EEUU cierra consulado chino en Houston y Pekín lo califica como una escalada sin precedentes
El humo fue visto primero como peligro de incendio y luego como un motivo de preocupación.
En la tarde del martes, los bomberos acudieron a las cercanías del consulado chino en Houston, el más antiguo del país asiático en EE.UU., tras recibir reportes de una humareda en el patio.
Luego, videos caseros y medios locales reportaron que no se trataba de un incendio, sino que los oficiales del consulado estaban quemando papeles, señal que suele anunciar problemas en cualquier oficina diplomática.
Horas más tardes se conoció que Washington había ordenado su cierre y que había dado 72 horas para hacerlo efectivo. El motivo: un supuesto "patrón nacional de espionaje" e intento de robo de investigación científica por parte del ejército chino con la ayuda de diplomáticos de Houston.
Pekín reaccionó enérgicamente este miércoles y consideró la decisión de la Casa Blanca como una "provocación política".
El anuncio del cierre del consulado ha sido visto como otro golpe a las relaciones entre los dos países, que se han deteriorado notablemente desde que comenzaron una guerra comercial el año pasado y que se volvieron a agravar tras la pandemia de coronavirus y la imposición por parte de China de una controvertida ley de seguridad en Hong Kong.
¿Qué dice EE.UU.?
En un comunicado en la noche del martes, el Departamento de Estado anunció que tomaba la decisión como una reacción ante años de "espionaje ilegal masivo" y "operaciones de influencia" que han aumentado "considerablemente" en los últimos tiempos.
"Hemos ordenado el cierre del Consulado General de la República Popular China para proteger la propiedad intelectual y la información privada de los estadounidenses", indicó la portavoz del Departamento de Estado, Morgan Ortagus.
La vocera agregó que Estados Unidos "no tolerará las violaciones" de China a "la soberanía estadounidense" ni la "intimidación" de sus ciudadanos, a la vez que cuestionó "prácticas comerciales desleales", "robo de empleos estadounidenses y otros comportamientos atroces" por parte del gobierno asiático.
Ortagus apeló a la Convención de Viena sobre relaciones diplomáticas, según la cual los Estados "tienen el deber de no interferir en los asuntos internos" de un país anfitrión.
En una declaración separada, el Departamento de Estado acusó a China de participar "en espionaje masivo ilegal y operaciones de influencia", interferir en la "política interna" de EE.UU., así como "coaccionar a nuestros líderes empresariales, amenazar a familias de chinos estadounidenses que residen en China y más."
De acuerdo con ese comunicado, la decisión fue tomada "para proteger la propiedad intelectual estadounidense".
Este miércoles, en una conferencia de prensa en Copenhague, Dinamarca, el secretario de Estado Mike Pompeo aseveró que el robo de propiedad intelectual en Estados Unidos ha sido un problema "persistente".
"Estamos estableciendo expectativas claras sobre cómo se va a comportar el Partido Comunista Chino. Y cuando no lo hagan, tomaremos medidas que protejan al pueblo estadounidense, nuestra seguridad, nuestra seguridad nacional y también nuestra economía y empleos", dijo.
¿Qué respondió China?
El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Wang Wenbin, consideró que la decisión era "indignante e injustificada" y aseguró que su país tomaría represalias.
"De seguir este camino equivocado, China reaccionará con contramedidas firmes", dijo.
Wang calificó la orden de EE.UU. como "una escalada sin precedentes" y opinó que Washington violó el derecho internacional e instó a reconsiderar la decisión para evitar una escalada.
"En realidad, en términos de la cantidad de embajadas y consulados chinos y estadounidenses en los países de cada uno y la cantidad de personal diplomático y consular, Estados Unidos tiene mucha más gente trabajando en China", dijo.
Este miércoles, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Pekín publicó una advertencia a los estudiantes chinos en EE.UU. en la que les pide que "estén alertas".
Aunque no ofrece pruebas, el texto asegura que "las agencias policiales de los EE.UU. han intensificado los interrogatorios arbitrarios, el acoso, la confiscación de pertenencias personales y la detención dirigida a los estudiantes internacionales chinos" que viven en el país.
¿Cuán relevante era el consulado?
El consulado chino en Houston es uno de las seis misiones que tiene Pekín en Estados Unidos (incluida la embajada en Washington DC y la oficina ante la ONU).
Fue el primero que abrió Pekín en suelo estadounidense en 1979 tras el inicio de las relaciones diplomáticas entre los dos países.
La oficina consular cubría ocho estados del sur de Estados Unidos, incluida Texas, Florida y estados asociados como Puerto Rico.
Su equivalente en China era el consulado de la ciudad de Wuhan, que fue evacuado tras el inicio de la pandemia y que desde entonces no ofrece servicios.
Medios de Estados Unidos señalan que el hecho de que EE.UU. haya elegido el consulado de Houston implicará que Pekín ordene en reciprocidad el cierre de la oficina diplomática en Wuhan, que en la práctica ya no está operativa.
El senador independiente Angus King, también miembro del Comité, le dijo a CNN que no estaba al tanto de actividades de espionaje recientes y expresó temor de que se tratara de una jugada electoral.
"Mi preocupación es: ¿tiene esto que ver con una confrontación con China o con las elecciones en cuatro meses?".
Una espiral de enfrentamiento
Por Jonathan Marcus, corresponsal de asuntos diplomáticos de la BBC
Esto es claramente un desarrollo significativo en la lucha diplomática entre Washington y Pekín.
El cierre del consulado chino en Houston se produce poco después de que apareciera la noticia de una acusación estadounidense contra dos hombres a los que señalan de espiar el desarrollo de vacunas estadounidenses en nombre de los servicios de seguridad de China.
No está claro si los dos episodios están vinculados. Pero está claro que el gobierno de Trump está decidido a intensificar su señalamiento público contra Pekín.
En medio de una campaña de reelección presidencial y con la economía y la sociedad de EE.UU. golpeadas por la pandemia de covid-19, Trump ha determinado que hay una ventaja política en jugar la carta de China.
Es difícil ver cómo Beijing puede evitar una respuesta equivalente.
El peligro ahora es una batalla en espiral de ojo por ojo, impulsada en parte por consideraciones internas de Estados Unidos, que solo puede empeorar las complejas y en desarrollo tensiones entre los dos países.
¿Por qué han aumentado las tensiones entre China y EE.UU.?
Aunque las tensiones entre los dos países parecieron tomar una pausa tras el acuerdo que puso fin a la guerra comercial el año pasado, la pandemia de coronavirus ha puesto otra vez las diferencias políticas a flote.
El martes, poco antes del anuncio del cierre del consulado, el Departamento de Justicia de EE.UU. acusó a China de patrocinar piratas informáticos que supuestamente habían estado atacando laboratorios que desarrollan vacunas para el covid-19.
Dos ciudadanos chinos fueron acusados de presunto espionaje a compañías de investigación estadounidenses y de obtener ayuda de agentes estatales para otros robos.
Esta semana, EE.UU. anunció además nuevas maniobras en el Mar de China Occidental, la disputada región del Pacífico donde Pekín ha tratado de ganar influencia y donde se han reportado incidentes navales entre las flotas de los dos países.
Este mes, tanto Pekín como Washington enviarán misiones a Marte, lo que ha sido visto como otra muestra de una nueva carrera espacial entre las dos naciones.
Sin embargo, entre los incidentes que más han marcado sus relaciones en los últimos tiempos han estado:
- El coronavirus: el presidente Trump se ha referido repetidamente al covid-19, cuyos primeros casos se reportaron en Wuhan a fines de 2019, como el "virus de China". El mandatario también dijo que el virus se originó en un laboratorio chino, a pesar de que sus propios oficiales de inteligencia lo desmintieron. En respuesta, funcionarios chinos sugirieron que el coronavirus podría haberse originado en Estados Unidos, también sin evidencia.
- Propiedad intelectual: Trump siempre ha acusado a China de prácticas comerciales injustas y de robo de propiedad intelectual, pero en Beijing existe la percepción de que Estados Unidos está tratando de frenar su ascenso como potencia económica mundial.
- Hong Kong: la imposición por parte de China de una nueva ley general de seguridad nacional en Hong Kong en junio llevó a Estados Unidos a revocar el trato económico preferencial de la región.
¿Qué puede haber detrás?
Pese a las acciones anteriores durante las últimas semanas, la posición de Trump hacia China ha sido duramente cuestionada por medios estadounidenses y congresistas demócratas.
El mandatario, aunque ha hablado del "virus de China", también ha expresado frecuentemente su admiración por el presidente Xi Jinping y llegó a resaltar los esfuerzos del país asiático para contener el covid-19.
Trump fue cuestionado por no tomar medidas antes contra Pekín por el internamiento masivo de musulmanes en campos de concentración, algo que según un libro del exasesor de Seguridad Nacional John Bolton, el propio Xi le había contado a Trump que haría, a lo que el estadounidense le dio luz verde.
Aunque el presidente firmó una orden ejecutiva y aprobó una ley del Congreso para sancionar a funcionarios chinos por la represión de las libertades civiles en Hong Kong, sus críticos lo han cuestionado por no haber asumido un discurso crítico y tomar acciones más energéticas.
En este contexto y a menos de 100 días de las elecciones, según el diario The New York Times, los estrategas de campaña de Trump han decidido que las acciones contra China sean un mensaje central de la campaña.