Cuando Diana Sánchez fue recluida en la Cárcel del Condado de Denver el 14 de julio de 2018, tenía más de ocho meses de embarazo.
La joven, en ese entonces de 26 años, notificó al personal de salud de la prisión sobre su avanzado estado de gestación, según alega en una demanda que presentó esta semana contra las autoridades de Denver.
El motivo de su denuncia: la dejaron dar a luz sola en su celda.
El Departamento del Alguacil de Denver asegura que ha cambiado sus políticas para evitar que suceda algo similar a este incidente, que ocurrió el 31 de julio de 2018.
Desde las cinco de la mañana de ese día, Sánchez habló con los agentes de la prisión y las enfermeras "al menos ocho veces, informándoles que estaba experimentando contracciones", de acuerdo a la denuncia. Pero no la atendieron.
La mujer, que estaba presa por cargos de robo de identidad, terminó en trabajo de parto sola en su celda durante las siguientes cuatro a cinco horas, sin asistencia médica.
Una enfermera la examinó después de que se le rompiera la fuente, pero solo le dio una toalla absorbente, sin llamar a una ambulancia, alega la acusación.
Sánchez se vio obligada a parir a su bebé "en un banco duro y frío, a los pies de un inodoro", a las 10:44 de la mañana.
En los minutos posteriores al nacimiento, ninguna de las enfermeras presentes secó o calentó al bebé, ni le limpió la mucosa de la nariz y la boca, ni le administró antibióticos, lo pesó o midió, sostiene la demanda.
La denuncia de Sánchez acusa a la ciudad y al condado de Denver, al Centro Médico de Salud de Denver y a otras seis personas de "no cumplir por completo con su deber legal y moral".
Cambio de políticas
En un comunicado a los medios, el Departamento del Alguacil de Denver dijo que el alguacil Patrick Firman había ordenado una "investigación exhaustiva" inmediatamente después del incidente.
La revisión de los hechos determinó que "los alguaciles adjuntos habían tomado las medidas apropiadas a las circunstancias y seguido las políticas y procedimientos pertinentes".
El Departamento del Alguacil también aseguró que el Centro Médico de Salud de Denver brinda "atención médica integral" en sus dos cárceles y que los profesionales están "alojados en las instalaciones de la cárcel y tienen unidades médicas destinadas" a dar atención.
"Empatizamos con cualquiera que esté en la cárcel durante el embarazo, incluida Sánchez", dice el mensaje. "Sánchez estaba en la unidad médica y bajo el cuidado de profesionales médicos de la salud de Denver en el momento en que dio a luz".
"Para asegurarse de que nada de esto vuelva a suceder, el Departamento del Alguacil de Denver ha cambiado sus políticas para garantizar que las reclusas embarazadas que están en cualquier etapa del parto sean transportadas inmediatamente al hospital", afirma la declaración.
"Trauma emocional"
Mari Newman, abogada de Sánchez, dijo a la cadena CBS que fueron más de cinco horas en la que su clienta "estuvo en trabajo de parto, pidiendo ayuda y gritando de dolor y simplemente no la llevaron al hospital".
"La idea de que un ser humano pueda ser tratado de esta manera es realmente inconcebible", señaló la abogada.
Sánchez estaba presa por emitir un cheque utilizando la cuenta de su hermana, pero fue liberada a los pocos días del parto, según la agencia de noticias EFE.
"Pusieron en riesgo la vida de mi hijo. Cuando llegué al hospital, me dijeron que podría haber muerto desangrada", dijo la joven a la cadena local KDVR en agosto de 2018.
La denuncia de Sánchez dice que la "conducta escandalosa" del personal violó los derechos constitucionales de la madre y su bebé.
"Esta demanda lleva a rendir cuentas a los funcionarios que eligieron cruelmente la conveniencia sobre la compasión", añade.
"El que debía haber sido uno de los días más felices de su vida fue, en cambio, un día de terror, dolor y humillación innecesarios que continúan causándole un trauma emocional continuo" a Sánchez, dice la acusación.