Sus playas están entre las más bellas del mundo. Cada año más de 6 millones de personas lo visitan y es el principal destino turístico de México.
Pero desde hace un par de años, en Cancún y las localidades cercanas se libra una nueva guerra entre carteles de narcotráfico y bandas locales para controlar el tráfico de drogas en la región.
Es una batalla que se hizo evidente en los últimos días con dos ataques ocurridos lejos de las zonas turísticas, pero que manchan la imagen de esos destinos del sureste de México.
La noche del pasado viernes, cuatro hombres armados ingresaron a un club de nudistas en el centro de Benito Juárez (municipio en el que se encuentra Cancún) y abrieron fuego "en contra de varios clientes", informó la fiscalía local.
El tiroteo dejó cinco personas muertas y cinco más heridas
"Hay tres personas detenidas bajo investigación y se cuenta con elementos suficientes para lograr la captura de todos los responsables", informó la Fiscalía del estado de Quintana Roo.
Otro ataque se produjo el 6 de enero en el bar Las Virginias, en la ciudad de Playa del Carmen (al sur de Cancún), el cual dejó siete personas muertas y una herida en un ataque similar al de La Kuka.
Hombres armados ingresaron a ese local -ubicado en una colonia popular- y dispararon en contra de algunos clientes.
Según el fiscal Óscar Montes de Oca, los presuntos responsables forman parte de una presunta banda de vendedores de drogas y secuestradores de Playa del Carmen.
Como analistas advierten desde hace un tiempo, este tipo de ataques se dan como parte de la violencia entre bandas de criminales por controlar la venta de drogas en zonas de alta demanda como los balnearios del sureste.
"Se nota la disputa de un mercado de drogas que cada vez es más boyante en Cancún", le dijo a BBC Mundo el especialista Ricardo Ravelo, autor de varios libros sobre carteles.
La Encuesta Nacional de Adicciones de 2016 señala que en Quintana Roo el consumo marihuana es más alto que en cualquier otro estado, con un 13,8% de la población (mientras que la media nacional 8,6%).
También es el tercer estado con mayor consumo de cocaína, con 5,8%, mientras que el promedio nacional del uso de esta droga es de 3,5%.
"Narcomenudeo"
En los últimos años, los grupos con presencia en Cancún y el resto de la Riviera Maya, la franja costera de Quintana Roo, son los carteles de Sinaloa, Zetas, del Golfo y Jalisco Nueva Generación (CJNG).
De estos quienes han perdido fuerza son Los Zetas, coinciden especialistas, aunque todavía conservan varios grupos operativos en la zona turística.
Entre 2010 y 2014 la organización mantuvo el control de la región, pero lo perdió tras una batalla con sus exaliados, el grupo de El Golfo.
Pero es una parte de la historia.
En distintos momentos las organizaciones han sufrido divisiones que a su vez formaron sus propias bandas o se aliaron con grupos locales.
A estos se les conoce como "los combos", sicarios que no trabajan con una sola agrupación, explica el investigador Martín Barrón, del Instituto Nacional de Ciencias Penales (Inacipe).
Una figura que cobró relevancia era Leticia Rodríguez Lara, "Doña Lety", quien según Barrón y medios locales encabezaba uno de los principales grupos de traficantes menores de droga.
La mujer formó parte de la Policía Federal.
La ruta del Caribe
Pero el problema de Cancún y de Quintana Roo en general es mayor a la violencia en las calles.
Desde los años 90 la región es una de las principales puertas de entrada de drogas enviadas desde Sudamérica, las cuales eran arrojadas desde avionetas hacia el mar.
Este método se le conocía como "bombardeo" y fue muy común en esos años.
Desde entonces a la Riviera Maya se la conocía como La ruta del Caribe, recuerda el especialista Ravelo.
"Cancún siempre ha sido una región socorrida para la delincuencia organizada", explica.
"Años atrás la explotó el Cartel de Juárez y hoy la disputan Zetas, Sinaloa y El Golfo asociados con grupos internacionales, rusos, chinos y sudamericanos".
Maxiproceso
Desde los años 90 la organización de Juárez estableció vínculos con empresarios mexicanos y extranjeros, que invirtieron el dinero del cartel en la construcción de grandes complejos hoteleros.
Esta red de lavado de dinero fue descubierta en una investigación de la Procuraduría (fiscalía) General de la República (PGR), y la agencia antidrogas de Estados Unidos, la DEA.
El caso, conocido como El Maxiproceso, fue una de las pesquisas más grandes de la historia de México.
Como parte de la investigación fue detenido el exgobernador Mario Villanueva, acusado de lavado de dinero y narcotráfico.
Pero esta clase de asociaciones de carteles e inversionistas aún se mantiene, incluso entre los grupos pequeños que ahora están en guerra explica Ravelo.
"Detrás de estas nuevas células hay una plataforma política que le da soporte, apoyo y protección", afirma.
"Hay alcaldes, regidores, síndicos y ya no hablemos de policías. Protegen a los grupos criminales".
El gobernador de Quintana Roo, Carlos Joaquín, anunció el jueves 10 acciones para mejorar la seguridad, como la instalación de cámaras de vigilancia en las calles, "arcos de seguridad" en carreteras y una nueva corporación estatal de policías.
Sin embargo, ataques como los ocurridos en los últimos días manchan la imagen de la "joya de la corona" del turismo en México.