El horror que todavía viven los niños yazidíes que fueron víctimas de Estado Islámico
La pesadilla que vivieron miles de niños yazidíes en 2014 sobrevive en los campamentos donde permanecen refugiados.
Amnistía Internacional reportó que los menores de esta minoría religiosa y étnica que sobrevivieron al brutal cautiverio a manos del llamado grupo Estado Islámico en Irak todavía sufren graves problemas de salud física y mental.
Y son casi 2.000 los que no reciben la atención que necesitan, según el organismo de defensa de los derechos humanos.
De acuerdo con un informe de Amnistía, presentado este jueves, los menores fueron casi abandonados por autoridades y necesitan desesperadamente apoyo a largo plazo.
Miles niños yazidíes fueron asesinados, secuestrados, esclavizados y abusados sexualmente cuando el grupo extremista invadió su tierra natal en 2014.
Cuando los militantes irrumpieron Sinjar, en el norte de Irak, los yazidíes tuvieron que huir hacia las montañas y soportar hostigamiento y cautiverio hasta al menos 2017.
Datos
Se estima que 7.000 mujeres y niñas fueron víctima de violaciones y otros abusos como la privación de su libertad.
Algunos de los niños perdieron extremidades en los ataques, mientras que varias de las menores que fueron sometidas a violencia sexual y ya no podrán tener hijos.
La ONU calificó a lo sucedido como un genocidio.
Amnistía pide que las mujeres yazidíes que tuvieron bebés de los combatientes de Estado Islámico sean reacomodadas junto a sus hijos en otros países.
Basado en decenas de entrevistas en el norte de Irak, el informe dice que los niños sobrevivientes sufren "lesiones debilitantes a largo plazo", así como trastornos de estrés postraumático, cambios de humor y ataques de pánico.
Además, los servicios de educación son escasos en los campamentos de desplazados, donde decenas de miles de yazidíes siguen refugiados.
Las mujeres que fueron obligadas a casarse con combatientes del grupo extremista también luchan para lidiar con el daño psicológico sufrido.
"Quiero decirle a todos en el mundo, que nos acepten y acepten a nuestros hijos. No quería tener un bebé de estas personas, me vi obligada a tener un hijo", le dijo Janan, una sobreviviente de 22 años, a Amnistía.
Por otra parte, muchas mujeres yazidíes se separaron de sus hijos cuando huían del último bastión del Estado Islámico en Siria.
"Todas hemos pensado en suicidarnos, o tratamos de hacerlo", dijo Hanan, de 24 años cuya hija le fue arrebatada.
El informe de la entidad señala que las madres deben reunirse con sus hijos de forma permanente.
"Estas mujeres fueron esclavizadas, torturadas y sometidas a violencia sexual. No deberían sufrir más castigos", afirmó Matt Wells, subdirector del equipo de respuesta a crisis de Amnistía.
El directivo añadió que "tras soportar los horrores de la guerra a una edad extremadamente temprana, ahora necesitan el apoyo urgente de las autoridades nacionales iraquíes y de la comunidad internacional para construir su futuro".