Los líderes de la Unión Europea acordaron en principio otorgar una extensión para el Brexit hasta el 31 de enero de 2020, lo que significa que Reino Unido no saldrá del bloque este jueves, como estaba planeado.
El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, declaró que se trataba de una "flextension", queriendo decir que el Brexit podría suceder antes del 31 de enero si el Parlamento británico logra aprobar un acuerdo de salida antes.
La medida sucede cuando la Cámara de los Comunes se apresta a votar para realizar elecciones generales anticipadas, el 12 de diciembre, como propuso el primer ministro, Boris Johnson.
La salida del Reino Unido de la UE estaba prevista para este jueves, 31 de octubre, pero Johnson se vio obligado a pedir una extensión cuando el Parlamento no aprobó el acuerdo de Brexit que había presentado.
El primer ministro había insistido repetidamente en que Reino Unido saldría en esa fecha con o sin un acuerdo, pero una ley -conocida como el Acta Benn- requiere que acepte la oferta de extensión de la UE.
Esto obligó a que, una vez más, no se ejecutara el Brexit, votado en un referendo en junio de 2016.
El presidente del Parlamento Europeo, David Sassoli, dijo que la extensión era "positiva", y "da tiempo a Reino Unido para que aclare lo que quiere".