"No me causaba placer verme en la situación de contradecir al presidente, podías sentir que era algo que no iba a pasar sin tener consecuencias".
Así describió el trabajo con el expresidente Donald Trump un visiblemente distendido doctor Anthony Fauci en su regreso a la sala de prensa de la Casa Blanca este jueves.
Y es que Fauci se hizo famoso por sus matizaciones y en ocasiones desmentidos de los errores que divulgaba el entonces presidente Donald Trump en las conferencias de prensa sobre el coronavirus.
"Se dijeron cosas, como las relacionadas con la hidroxicloroquina, que eran incómodas porque no se basaban en hechos científicos", recordó en relación al medicamento promovido por Trump sin que hubiera evidencia de que podía servir para tratar el covid-19.
"Siempre lo dije todo, por eso a veces me metía en problemas", recordó sobre Trump, quien llegó a quejarse de que el epidemiólogo gozara de más popularidad que él.
Y agregó, aliviado, sobre su primer día de trabajo con el gobierno de Joe Biden: "La idea de que puedes venir aquí y hablar sobre lo que sabes, cuál es la evidencia, la ciencia y saber que eso es todo, dejar que la ciencia hable, es una liberación".
"Una de las cosas con este nuevo gobierno es que si no sabes la respuesta, no la inventas, reconoces que no sabes", agregó sonriente.
También prometió seguir siendo totalmente transparente, por lo que cuando haya algo que a su juicio se esté haciendo mal en el nuevo gobierno, lo señalará.
Un panorama difícil en EE.UU.
Horas antes este jueves, el presidente Biden anunció las medidas que tomará su gobierno para luchar contra la pandemia que para febrero habrá dejado más de 500.000 muertos, según las estimaciones.
"La situación empeorará antes de mejorar", advirtió el presidente al presentar las 10 órdenes que firmó bajo el Plan de Acción Nacional contra el Coronavirus.
Al respecto, Fauci dijo que una de las prioridades será acelerar la vacunación para alcanzar entre 70% y 85% y tener la inmunidad colectiva algo que considera podría hacer que empezara a regresar "la normalidad".
"La preocupación que tengo, y algo en lo que estamos trabajando, es llegar a personas que tienen dudas sobre las vacunas, que no quieren vacunarse, porque muchos se muestran escépticos al respecto", expuso.
"El mejor escenario para mí es que tengamos el 85% de las personas vacunadas al final del verano. Si lo hacemos, entonces para cuando lleguemos al otoño, creo que podemos acercarnos a un grado de normalidad", continuó.
Estados Unidos había aplicado hasta este jueves la mitad de las casi 38 millones de vacunas distribuidas, lo que representa una tasa de 5,62 por cada 100.000 habitantes, según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades.
Eso ubica al país en quinto lugar mundial, pero aún lejos de la tasa de 35,45 de Israel.