La Corte Suprema de Justicia de El salvador ordenó la liberación el jueves de tres mujeres que habían sido condenadas a 30 años de prisión por no haber llevado a término sus embarazos.
Las tres mujeres, que afirman haber sufrido abortos espontáneos, habían sido declaradas culpables de homicidio agravado.
Alba Rodríguez y María del Tránsito Orellana ya habían cumplido nueves años de su sentencia, mientras que Cinthia Rodríguez llevaba más de 11 años en la cárcel.
El país centroamericano tiene algunas de las leyes antiaborto más estrictas del mundo.
Las mujeres que abortan se enfrentan a penas de entre dos a ocho años de cárcel que pueden aumentar hasta los 40 años si se las encuentra culpables de homicidio agravado.
Y docenas de salvadoreñas han sido enviadas a la cárcel por la muerte de sus fetos incluso cuando afirman haber sufrido abortos espontáneos o mortinatos.
"Me siento muy feliz de haber recuperado mi libertad, de reunirme con mi familia", le dijo Cinthia Rodríguez a la prensa luego de salir de prisión.
A las tres mujeres se les notificó la decisión de la corte de conmutar sus sentencias a través de una carta del viceministro de justicia y seguridad de El salvador en vísperas del Día Internacional de la Mujer.
"Desproporcionadas e inmorales"
Según la Agrupación Ciudadana por la Despenalización del Aborto Terapéutico, Ético y Eugenésico (ACDATEE), la corte determinó que las mujeres estaban cumpliendo sentencias "desproporcionadas e inmorales".
El máximo tribunal concluyó además que sus familias estaban siendo afectadas negativamente por su encarcelamiento.
Los activistas dicen que durante los últimos 10 años al menos 30 mujeres encarceladas bajo las estrictas leyes antiaborto de El salvador han sido liberadas luego de nuevos juicios o de revisiones judiciales.
Sin embargo, al menos otras 20 mujeres continúan en prisión.
El mes pasado, Evelyn Beatriz Hernández Cruz, de 20 años, fue liberada luego de que la corte ordenara un nuevo juicio.
La joven había sido condenada a 30 años de cárcel por haber dado a luz un mortinato en la letrina de su casa.
La organización internacional de defensa de derechos humanos Amnistía Internacional dice que El Salvador "es uno de los países más peligroso del mundo para ser mujer".