Cuando Mick Miners, un granjero de Nueva Gales del Sur, en el sureste de Australia, vio por primera vez el gran objeto negro que sobresalía del suelo en una parte de sus tierras, pensó que era un árbol muerto.
Pero al mirarlo más de cerca y luego de la verificación de algunos expertos, se enteró de que era algo que había caído del espacio.
La Agencia Espacial Australiana (ASA) dijo más tarde que provenía de una cápsula de SpaceX, la firma del multimillonario Elon Musk.
Los especialistas describieron el descubrimiento como "raro" y "superemocionante", pero dijeron que tales eventos pueden volverse más comunes en el futuro cercano.
El objeto cayó el 9 de julio en la región, pero el granjero Mick Miners no lo descubrió hasta varias semanas después.
Más tarde, se encontraron otras dos piezas cerca, y la ASA le pidió a cualquiera que encontrara más objetos que se comunicara con una línea directa sobre escombros especiales de SpaceX.
"Superemocionante"
Brad Tucker, un astrofísico de la Universidad Nacional de Australia, fue llamado para examinar el objeto de la granja.
A menudo se le llama para realizar investigaciones similares, la gran mayoría de las cuales resulta en piezas que no son basura espacial.
"Ha sido superemocionante ver todo esto de cerca. Nunca había visto caer una pieza de basura espacial como esta" , dijo en un video.
Don Pollacco, profesor de astrofísica en la Universidad Warwick de Reino Unido, coincidió en que era muy raro que los desechos espaciales tocaran tierra.
Explicó que, si bien caen del espacio a la Tierra todos los días, la gran mayoría impacta los océanos, pues éstos cubren la mayor parte del planeta.
Además, el único caso registrado de una persona que fue golpeada fue Lottie Williams, quien resultó ilesa cuando un pedazo de basura espacial aterrizó en su hombro en Oklahoma, EE.UU., en 1997.
Otros incidentes incluyen daños a edificios en Costa de Marfil en 2020 por piezas de un cohete chino.
Sin embargo, los hallazgos en tierra pueden volverse más comunes, especialmente porque la cantidad de cohetes enviados al espacio ha aumentado enormemente en los últimos años.
El Sol también se está moviendo hacia un ciclo más activo, agregó el profesor Pollacco, lo cual genera un efecto en cadena que hace que caigan más escombros a la Tierra.
Quizás más preocupante es un estudio de la Universidad de Columbia Británica de Canadá, publicado en julio, que encontró que había un 10% de posibilidades de que una o más personas mueran a causa de los desechos espaciales en la próxima década.
Pero el profesor Pollacco dice que la posibilidad de que una persona resulte herida todavía es "casi cero".
"No creo que la gente deba asustarse. La probabilidad de ser golpeada pòr uno de estos objetos es increíblemente pequeña", aseguró.
SpaceX no respondió de inmediato a la solicitud de comentarios de la BBC.