La imagen de Murtaza Ahmadi con una bolsa de plástico celeste y blanca con el nombre de Messi y el número 10 en la espalda tuvo tanto impacto en internet que el entonces niño de cinco años pudo conocer al astro argentino.
Fue una historia que conmovió al mundo, pero que ahora está teniendo consecuencias en su vida.
Murtaza, de 7 años, se vio forzado a abandonar su casa en el sureste de Afganistán y trasladarse a Kabul tras recibir amenazas del Talibán, según informó su familia.
Es la segunda vez que han tenido que huir de su hogar tras refugiarse temporalmente en Pakistán en 2016.
La fama que rodea al apodado "pequeño Messi" tras su encuentro con el legendario futbolista y recibir una camiseta autografiada de parte del propio jugador lo han convertido en un objetivo del Talibán.
"Militantes en la región estuvieron llamando y diciendo: 'Te has vuelto rica, paga el dinero que recibiste de Messi o nos llevaremos a tu hijo'", le dijo su madre Shafiqa a la agencia de noticias AFP.
Ella agregó que no pudieron recoger sus cosas -incluyendo la famosa camiseta- cuando huyeron de su casa en medio de la noche tras escuchar disparos.
Aumento de la violencia
La familia de Murtaza forma parte de un grupo étnico de origen chiita -Hazara- que ha sido atacado por las milicias sunitas.
La provincia de Ghazni, donde residían, sigue bajo control del Estado, pero dada su importancia estratégica se ha convertido en un foco de los enfrentamientos entre el gobierno y el Talibán.
El grupo radical lanzó una gran ofensiva en la región en agosto y ha reanudado sus ataques en noviembre, forzando a miles de personas a huir de sus casas.
El estallido de violencia causó cientos de muertos en la zona.
El hermano de Murtaza, Humayoon, le dijo a la agencia EFE que no han podido enviarlo a la escuela en los últimos dos años debido a su fama y a que tampoco lo dejan jugar solo en la calle.
Pese a todos los problemas, Murtaza sigue diciendo que extraña a su ídolo y que le gustaría volver a verlo.