funcionarios. "Lo usaron vivo y después lo necesitaban muerto. Así de triste y terrible", acusó, sin identificar a los presuntos culpables.
"Hoy no tengo pruebas, pero tampoco tengo dudas", afirmó en ese momento.
¿Pero qué dice ahora sobre las personas que creen que fue su gobierno el que estuvo detrás del crimen?, le consultó hace unos días el sitio Infobae, que la entrevistó en la antesala de los comicios legislativos de octubre próximo.
"Es un disparate que digan que nosotros tuvimos algo que ver. Es una acusación sin fundamentos; no lo creen ni quienes lo formulan", aseguró Fernández.
Este jueves, la principal líder de la oposición también cuestionó el informe de la Gendarmería, asegurando que "es una inmensa bomba de humo para ocultar a Santiago Maldonado", en referencia al joven cuya desaparición ?presuntamente en manos de miembros de esa fuerza? sigue causando un revuelo en el país.
Lagomarsino, el único detenido
En la entrevista con Infobae, la expresidenta apuntó los dardos contra el informático Diego Lagomarsino, la única persona imputada en el caso Nisman, quien declaró haberle dado el arma con el que murió y además fue presuntamente el último que lo vio con vida.
Los medios argentinos dan por hecho que tras cambiar la carátula de la causa, el fiscal Eduardo Taiano ordenará nuevas medidas para investigar a Lagomarsino.
Sin embargo, aún si se logra determinar algo nuevo sobre el único imputado, quedarán muchas preguntas sin responder.
¿Quiénes fueron los dos atacantes? ¿Quién los envió?
Y lo que desvela a muchos: ¿Qué sabía Nisman? ¿Qué iba a declarar ante el Congreso? y ¿Por qué lo mataron?".