Coronavirus: ¿cuál es la distancia de seguridad recomendable para evitar contagiarse de Covid-19?
El ministro de Salud de Argentina recomienda "tomar dos metros de distancia" con las personas, pero ante la pandemia del coronavirus, la mayoría de los gobiernos latinoamericanos no han establecido ninguna medida precisa sobre la distancia que debemos mantener los unos de los otros.
En el resto del mundo, el gobierno australiano recomienda mantener una separación con otras personas de al menos 1,5 metros como una de las medidas de "distanciamiento social" pensadas para limitar la propagación del nuevo coronavirus.
Pero, ¿por qué 1,5 o 2 metros? ¿Es nuestra mejor estimación o hay alguna evidencia científica sólida que respalde estas distancias?
El coronavirus se transmite de persona a persona cuando alguien con el virus tose o estornuda. Por lo tanto, las personas que mantienen un contacto cercano con alguien infectado presentan un alto riesgo de contagio.
Y es que las gotas respiratorias pueden caer en su boca o nariz. Alternativamente, también podrían caer en la cara y, por consiguiente, la próxima vez que se la toque podría infectarse.
Sabemos que el virus de la influenza se transmite de manera similar.
Un estudio muestra que cuando los profesionales de la salud están a 1,8 metros de pacientes con gripe, su riesgo de infectarse aumenta.
Mientras más cerca se esté, más grande será el chorro
Si realizas una rápida búsqueda en internet encontrarás una gran cantidad de videos que muestran la expulsión de gotas que ocasiona un estornudo.
Pero carecemos de una buena evidencia que nos permita saber con certeza qué tan lejos viajan las gotitas infecciosas y cuál sería una distancia "segura".
Los estudios en laboratorios no se traducen automáticamente a situaciones de la vida real. Luego existen las variables sobre el número de partículas infecciosas; cuánto sobreviven en el aire; cuánto influye la humedad; y por último cuál es la velocidad de expulsión de este tornado de gérmenes.
Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) aseguran que la gripe puede propagarse a una distancia de hasta 1,8 metros. El mensaje clave es que mientras más cerca se esté, más grande será el chorro.
Hasta el momento, aún no se han hecho investigaciones similares sobre el coronavirus. Pero la similitud en la forma en que se propaga la influenza significa que podemos aplicar lo que sabemos de ella en la forma de propagación del coronavirus.
¿Qué se recomienda?
La recomendación de 1,5 metros no solo se basa en nuestro conocimiento de la gripe sino que también se trata de una distancia práctica que nos permite sobrellevar nuestra vida diaria.
Obviamente no es una medida precisa, ni garantiza absolutamente que evitaremos la propagación del virus. Pero una distancia aproximada es mejor que no mantener ninguna distancia.
La falta de rigor científico detrás de estas recomendaciones se confirma en los variados consejos que se dan en todo el mundo.
El Servicio Nacional de Salud de Reino Unido recomienda que las personas con síntomas se mantengan al menos a 2 metros de las demás.
Los CDC recomiendan que se debería establecer "una distancia" con otros individuos, sin especificar cuánta.
Y finalmente, la Organización Mundial de la Salud aconseja mantener al menos 1 metro con cualquier persona que tosa o estornude.
Entonces, la idea general es: no te acerques.
¿Qué significa esto en términos prácticos?
Pero, ¿cómo nos mantenemos a 1,5 metros de distancia, sin llevar una cinta métrica?
Puedes tener en cuenta que la medida es el equivalente a dos brazos aproximadamente, pero no te preocupes por eso. Un poco menos está bien, un poco más es mejor.
Para resumir, en este momento, evitar el contacto cercano con las demás personas es importante y mantenerse a 1,5 metros de distancia no es una ciencia exacta. Lo relevante es que mantengas una distancia sensata y práctica con los demás.
Es solo una de las estrategias que podemos usar fácilmente para ayudar a frenar la propagación de este virus.
Y, por supuesto, lavarse las manos y quedarse en casa.
Philip Russo es profesor asociado y director del Departamento de Investigación en Enfermería de la Universidad Cabrini Monash
*Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation y es reproducido aquí bajo licencia Creative Commons. Haz clic aquí para leer la historia en su versión original (en inglés).