La concha negra, el microorganismo que devora en silencio las históricas murallas de Cartagena
Las famosas murallas de Cartagena defendieron a Colombia de piratas y tropas inglesas, francesas y holandesas y son una de las razones por las que esta ciudad caribeña fue declarada patrimonio de la humanidad por la Unesco.
Anualmente atraen a miles de turistas, y también ayudaron a convertir a Cartagena en una de las urbes amuralladas más conocidas del mundo.
Pero después de resguardar exitosamente a la ciudad favorita de los colombianos durante siglos, los muros de más de 400 años ahora se enfrentan a una nueva invasión: la de la Concha negra.
"La Concha negra es una patología o enfermedad que atraviesa el mineral o los objetos rocosos", le explica a BBC Mundo Aida Barbosa, experta de la Universidad de Cartagena.
"No es una bacteria", aclara, aunque tiene como principal protagonista a un microorganismo que por lo general habita dentro de los moluscos bivalvos de los que toma el nombre, el que devora la piedra silenciosamente.
Aunque las murallas parecen inexpugnables, el daño causado por esta especie que hace hábitat en rocas coralinas ha llevado a que los expertos alerten sobre una emergencia para tratar de salvarlas.
Es más, los investigadores señalan que el apoyo de otros países será necesario para evitar un posible colapso de los muros en el futuro.
Explicación
"Muchas de las fortificaciones en América Latina de esa época fueron hechas con las rocas que tenían a la mano y tenían mucho coral afectado", dice Barbosa de la construcción colonial.
Y, según la microbióloga, la "porosidad alta" de las murallas cartageneras también las hace particularmente vulnerables a la Concha negra.
"Por eso los microorganismos hacen vida en ella, porque es una roca bioreceptiva", le explica a BBC Mundo.
La Concha negra está además presente en la gran mayoría de la fortificación de Cartagena, porque la humedad y el viento crean un "clima perfecto" para el avance del organismo sobre los muros, apunta la investigadora.
"Las condiciones climatológicas hacen que el daño sea mucho más observable", lamenta.
El equipo universitario de investigación que ella coordina lleva 10 años estudiando los efectos de la Concha negra en las murallas Cartagena y ha detectado varias fracturas internas producidas por los microorganismos y las vibraciones generadas por el constante paso de vehículos por sus alrededores.
"Desde el punto de vista físico y químico las reacciones que presenta el monumento muestran cómo se está descalcificando las roca", agrega la microbióloga.
Y los efectos de la Concha negra ya son también visibles para el ojo común, destaca Barabosa.
Salvar los muros
Los expertos de la Universidad de Cartagena estiman que Colombia necesitará de la cooperación internacional y millones de dólares para rescatar a la ciudad amurallada.
Y una de las alternativas planteadas por los investigadores es el uso de una costosa pintura hecha de una aleación de varios componentes que podría "blindar" las áreas más deterioradas de los muros.
La Universidad de Cartagena destaca que esta solución ha sido llevada con éxito en Europa, donde existen monumentos con varios siglos de antigüedad, pero que su elevado costo demandaría apoyo financiero de diversas instituciones.
También se plantea la posibilidad de remplazar algunas de las rocas que se encuentran más dañadas.
Se estima que el 24% de la estructura está afectado por diversas patologías, entre ellas la Concha negra.
Historia
La ciudad amurallada de Cartagena no es solo es considerada un patrimonio universal de la humanidad.
Su historia explica en parte la independencia de Colombia e incluso es reconocida como un aporte a la consolidación de la independencia de otros países.
Construida en el siglo XVI, se la califican como una de las fortificaciones mejores construidas en América Latina junto a las de La Habana, Cuba; y Campeche, en México.
Y es que Cartagena fue uno de los puertos más importantes para el envío de riquezas desde América a la corona española.
Hoy en día, es la ciudad de Colombia que más turistas atrae.
Barbosa afirma que por eso y más razones el país debe preocuparse en conservar los muros.
"Es un patrimonio prehispánico que hoy por hoy se debe conservar por su valor para la humanidad", dice la experta
"Las nuevas generaciones merecen mirar la muralla", concluye.