La explosión de 2.700 toneladas de nitrato de amonio dentro de una bodega en Beirut causó daños severos en las inmediaciones y su impacto se sintió decenas de cuadras más allá.
Al menos 137 personas murieron y cerca de 5.000 resultaron heridas. Imágenes satelitales revelan el alcance de los daños físicos, no solo en el puerto sino en gran parte de una ciudad que estaba habituada a los daños provocados por la guerra.
El crucero Orient Queen había atracado en Beirut y estaba anclado a unos cientos de metros del almacén cuando ocurrió la explosión.
El efecto del estallido hizo que la embarcación se sumergiera y volcara. Un miembro de la tripulación murió y otro todavía se encuentra desaparecido, de acuerdo a la empresa operadora del crucero, Abou Merhi Cruises.
Además, sus oficinas fueron destrozadas por el potente estallido.
El silo -el gran edificio blanco de almacenamiento de grano que estaba en el puerto- recibió gran parte del impacto de la detonación.
Genevieve Langdon, profesora de Ingeniería de Explosión e Impacto de la Universidad de Sheffield, dijo que los granos que estaban dentro del silo se habrían comprimido por la enorme presión del estallido, pero también habrían absorbido gran parte de la onda explosiva.
"Cuando la onda expansiva golpeó la pared del silo, probablemente disipó una gran cantidad de energía", dijo Langdon.
"Sin el silo en el camino, creemos que el daño en el área hubiera sido peor", agrega.
Agencias de ayuda señalaron que cerca de 300.000 personas se quedaron sin hogar debido al accidente y se teme que se presente escasez de medicinas y alimentos para atender a los damnificados.
El presidente de la organización de asistencia Médicos sin Fronteras, Mego Terzian, señaló que los almacenamientos de medicinas y vacunas que estaban en el puerto resultaron afectados y que el mayor centro para la atención de diálisis, ubicado en el centro de Beirut, quedó completamente destruido.
Terzian comparó las consecuencias de la explosión con las que causó el conflicto interno en el país, desde 1975 hasta 1990.
"Vivimos experiencias difíciles y similares durante la guerra libanesa", le dijo el médico a la agencia AFP.
El comercio marítimo del país se trasladó al puerto de Trípoli, la segunda ciudad más grande, con la idea de recibir allí las ayudas humanitarias que vengan desde el extranjero.
Qatar, Kuwait y Jordania señalaron que enviarán hospitales de campaña para apoyar a las víctimas de la explosión
Los centros comerciales y los restaurantes del centro de Beirut, hacia el oeste del área de la explosión, no escaparon a los daños.
Ventanas y escaparates quedaron destrozados por la explosión.
El gobernador de la ciudad, Marwan Abboud, dijo que la reparación de la propiedad pública y los edificios patrimoniales probablemente costará cerca de US$1.000 millones.
Los fieles de la mezquita Mohamed al Amin, que habían estado orando juntos solo unos días atrás, comenzaron a limpiar los escombros que dejó la explosión.
Y la limpieza también comenzó en la iglesia cristiana de San Jorge.