¿Hubo una "operación Parra"? Las dudas sobre el papel de Maduro en proclamación del rival de Guaidó
La accidentada proclamación de Luis Parra como presidente en la Asamblea Nacional de Venezuela el pasado domingo añadió más incógnitas a la enrevesada crisis política de Venezuela.
La principal es cómo beneficia lo ocurrido al presidente Nicolás Maduro y qué papel jugó en los movimientos para que Juan Guaidó no lograra acceder a la sede de la Asamblea para ser reelegido al frente del órgano legislativo.
Invocando el papel que la Constitución reserva al presidente del legislativo y alegando que Maduro es un "usurpador", Guaidó fue reconocido en 2019 como presidente interino de Venezuela por Estados Unidos y la mayoría de países europeos y latinoamericanos.
¿Intentó Maduro arrebatar a Guaidó el cargo en el que se basó para desafiar su poder?
Un candidato acusado de corrupción
El hasta hace poco desconocido Luis Parra había sido acusado el pasado diciembre en una información de Armando.info de participar junto a otros diputados en una trama de corrupción relacionada con el programa de alimentos subsidiados del gobierno y de mediar en el extranjero en favor de empresarios vinculados a Maduro, lo que motivó su expulsión del partido Primero Justicia.
Parra niega las acusaciones.
Pese a que Maduro lo describe como un "opositor", Parra contó en el tumulto que se produjo en la Asamblea con el apoyo de los diputados chavistas, que se hicieron con el control del hemiciclo en medio de forcejeos y empujones.
Así fue cómo ocupó el sillón que el último año había ocupado Guaidó mientras un fuerte despliegue de la Guardia Nacional le impedía a éste acceder al edificio.
Los periodistas presentes captaron imágenes de Guaidó tratando de saltar la verja que rodea al Congreso y siendo rechazado por los agentes.
Maduro aseguró que "si Guaidó no entró fue porque no tenía los votos".
Un rápido reconocimiento tras una sesión inusual
Pese a que el Tribunal Supremo de Justicia declaró hace años a la Asamblea en desacato y nulas todas sus decisiones, Maduro apareció en la televisión estatal en la misma tarde del domingo para reconocer a Parra como su nuevo presidente.
Las cosas inusuales habían empezado ya antes.
Normalmente son los servicios de prensa de la Asamblea los que se ocupan de la acreditación y acceso de los periodistas, pero el Ministerio de Comunicación había requerido el día anterior los datos de los medios y reporteros que iban a cubrir la jornada, indicando un punto de recogida de las credenciales diferente al habitual.
Ya el domingo, efectivos de la Guardia Nacional iban conduciendo a los periodistas hacia un edificio oficial adyacente a la Asamblea donde recibieron instrucciones de esperar.
Finalmente, un funcionario anunció a los informadores que en breve podrían tomar declaraciones de "un diputado de la oposición", cuya identidad no reveló.
Resultó ser José Brito, otro de los legisladores señalados por presunta corrupción y también expulsado del partido opositor al que pertenecía, que anunció entonces que Parra le iba a disputar a Guaidó la presidencia de la Asamblea en la sesión que iba a celebrarse.
Tras esto, y después de un exhaustivo registro por agentes del Servicio de Inteligencia, (Sebín), los periodistas pudieron acceder al hemiciclo, donde la bancada chavista ya había ocupado sus asientos.
Se vivieron entonces momentos de incertidumbre en los que legisladores de uno y otro bando hacían cuentas sobre quién reunía los votos necesarios, si Parra o Guaidó, y crecían las dudas sobre el paradero del segundo y las causas del retraso en su llegada.
Hasta que alrededor del mediodía, representantes del chavismo ocuparon la zona presidencial del hemiciclo y le entregaron un megáfono a Parra, que "juró" como nuevo presidente de la Asamblea entre los gritos de protesta de los leales a Guaidó en una ceremonia cuya legalidad cuestionan expertos constitucionalistas.
Lo atropellado de la sesión y la actuación de los servicios de seguridad durante toda la jornada ha llevado a muchos observadores a concluir que todo fue una operación orquestada por el gobierno de Maduro.
Para Phil Gunson, del centro de análisis International Crisis Group, "está claro que el gobierno decidió semanas atrás que tenía que recuperar el control del Parlamento inmediatamente al costo que fuera".
Luis Vicente León, de la consultora Datanálisis, resume lo ocurrido en una "operación tosca e ilegítima".
Sin comunicación
Otro de los motivos de sospecha estuvo en los problemas en las comunicaciones que se produjeron en Caracas a lo largo del día.
Durante toda la mañana fue imposible comunicarse telefónicamente o acceder a internet ni en el palacio legislativo, ni en sus aledaños.
Netblocks.org, una asociación dedicada a monitorear la libertad en la red, reportó que la compañía estatal de comunicaciones, CANTV, restringió el acceso a los servicios de Twitter, Facebook, Instagram y YouTube durante varias horas, coincidiendo con el momento en que la Guardia bloqueaba el acceso de Guaidó y otros parlamentarios de la oposición.
El Ministerio de Comunicación no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios al respecto de BBC Mundo.
Un trato distinto en los medios estatales
Casi inmediatamente después de ser proclamado presidente de la Asamblea, Parra comenzó a recibir un trato diferente al dispensado a Guaidó por los medios de comunicación oficiales.
Mientras que Guaidó casi nunca aparecía en la cadena estatal de televisión salvo para ser objeto de los ataques del dirigente chavista Diosdado Cabello en su programa semanal, los venezolanos han podido ver repetidas veces las declaraciones de Parra abogando por "superar la confrontación institucional" en el país.
El investigador Dimitris Pantoulas, especializado en Venezuela, subraya que es "muy, muy raro" que ninguna figura de la oposición tenga cabida en los medios estatales venezolanos.
Con Parra las cosas han empezado a cambiar.
Una oposición diferente
Luis Vicente León recuerda que la Asamblea Nacional, igual que la Presidencia interina de la República atribuida a Guaidó, no son más que "símbolos de la lucha opositora", ya que "ninguno tiene realmente capacidad legislativa ni ejecutiva".
¿Por qué entonces tendría Maduro interés en intentar controlarla?
Los máximos dirigentes chavistas llevan tiempo insistiendo en que en 2020 se celebrarán en Venezuela elecciones legislativas, en lugar de las presidenciales que exigen la oposición y sus aliados internacionales, con Estados Unidos a la cabeza.
Maduro lo repitió nada más reconocer a Parra.
Su gobierno lleva meses impulsando una mesa de negociación con fuerzas minoritarias de la oposición en la que los principales partidos opositores han rechazado participar por considerarla una nueva argucia de Maduro para perpetuarse en el poder.
El plan de Maduro es que esa mesa de diálogo alcance un acuerdo para elegir un nuevo Consejo Nacional Electoral que convoque las parlamentarias.
La aparición de Parra y la toma del control en la Asamblea indica que esos planes podrían acelerarse de manera inminente.
La oposición liderada por Guaidó se verá entonces en la difícil disyuntiva de decidir si participa o si, como ha venido haciendo en las últimas citas electorales, renuncia a presentarse ante lo que considera falta de garantías y cede todo el espacio al chavismo.
Si la decisión es finalmente no participar, el gobierno cuenta con que sí lo harán las fuerzas minoritarias de la oposición que reconocen la legitimidad de Maduro como presidente.
Ya el pasado noviembre, un informe del International Crisis Group señaló que el gobierno "busca reemplazar a la actual oposición, con su control parlamentario y sus poderosos aliados externos, con un grupo de partidos menos hostiles e intransigentes", con los que resultaría más fácil llegar a acuerdos.
El papel de Estados Unidos y Rusia
Los análisis coinciden en que la "operación Parra" ha sido un revés para Guaidó. Los adversarios de Maduro se verán obligados a afrontar en una posición más precaria los "retos titánicos" que León augura de manera inminente.
Según el experto, el primero de ellos será el de "evitar fracturas adicionales y tomar decisiones inteligentes" de cara a la cita electoral que parece acercarse.
Pero quizá haya algo más.
Gunson afirma que "la hipótesis más verosímil" para explicar lo ocurrido en torno a la Asamblea es que Maduro "necesita urgentemente su aprobación en acuerdos para recibir financiación e inversiones de potencias extranjeras".
El viceministro de Finanzas ruso, Serguei Storchak, dijo en una reciente entrevista que Moscú estaba esperando a que se produjera un cambio de liderazgo en la Asamblea Nacional para empezar a enviar asesores económicos a Venezuela.
Rusia reconoció el lunes la polémica elección de Parra como "democrática".
La partida geopolítica global no es ajena a lo que sucede en Venezuela.
Para Ricardo Sucre, politólogo de la Universidad Central de Venezuela, Guaidó tuvo en 2019 "una fortaleza derivada sobre todo del apoyo de Estados Unidos".
Ahora que Washington está centrado en su pulso con Irán en Oriente Medio y que las protestas contra el gobierno han perdido intensidad, Guaidó parece más vulnerable.
Pantoulas cree que "Maduro se siente tan fuerte ahora mismo que ya no le importa tener ningún signo de legitimidad".
Con Parra en el asiento presidencial de la sede del Congreso, "los espacios para la democracia se han reducido".
"En realidad, creo que ya no queda ninguno", afirma.