La ciudad de Brindisi, en el sur de Italia, se volvió un pueblo fantasma por varias horas este domingo.
Más de 54.000 personas tuvieron que abandonar sus hogares en lo que la prensa local no ha tardado en calificar como "la mayor evacuación en tiempo de paz en la historia del país".
¿El motivo? Las complejas tareas de desactivación de una vieja bomba de la II Guerra Mundial que encontraron el mes pasado durante las obras de remodelación de un cine.
De acuerdo con el diario Correo della Sera, la bomba, que mide 1 metro de largo y contiene 40 kg de dinamita, habría sido lanzada por la aviación británica sobre la ciudad portuaria en 1941, hace 78 años, pero nunca detonó.
Tras varios estudios sobre la mejor forma de retirarla, las autoridades italianas llevaron a cabo la tarea este domingo, para lo que pidieron que toda la población que vivía en casi 2 km a la redonda del lugar donde se encontró el artefacto explosivo abandonara temporalmente sus hogares.
Como parte de la operación, el aeropuerto de la ciudad, la estación de tren, dos hospitales y una prisión fueron cerrados y más de 200 reclusos fueron trasladados a otra cárcel por motivos de seguridad.
De acuerdo con las autoridades, las tareas de desactivación se realizaron con éxito y el lunes trasladarán la bomba a un lugar remoto para una explosión controlada.
Las bombas sin detonar de la II Guerra Mundial siguen siendo un problema frecuente en varias naciones de Europa e Italia no es la excepción.
Según el diario Il Fatto Quotidiano todavía quedan al menos 10 bombas sin explotar lanzadas por los aliados dentro de los cimientos del sitio arqueológico de Pompeya, mientras se cree que el mayor número en todo el país se encuentra en la frontera con Austria.