Petróleo: las cuevas de sal donde donde Trump quiere guardar 75 millones de barriles de crudo
La caída de los precios del petróleo de EE.UU. a niveles nunca antes vistos creó una oportunidad que el presidente Donald Trump quiere aprovechar.
"El crudo está ahora a un nivel que es muy interesante para mucha gente", dijo Trump el lunes, poco después de que el barril de petróleo estadounidense de referencia West Texas Intermediate (WTI) llegara a cotizarse a un precio negativo por primera vez en la historia.
"Si nosotros pudiéramos comprarlo por nada, vamos a tomar todo lo que podamos", agregó al expresar su interés porque el gobierno adquiera 75 millones de barriles de crudo.
El mercado petrolero mundial pasa por horas bajas debido al exceso de oferta y a la caída de 30% en la demanda por los efectos económicos de la pandemia de coronavirus.
Sin embargo, la caída de los precios a futuro del WTI para entrega en mayo ocurrida este lunes responde también a características puntuales del mercado estadounidense, entre las cuales destaca el hecho de que la capacidad de almacenamiento de crudo en el país está llegando a sus límites debido a la acumulación de inventarios.
Y en esto Trump también está viendo una oportunidad de negocio, pues el gobierno estadounidense sí tiene dónde guardar crudo: unas enormes cuevas subterráneas en las que se almacena la reserva estratégica de petróleo de Estados Unidos (SPR, por sus siglas en inglés).
Sal y petróleo
La SPR fue creada en la década de 1970 tras la crisis económica causada por el embargo petrolero que los países árabes impusieron a gobiernos occidentales por su apoyo a Israel durante la guerra de Yom Kippur en 1973.
Como consecuencia de este cese en el flujo petrolero, los precios del crudo se cuadruplicaron para 1974, hubo problemas de escasez de combustible en Estados Unidos y parte de la infraestructura industrial de ese país -diseñada para funcionar con combustible barato- quedó al borde de la obsolescencia.
Fue así como en 1975, se estableció esta reserva estratégica con el fin proteger a Estados Unidos de los vaivenes del mercado petrolero mundial y blindar al país de los problemas que puedan surgir en el abastecimiento de crudo.
Esa función la cumplió durante la Guerra del Golfo en 1991 y luego del huracán Katrina de 2005, que al afectar a parte de la infraestructura energética estadounidense provocó que se usara el petróleo de la reserva estratégica para compensar la caída.
Con capacidad para albergar más de 700 millones de barriles de crudo, la SPR disponía para el pasado 17 de abril de unos 635 millones de barriles.
Físicamente, este crudo está almacenado en un sistema de 60 cuevas subterráneas cavadas en roca salina que se extienden desde Baton Rouge (Luisiana) hasta Freeport (Texas).
La sal es útil para proteger el crudo porque ambas sustancias no se mezclan, por lo que estos depósitos salinos son considerados como un almacén perfecto.
Los negocios de Trump
Desde su llegada a la Casa Blanca, Trump ha fijado su atención en la SPR, con miras a que el gobierno obtenga dinero de la misma.
En 2017, el Ejecutivo estadounidense valoró la posibilidad de vender unos 270 millones de barriles de la reserva para reducir la deuda pública con los US$16.000 millones resultantes de la operación y, al mismo tiempo, amortizar el costo de mantenimiento de la SPR (estimado en US$200 millones al año).
Este año, Trump quiso aprovechar la caída de los precios del petróleo para adquirir crudo barato para la SPR pero aún no ha conseguido que el Congreso apruebe los recursos.
"Esta sería la primera vez en mucho tiempo que la reserva se llena hasta el tope, lo conseguiremos por el precio correcto", dijo el mandatario este lunes.
"Es una gran oportunidad para comprar petróleo y nos gustaría que el Congreso lo aprobara", agregó.
Sin embargo, ante la posibilidad de que los recursos no lleguen, ya el Ejecutivo tiene planes para sacar provecho de la SPR aunque de otra forma.
"Como mínimo, dejaremos que gente (empresas comerciales) almacenen petróleo allí", dijo Trump este lunes.
"Lo usaremos como depósito y cobraremos por ello. La gente necesita un lugar para almacenar (crudo) de forma desesperada y nosotros tenemos un depósito enorme", concluyó.