El esfuerzo y las dificultades de los musulmanes en Reino Unido para no ser estigmatizados
Hace un año, la policía del distrito de Manchester debió pedir disculpas por utilizar a un falso "terrorista musulmán" para un ejercicio de una operación antiterrorista.
El objetivo era preparar a los servicios de emergencia para un potencial ataque terrorista en la segunda región más poblada de Reino Unido.
Para dicho ejercicio, realizado en mayo de 2016 en un centro comercial con 800 voluntarios, se presentó un "atacante suicida" gritando: "Allahu Akbar" ("Dios es grande" en árabe).
Las críticas no se hicieron esperar.
Varios activistas señalaron entonces que "cualquiera podía ser un terrorista", y que era necesario "alejarse de los estereotipos".
Este lunes Manchester fue escenario de un ataque suicida que otra vez hace temer a la comunidad musulmana local por posibles generalizaciones nocivas.
Salman Abedi, un británico de 22 años, detonó un explosivo en el vestíbulo del estadio Manchester Arena tras un concierto de la cantante estadounidense Ariana Grande.
En el ataque murieron 22 personas, incluidos niños, y resultaron heridos otros 59.
Tras el atentado, los residentes de Manchester y, en particular, los líderes de la comunidad musulmana local, condenaron el ataque.
"Que no nos divida"
Esta ciudad, de más de medio millón de habitantes, es hogar de una de las mayores poblaciones musulmanas del país.
Según el último censo de 2011, 15,8% de la población de Manchester pertenece a esta religión.
Pero después de que el atacante fuera identificado como un musulmán británico de familia libia y que el autodenominado Estado Islámico reivindicara el ataque, los líderes musulmanes temieron que su comunidad fuera vinculada al atentado.
Harun Khan, secretario general del Consejo Musulmán de Reino Unido, dijo: "Mis pensamientos y oraciones acompañan a las víctimas y a sus familias".
"Que los perpetradores enfrenten todo el peso de la justicia tanto en esta vida como la próxima", agregó.
Mohammed Shafiq, presidente ejecutivo de la Fundación Ramadán en Manchester, que promueve la cohesión de las comunidades, declaró que el letal ataque era "el día más oscuro" en la historia de la ciudad.
"Rechazamos este terrorismo bárbaro. Nos comprometemos a exponer la ideología diabólica de violencia que está detrás de esto y apoyamos a nuestros conciudadanos de Manchester", dijo.
Por su parte, el alcalde de Manchester, Andy Burnham, declaró: "No dejaremos que este acto de terrorismo nos divida".
"A quienes les gustaría responsabilizar de este hecho a la comunidad musulmana, me temo que eso está equivocado".
El alcalde también hizo una referencia al asesinato, el año pasado, de la parlamentaria laborista Jo Cox, en manos de un británico blanco.
"Este (ataque en Manchester) es un acto extremista y la persona que lo hizo no representa para nada a la comunidad musulmana, como tampoco la persona que mató a Jo Cox representaba para nada a la comunidad cristiana blanca".
El hombre encontrado culpable del asesinato de Cox, Thomas Mair, gritó: "Primero Reino Unido", antes de apuñalar y disparar contra la parlamentaria a quien acusó de "traicionar a los blancos" de este país.
También se informó cómo en medio de la confusión que surgió tras el ataque el lunes, cuando muchos adolescentes y niños que habían asistido al concierto de Ariana Grande se encontraron perdidos o alejados de sus padres, varios taxistas (entre ellos musulmanes y sijs) recogieron a las víctimas y las transportaron sin cobrar sus tarifas.
Lo que se temía
No faltaron, sin embargo, las reacciones islamofóbicas tanto en medios como en las redes sociales.
Katie Hopkins, una conocida y polémica columnista del tabloide británico Daily Mail, generó una controversia después de publicar un tuit en el que usó la frase: "Necesitamos la solución final".
La frase, estrechamente vinculada al genocidio de judíos por parte de la Alemania nazi, fue usada para referirse a cómo el país debe responder al letal ataque en Manchester.
Hopkins, quien a menudo ataca el islam, fue reportada a la policía por "comentarios que incitan al odio" y rápidamente borró el tuit y reemplazó la palabra "final" por "verdadera".
También hubo usuarios de redes sociales que se apresuraron a defender a la comunidad musulmana.
"Debemos recordar que estos no son actos religiosos. Sólo interpretaciones perversas", escribió el usuario @heyes_ali.
"Perseguir a una religión entera por las acciones de extremistas en Manchester es como se crean más terroristas, no como se combate al terrorismo", tuitea @ChrisJZullo.
Manchester y muchas otras ciudades multiculturales de Inglaterra, son consideradas, en general, como localidades que han logrado asimilar positivamente a diversas culturas.