El cuestionado negocio de las armas en España, y en particular las exportaciones de armamento a Arabia Saudita, vuelve a estar en el ojo del huracán, en medio del conflicto en Yemen, que la ONU calificó como una "catástrofe humanitaria", y tras los atentados terroristas que sacudieron Barcelona el pasado mes de agosto.
Según datos del Instituto Internacional de Estocolmo para la Investigación de la Paz (SIPRI, por sus siglas en inglés), España ocupa el séptimo lugar del ranking global de exportaciones de armamento, aunque a mucha distancia de las grandes potencias que ocupan los principales.
"A pesar de ocupar el séptimo lugar del ranking global de exportaciones, su porcentaje no ha pasado del 3% en los últimos años según el SIPRI y ninguna de sus industrias aparece entre las 100 primeras del mundo según el ranking del SIPRI para 2015", le explicó a BBC Mundo Félix Arteaga, investigador principal de Seguridad y Defensa del Real Instituto Elcano.
No obstante, las ventas de armas desde España se han multiplicado considerablemente desde el año 2000.
Pese a que la cuota del mercado que tiene España es pequeña en comparación con los grandes exportadores, hay algo en este negocio que preocupa a organizaciones y sociedad civil: los clientes.
Según el SIPRI, España se ha convertido, en el período 2012-2016, en el tercer proveedor de armas de Arabia Saudita, un país involucrado en conflictos regionales como el de Yemen, que la ONU calificó de "desastre humanitario".
Amnistía Internacional, junto con otras organizaciones internacionales como Oxfam, lidera una campaña llamada Armas bajo control, y exige al gobierno español detener las exportaciones de armas a Arabia Saudita, ante "los indicios" de que "las partes enfrentadas en el conflicto de Yemen han cometido, con total impunidad, graves violaciones del derecho internacional".
"Hay indicios de que España ha violado su propia legislación y el derecho internacional", le dijo a BBC Mundo Alberto Estévez, experto en armas de Amnistía Internacional. "No está aplicando correctamente la ley", agrega, refiriéndose a la prohibición de exportar armas en situaciones en las que existen indicios de que pueden servir para cometer atrocidades.
Las ventas de material de defensa desde España al reino del Medio Oriente llegaron casi a los 1.400 millones de euros en ese mismo período (2012-2016), según los datos publicados por la Secretaría de Comercio, dependiente del Ministerio de Economía.
Por su parte, Arabia Saudita fue el segundo importador de armas más importante del mundo, solo por detrás de India, en el período 2012-2016, según el SIPRI.
Además de España, los principales proveedores de armas ese país son Estados Unidos, Reino Unido y Francia.
El conflicto de Yemen
La principal preocupación es que las armas que España exporta a Arabia Saudita terminen en Yemen, algo que quebrantaría la propia ley española y el derecho internacional.
El conflicto iniciado en 2015 en Yemen, entre fuerzas del gobierno apoyadas por una coalición dirigida por Arabia Saudita y el movimiento rebelde de los hutíes, ha sumido al país en una terrible crisis humanitaria.
En dos años de guerra, hogares, hospitales y colegios han sido destruidos por los bombardeos aéreos sauditas y más de 3.000 civiles han muerto.
Un bloqueo impuesto por la coalición ha desatado un desastre humanitario, con el 70% de la población necesitada de ayuda.
Involucrado en esa operación, Arabia Saudita fue en 2015 el tercer país con mayor gasto militar en el mundo, aunque cayó al cuarto lugar en 2016, tras gastar un 30% menos que en el año anterior, según el SIPRI.
Tanto la legislación española como el Tratado sobre el Comercio de Armas -del que España es parte- son mecanismos usados para asegurar una exportación responsable de armamento y que las armas exportadas no se usen para cometer violaciones al derecho internacional.
Uno de los supuestos bajo el cual las transferencias de armas estarían prohibidas es si "en el momento de autorizar la exportación, se tiene conocimiento de que podrían utilizarse para cometer ataques dirigidos contra bienes de carácter civil o personas civiles protegidas como tales".
En los informes sobre las exportaciones realizadas y autorizadas de material de defensa que publica anualmente, el gobierno español argumenta que en las transacciones con Arabia Saudita incluye documentos de control de uso y destino final, acompañados de cláusulas de no reexportación o uso fuera del país.
"Cada solicitud de exportación autorizada a Arabia Saudita y a los países de la Liga Árabe ha estado acompañada de garantías de uso final y de estrictas cláusulas de no reexportación", dijo la secretaria de Estado de Comercio, Marisa Poncela García, en su comparecencia ante el congreso el pasado mes de mayo para presentar el informe de la exportación de material de defensa en 2016.
"Concretamente, en todos los documentos de uso final asociados a las licencias aprobadas a Arabia Saudita en 2015 y 2016 las autoridades de este país certificaron que los equipos y las municiones iban a ser destinados a uso interno y en ningún caso iban a ser reexportados sin el visto bueno de las autoridades españolas", agregó.
Pero esto no es suficiente para las organizaciones, que demandan un mayor control.
"Cuando hay indicios racionales de que las armas pueden ser desviadas, la ley dice que deben denegar las autorizaciones", dijo Estévez, de Amnistía Internacional.
"El certificado de uso final no deja de ser un documento. Puede ser papel mojado".
El problema radica, para Amnistía Internacional, en que, por un lado, las reuniones en las que se autorizan las exportaciones de armas son secretas, por lo que no se sabe cómo se evalúa el riesgo de uso de las armas en Yemen".
Por otro lado, España no dispone de mecanismos de control sobre el terreno que examinen que efectivamente las armas españolas no se estén usando en Yemen.
"Estamos luchando con un gigante. Predominan los intereses económicos", dijo el experto en armas de Amnistía.
¿Qué armas están involucradas?
La mayor parte de los ingresos reportados en cuando a la venta de armamento desde España a Arabia Saudita corresponde a aviones de reabastecimiento y repuestos para aeronaves, pero también munición, bombas y granadas.
Para las organizaciones que demandan el cese de las exportaciones desde España a Arabia Saudita, esto también representa un problema.
"Hay un alto porcentaje en munición, artillería, bombas?" dijo Estévez. Por otro lado, "los aviones de reabastecimiento son esenciales en la campaña (de Arabia Saudita) en Yemen.
Sin embargo, para Arteaga, del Real Instituto Elcano, "los equipos incluidos en las estadísticas de exportación de los últimos años no parecen contravenir ese Tratado (sobre el Comercio de Armas) que, en su mayoría, corresponde a equipo militar de aviación fabricado en cooperación con socios europeos".
"Cuando se constata ese riesgo, la Junta (Interministerial Reguladora del Comercio Exterior de Material de Defensa y de Doble Uso) procede a denegar las exportaciones", agregó. Ese organismo es el encargado de autorizar las exportaciones de armamento.
Pero, "no puede evitar que Arabia Saudita o un comprador autorizado utilice el material previamente ya exportado", puntualizó Arteaga.