Las autoridades de Arkansas ejecutaron este jueves por la noche, con el uso de unos polémicos fármacos, al primero de ocho presos cuya muerte fue programada para ocurrir antes del 31 de abril.
A Ledell Lee le fue aplicada la pena capital por medio de inyección letal en una prisión del sureste del estado. Había sido sentenciado por el delito de homicidio.
Lee era uno de los ocho presos condenados a la pena capital a quienes el gobierno de Arkansas quiere ejecutar en plazo de apenas 11 días, un hecho sin precedente en EE.UU.
La causa de este ajustado cronograma tiene que ver con que el Departamento de Correccionales de Arkansas tiene un suministro del fármaco midazolam, usado para estas inyecciones letales, cuya fecha de expiración es el 30 de abril.
A partir de esa fecha, las autoridades tendrán dificultades para adquirir este producto, pues las empresas farmacéuticas que lo elaboran se niegan a suministrarlo a las prisiones que aplican la pena de muerte en EE.UU.
Lee fue condenado tras ser considerado culpable por la muerte en 1993 de Debra Reese, una mujer de 26 años que perdió la vida al ser apaleada con una llave para desmontar las ruedas de un vehículo.
Lee siempre negó haber tenido alguna responsabilidad en lo ocurrido con Reese.