Un busto de Adolfo Hitler, la escultura de una águila imperial, un macabro instrumento para medir la dimensión de cráneos estampado con una esvástica están entre la mayor colección de artefactos nazi jamás encontrados en Argentina, según las autoridades.
Unos 75 objetos estaban escondidos en la residencia de un coleccionista en Beccar, un suburbio a unos 21 kilómetros al norte de Buenos Aires, y fueron recuperados por la Policía Federal Argentina (PFA).
Las autoridades sospechan que se trata de piezas originales que pertenecían a altos funcionarios del régimen nazi en Alemania, durante la Segunda Guerra Mundial.
Así lo explicó la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, añadiendo que muchos de los objetos venían acompañados de antiguas fotografías que podían establecer la procedencia de los artefactos.
Eso les agregaría mayor interés y valor histórico. "Sería una manera de comercializarlos, demostrando que fueron utilizados... por el Führer. Hay fotos de él con los objetos", declaró Bullrich.
Además del busto y una escultura en relieve de Hitler, se encontraron varios instrumentos de uso médico dentro de elegantes estuches, incluyendo uno para medir el cráneo.
Entre otros objetos inquietantes había juguetes que Bullrich describió como artículos para adoctrinar niños y una estatua del águila imperial nazi sobre una esvástica.
"Estamos conmovidos, es muy impresionante el hallazgo de estas piezas originales con simbología nazi, emblemas de una trágica época de la historia", declaró la ministra.
La funcionaria agregó que "ya no estarán más circulando o a la venta", y precisamente sobre las piezas con simbología nazi, adelantó que "serán llevadas al Museo del Holocausto".
El hallazgo fue el resultado de una larga investigación que terminó con el allanamiento, el viernes 9 de junio, de dos locales de un centro comercial en Vicente López y de una residencia en Beccar.
Los objetos se encontraban guardados en habitaciones ocultas detrás de una pared falsa.
Se está tratando de determinar cómo llegaron esos objetos al país, pero una de las hipótesis es que fueron traídas por oficiales nazis que buscaron refugio en Argentina después de la Segunda Guerra Mundial.
También se incautó una gran cantidad de antigüedades de origen alemán, japonés, chino y egipcio, ingresadas ilegalmente al país y que "están dentro de la lista roja de la Unesco".
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