Pagó US$5 millones para conseguir la libertad bajo fianza y ahora la acaba de perder por un mensaje que publicó en Facebook.
Martin Shkreli, el polémico exejecutivo de una empresa farmacéutica que se hizo famoso tras aumentar 5.000% el precio de un medicamento, fue encarcelado el miércoles por orden de un juez estadounidense que lo consideró como un peligro para la ciudadanía.
Shkreli, de 34 años de edad, fue bautizado como "el hombre más odiado de Estados Unidos" cuando la empresa para la que trabajaba, Turing, compró el fármaco Daraprim -un medicamente necesario para ciertos pacientes con las defensas bajas- y aumentó exponencialmente su precio.
En diciembre de 2015, las autoridades detuvieron a Shkreli, acusándolo de varios cargos por fraude durante un trabajo anterior como gestor en la compañía MSMB Capital y director de la compañía farmacéutica Retrophin.
Entonces, se declaró inocente y quedó en libertad tras pagar la millonaria fianza.
Sin embargo, el mes pasado un jurado de Nueva York lo declaró culpable de tres acusaciones de fraude, aunque lo exoneró de otras cinco.
Ahora está aguardando conocer la sentencia que se espera para el próximo enero.
Pero, la detención de este polémico exejecutivo no tiene nada que ver con estos juicios.
Un cabello de Clinton
La jueza Kiyo Matsumoto ordenó poner tras las rejas a Shkreli luego de que este publicó un mensaje en Facebook ofreciendo US$5.000 a quien le consiguiera una hebra del cabello de la excandidata presidencial demócrata Hillary Clinton.
El mensaje fue publicado el pasado 4 de septiembre, poco después de que Clinton inició una gira para promover su nuevo libro What happened? (¿Qué ocurrió?).
La juez consideró que el mensaje de Shkreli constituía un peligro para la ciudadanía, rechazando sus argumentos de que sus palabras estaban amparadas por la libertad de expresión.
"Esta es una propuesta de agresión a cambio de dinero. Eso no está protegido por la Primera Enmienda", dijo Matsumoto.
Shkreli había argumentado que el post (que posteriormente borró) era una sátira.
Su abogado, Benjamin Brafman, dijo que estaban decepcionados con la decisión judicial pero que tendrán que resignarse a su cumplimiento.