Funcionarios ambientales dijeron que cerca de 45.000 animales murieron como resultado del descarrilamiemto de un tren que transportaba químicos tóxicos este mes en una ciudad de Ohio, en EE.UU.
La cifra del Departamento de Recursos Naturales de Ohio (ODNR, por sus siglas en inglés) actualiza la estimación inicial de 3.500 animales muertos tras el accidente del 3 de febrero.
Los animales murieron en un radio de 8 km del lugar del accidente, dijeron las autoridades.
Los esfuerzos de limpieza continúan en East Palestine en medio de una investigación federal.
El accidente
Un total de 38 vagones descarrilaron en el accidente, 11 de los cuales transportaban materiales peligrosos. Varios de los residentes empezaron a reportar malestares posteriormente.
Mary Mertz, directora del ODNR, dijo en una conferencia de prensa el jueves que los 43.700 animales encontrados muertos eran especies acuáticas y que no existía evidencia de que los químicos del tren hubieran causado la muerte a animales terrestres.
Se cree que ninguno de los animales pertenecía a una especie amenazada o en peligro de extinción.
Sin embargo, Mertz agregó que ya se han visto algunos peces vivos regresando a una de las vías fluviales afectadas por el descarrilamiento del tren.
No hay señales de que ninguno de los productos químicos haya matado animales en el cercano río Ohio, añadió.
"Debido a que los productos químicos estaban contenidos, no hemos visto señales adicionales que indiquen que la vida acuática esté sufriendo", dijo, y agregó que todas las muertes habían ocurrido inmediatamente después del accidente de hace tres semanas.
Los momentos antes del accidente
Por su lado, la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB, por sus siglas en inglés) dijo que la tripulación del tren había tratado de reducir la velocidad momentos antes del accidente después de descubrir que la balinera de una de las ruedas se había calentado.
Momentos antes del descarrilamiento, la balinera alcanzó a establecer un "umbral" de 123 ºC por encima de la temperatura normal, según el informe preliminar de la NTSB.
Cuando el maquinista aplicó los frenos al tren, también se inició un sistema de frenado automático, lo que permitió que el tren se detuviera, según la NTSB.
"Después de que el tren se detuvo, la tripulación vio fuego y humo", según el informe.
El informe no encontró evidencia de que el tren circulara por encima del límite de velocidad de 80 km/h.
Son pocos los detalles que contiene sobre las causas del descarrilamiento en sí.
"100% evitable"
En una conferencia de prensa en Washington DC, la presidenta de la NTSB, Jennifer Homendy, dijo que el accidente pudo haberse evitado.
"Llamamos estas cosas accidentes", dijo. "No hay accidente. Todos los eventos que investigamos se pueden prevenir".
Un informe final probablemente tomará entre 12 y 18 meses, precisó Homendy.
Los incendios en el lugar del descarrilamiento se lograron controlar el 5 de febrero, pero a las autoridades les preocupaba que cinco de los vagones, que transportaban 437.500 litros de cloruro de vinilo -un gas inodoro utilizado para fabricar PVC- pudieran explotar.
Por lo cual, los funcionarios hicieron una quema controlada de la sustancia que lanzó una enorme columna de humo negro sobre East Palestine.
La NTSB dijo que tiene su propia investigación en curso que se centrará en las ruedas y el diseño del carro tanque, así como en la quema del cloruro de vinilo y la respuesta al accidente.
La compañía se defiende
La empresa que operaba el tren, Norfolk Southern, ha defendido su respuesta.
Hablando con la CNN el miércoles, el director ejecutivo, Alan Shaw, dijo que la compañía ya ha pagado US$6,5 millones a los residentes que viven cerca de la escena.
El jueves, el secretario de Transporte de EE.UU., Pete Buttigieg, visitó East Palestine, luego de reconocer a principios de esta semana que "podría haber hablado antes" sobre el incidente.
El secretario de Transporte se ha convertido en un pararrayos en medio de la frustración local por el manejo que se ha tenido del descarrilamiento.
En declaraciones a los periodistas desde el sitio, Buttigieg culpó a Norfolk Southern y al gobierno del expresidente Donald Trump, a quien señaló de flexibilizar las regulaciones ferroviarias.