Cómo las protestas por el racismo en Europa despertaron "el monstruo dormido" de la extrema derecha"
Europa se sacudió otra vez este sábado con protestas contra el racismo y la brutalidad policial.
Pero mientras miles de manifestantes salían a las calles inspirados por las protestas por la muerte del afroestadounidense George Floyd en custodia policial en EE.UU., grupos de extrema derecha se les enfrentaron, lo que provocó altercados violentos, incluidos ataques a la policía.
La situación se volvió especialmente tensa en Londres, en Reino Unido, donde multitudes de contra-manifestantes blancos se enfrentaron repetidamente con las fuerzas de seguridad.
El primer ministro Boris Johnson, quien solo un día antes había criticado las manifestaciones antirracismo y exhortó a los británicos a evitarlas, calificó de "matones racistas" a los que realizaron los ataques a la policía.
Johnson afirmó que las marchas de protesta habían sido subvertidas por la violencia y aseguró que "el racismo no tendría cabida en el Reino Unido".
Denise Richards, que pertenece al movimiento Black Lives Matter en Derbyshire, dijo que su capítulo había decidido no protestar en Londres este sábado para evitar confrontaciones.
Richards le dijo al programa Today de BBC Radio 4 que los manifestantes pacíficos temían ser atrapados en violentos enfrentamientos con manifestantes de extrema derecha y que esto podría "empañar" el trabajo de Black Lives Matter.
Las marchas y manifestaciones antirracistas en Europa han llevado a la destrucción de las estatuas vinculadas a la esclavitud y las demandas de un ajuste de cuentas con la discriminación racial.
Los manifestantes europeos denuncian el racismo todavía existente en sus países y piden que las autoridades tomen medidas para evitarlos.
Enfrentamientos en Francia
En Francia, donde se han reportado protestas desde la pasada semana, las manifestaciones por la muerte de Floyd también recordaron una situación similar: el caso de Adama Traoré, un joven de 24 años que murió en 2016 tras un arresto policial.
La concentración se mantuvo en gran medida pacífica, aunque los agentes de policía arrojaron gases lacrimógenos y se enfrentaron con los manifestantes al final de la tarde.
Al igual que en Londres, la atmósfera en París se había volvió tensa cuando aparecieron activistas de extrema derecha, quienes desplegaron una gran pancarta roja que decía "White Lives Matter" en el techo de un edificio.
Algunos de los manifestantes lanzaron fuegos artificiales a los activistas de extrema derecha, quienes luego fueron expulsados de la zona.
Protestas similares en Lyon terminaron en enfrentamientos con la policía, que disparó gases lacrimógenos en respuesta a los manifestantes que les arrojaron botellas y piedras, según informes de los medios locales.
Algunas manifestaciones también se llevaron a cabo en Alemania, incluida la ciudad de Stuttgart, pero fueron mucho más pequeñas que las de los fines de semana anteriores.