La tensión entre las autoridades catalanas y el gobierno de Madrid vive este martes un nuevo capítulo con la realización en Cataluña de un "paro general" en protesta por la actuación policial durante el referéndum de independencia del domingo.
Efectivos de la policía española y la Guardia Civil cargaron contra ciudadanos que querían participar en la votación, que había sido declarada ilegal por el Tribunal Constitucional de España, dejando un saldo de más de 800 heridos.
La huelga de este martes cuenta con el respaldo de los sindicatos regionales, así como con el de los partidos y entidades independentistas.
El paro implicará el cierre de la mayoría de los servicios públicos incluidos educación y sanidad, salvo urgencias.
Para este martes, las entidades soberanistas han convocado una serie de actos bajo el lema "En defensa de los derechos y libertades".
Se trata de actos frente a los colegios en los que se produjeron las operaciones policiales que dejaron escenas de violencia que dieron la vuelta al mundo y fueron condenadas tanto dentro como fuera de Cataluña.
Según las autoridades catalanas, unos 2,3 millones de personas (cerca del 40% de la población con derecho al voto) participaron en la consulta del domingo.
Del total de participantes, el 90% se inclinó por la independencia de Cataluña.
Declaración de independencia
Este lunes, el presidente de la Generalitat (gobierno regional), Carles Puigdemont, pidió establecer una "mediación internacional" para abordar el conflicto catalán y exigió la "retirada de todos los efectivos policiales" destinados estos días a Cataluña por el Estado para impedir la celebración del referéndum.
El domingo Puigdemont aseguró que "el gobierno español escribió hoy una página vergonzosa de su relación con Cataluña".
De acuerdo con las denominadas "leyes de desconexión", aprobadas por la mayoría independentista en el legislativo regional, el Parlament, y suspendidas después por el Tribunal Constitucional español, tras el referéndum, la cámara catalana deberá proclamar la independencia de Cataluña en un plazo de 48 horas.
La pregunta ahora es si se producirá la declaración unilateral de independencia, una posibilidad respecto a la que el propio Puigdemont no se ha mostrado concluyente.
Unidad
Mientras, el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, apeló este lunes a la unidad de los partidos constitucionalistas en la defensa del Estado de Derecho frente a las acciones de los independentistas catalanes.
Rajoy se reunió con el líder del opositor Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Pedro Sánchez, y el liberal Albert Rivera, de Ciudadanos, para analizar la situación ante una posible declaración unilateral de independencia.
Sánchez reclamó a Rajoy la apertura de una negociación "de forma inmediata" con Puigdemont, al considerar que "el diálogo es más necesario que nunca".
Mientras, en Bruselas este lunes un portavoz de la Comisión Europea aseguró que confían "en el liderazgo de Mariano Rajoy para gestionar este proceso tan difícil", aunque se mostraron contrarios a la escenas de violencia por la actuación policial para frenar el referéndum.
"La Comisión cree que estos son tiempos para la unidad y la estabilidad, no para la división y la fragmentación", dijo el vocero.