El estudio forense que afirma que las manchas de sangre de la Sábana Santa de Turín son falsas
El Santo Sudario o la Sábana Santa de Turín es una de las piezas más reverenciadas por los creyentes católicos, pero también un misterio que durante décadas ha llamado la atención de los científicos.
La sábana, preservada en la catedral de la ciudad italiana, parece mostrar la imagen del cuerpo de hombre con barba, los brazos cruzados y varias heridas.
Muchas personas creen que es el manto de tela con el que se recubrió a Jesucristo para enterrarlo luego de su crucifixión.
Sin embargo, a la lista de investigaciones que ponen en duda su autenticidad, se suma ahora un nuevo estudio forense que dice tener pruebas de que las manchas de sangre que se ven en la prenda son falsas.
"Nuestro estudio se suma a la evidencia de que el sudario es un artefacto medieval y no una reliquia sagrada", le dice a BBC Mundo Matteo Borrini, el científico forense autor del estudio, quien trabaja como investigador en la Universidad John Moores de Liverpool, Reino Unido.
Siguiendo el rastro de la sangre
Para llegar a esta conclusión, Borrini y su equipo utilizaron un técnica muy común en la medicina forense llamada Análisis del Patrón de Manchas de Sangre (BPA, por sus siglas en inglés), que consiste en observar el tamaño, la forma y la distribución de los rastros de sangre para revelar cómo se produjeron las heridas.
De hecho, el objetivo de Borrini no era analizar la veracidad del sudario si no simplemente ver de qué manera el BPA se puede utilizar en piezas antiguas.
Para ello utilizaron a un voluntario y un maniquí y sobre ellos recrearon las heridas que habría recibido Jesucristo en la cruz.
Luego, al observar imágenes en alta resolución del sudario, observaron que la forma en la que corría la sangre no coincidía con los patrones que se ven en la tela.
"Los dos riachuelos (de sangre) en la parte posterior de la mano izquierda del Santo Sudario solo son consistentes con un sujeto de pie con los brazos en un ángulo de 45 grados", dice el estudio.
Es decir, no coinciden con las manchas que la sangre hubiera dejado si al momento de ponerle manto hubiera estado crucificado o acostado.
Para Borrini, su experimento es un indicio de que el Santo Sudario es "algo que se hizo de manera artificial", quizás con algún fin didáctico o simbólico.
De hecho, la Iglesia Católica no sostiene que el Santo Sudario sea una pieza genuina pero sí lo considera un símbolo que recuerda el sufrimiento de Cristo.
Borrini, quien es católico, afirma que su hallazgo no cambia en nada su fe en Cristo.
"Nuestra fe no se basa en el sudario, sino en los evangelios", dice.
"No necesitamos ninguna prueba física para creer en Jesucristo y en su resurrección".
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