Brexit, Malvinas y otras crisis por las que el Parlamento británico se ha reunido un sábado
El primer ministro británico, Boris Johnson, lo anunció en Twitter: alcanzó un nuevo acuerdo con la Unión Europea sobre la salida de Reino Unido del bloque.
Pero para que se haga realidad, el parlamento debe aprobarlo. Después de llevarlo tres veces a Westminster, su antecesora, Theresa May, fracasó en lograr un acuerdo que evitara un divorcio abrupto con Bruselas, el llamado Brexit duro.
El nuevo documento modifica uno de los puntos más controvertidos: la frontera física entre Irlanda e Irlanda del Norte.
Boris Johnson se mostró confiado de que los parlamentarios aprobarán el documento en una sesión a la que los británicos prestarán gran atención. Entre otras cosas, porque es un día de descanso para la mayoría.
Será la primera vez en 37 años que el Parlamento británico se reúna un sábado.
¿Cuándo fue la última vez?
Era el 3 de abril de 1982. Podía haber sido un apacible fin de semana. Sin embargo, un día antes, del otro lado del mundo la junta militar argentina había decidido invadir la remota colonia británica de las Malvinas/Falklands.
Eran momentos de crisis económica para el régimen sudamericano, que intentó renovar la unidad nacional a través de una guerra en la que reclamaba soberanía sobre ese archipiélago del sur del Atlántico.
Reino Unido había administrado ese territorio durante 150 años cuando el gobierno de Buenos Aires decidió atacar. La entonces primera ministra británica Margaret Thatcher afirmó que los 1.800 isleños eran "británicos por tradición".
Tras discutirse en Westminster ese sábado de 1982, Downing Street envió un comando militar de 28.000 soldados en 100 barcos para recuperar el remoto territorio británico de ultramar ubicado a 12.700 kilómetros de Reino Unido.
La guerra fue breve, apenas dos meses, pero con un trágico saldo: 907 personas murieron, tres civiles isleños, 255 militares británicos y 649 argentinos.
Malos augurios
De acuerdo al sitio web del Parlamento británico, los diputados británicos se han reunido en Westminster solo cuatro sábados en la historia y casi siempre por crisis bélicas.
La crisis del Canal de Suez, cuando Reino Unido participó en una invasión en Egipto para recuperar el control de este paso marítimo, obligó a los representantes británicos a reunirse un sábado de noviembre en 1956.
A pesar de estar bajo control inglés, el entonces presidente egipcio Gamal Abdul Nasser decidió nacionalizar el Canal. El conflicto no terminó bien para Reino Unido. El presidente estadounidense mostró su desacuerdo con la intervención, y la opinión pública británica tampoco estuvo de acuerdo con la participación de su país en el conflicto.
La presión de Estados Unidos y la amenaza de una posible intervención de la Unión Soviética, obligó a Reino Unido, Francia e Israel a retirar sus tropas de Egipto.
La pérdida de credibilidad tras el conflicto, y sus problemas de salud, impulsaron al entonces primer ministro Anthony Eden a renunciar.
Segunda Guerra Mundial
El 1 de septiembre de 1939, Adolph Hitler invadió Polonia. La expansión de la Alemania nazi generaba temor en toda Europa, y el sábado 2 de septiembre de ese año, Westminster se reunió para decidir qué hacer ante una guerra que podía acercarse a sus fronteras.
Los representantes dieron luz verde al entonces primer ministro Clement Attlee para declarar la guerra a Alemania.
Los parlamentarios han tenido solo un sábado de trabajo tranquilo. El 30 de julio de 1949 se reunieron en el último día de sesiones antes del comienzo de las vacaciones del verano boreal.
Este fin de semana, los parlamentarios votarán el acuerdo negociado por Boris Johnson, cuando va quedando menos tiempo antes de la salida definitiva de Reino Unido de la Unión Europea.
El próximo 31 de octubre es la fecha final para que se cumpla el resultado del referéndum de 2016 en el que poco más de la mitad de los británicos expresaron su deseo de salir del bloque de los 27.
El DUP (Partido Unionista Democrático) ha dicho que no apoyará el acuerdo, mientras que el líder de la oposición, el laborista Jeremy Corbyn, afirmó que este acuerdo no es la solución, porque el pueblo británico debe decidir en un segundo referéndum.
Lo que es seguro es que este sábado será también un día de muchas emociones en Westminster.