Un tribunal de San Francisco de Macorís sentenció a Marlon Martínez a 30 años de prisión por el asesinato de Emely Peguero, una adolescente de 16 años cuya muerte causó conmoción en República Dominicana.
Martínez era novio de Peguero, quien estaba embarazada de cinco meses cuando desapareció el 27 de agosto de 2017.
Nueve días más tarde hallaron su cuerpo con señales de haber sido sometida a un aborto, probablemente forzado, y ruptura craneal.
La justicia también condenó a Marlin Martínez, la madre de Marlon, a quien los jueces sentenciaron a 5 años de cárcel por los delitos de sustracción de menores y ocultamiento de cadáver.
El caso encendió las alarmas sobre los terribles casos de asesinatos de mujeres y los puso en la agenda pública.
Durante la búsqueda de Emily, las autoridades se encontraron los cadáveres de otras dos jóvenes de 18 años de edad. Una de ellas había sido asesinada por su padrastro y la otra por su novio y un cómplice de éste, lo que puso aún más en evidencia la gravedad de los asesinatos de mujeres en el país.
La muerte de Peguero fue uno de los 153 feminicidios perpetrados entre enero y agosto de 2017 en República Dominicana, país que ocupa el segundo lugar de la región en este tipo de crímenes.
"La mataron porque no querían que tuviera a su bebé"
Genaro Peguero, el padre de la víctima, contó a BBC Mundo que vio algunos de los mensajes de texto intercambiados por su hija y la madre del novio en el que ésta pedía que abortara. "Mi hija le dijo que no, que ella quería tener al bebé. Ya tenía cinco meses y que sabía que iba a ser varón", aseguró por teléfono.
"La mataron porque no querían que tuviera a su bebé", apuntó.
Peguero murió desangrada a causa del aborto o por el golpe en la cabeza. "Se la llevaron de aquí para que abortara. No querían matarla, pero algo salió mal. Tal vez mi hija quiso escapar", dijo.
El informe forense preliminar recoge que las causas de la muerte fueron la hemorragia interna del útero por aborto inducido y el golpe contundente en la cabeza con hundimiento del cráneo.
Al día siguiente de la desaparición de la adolescente, Marlon y Marlin Martínez dijeron ante las cámaras de televisión que no sabían dónde estaba. Se mostraron consternados y le pedían a Peguero que volviera, que no los hiciera sufrir más.
Sin embargo, tras una serie de contradicciones, así como de pruebas en su contra entre los que se encuentran el testimonio del guardia de su apartamento y grabaciones en cámaras de seguridad, Marlon Martínez se declaró culpable y fue arrestado.
Emely Peguero y Marlon Martínez "se conocían desde muy pequeñitos", dijo el padre de la joven.
Eran vecinos y cuando la madre de Marlon, Marlin Martínez, se iba a trabajar a la capital, se quedaban en la casa de la familia Peguero.
"A mí nunca me gustó la relación porque la madre siempre fue muy prepotente. Pero mi hija me decía que estaba enamorada y que en el corazón no se manda", explicó.