La del miércoles fue una jornada dramática que dejó en evidencia la profunda polarización política que existe en Estados Unidos.
Por un lado, cientos de partidarios de Donald Trump asaltaron el Capitolio de Washington, recinto que representa lo más sagrado de la democracia estadounidense, ondeando la polémica bandera confederada, símbolo de opresión, racismo y supremacía blanca.
El mismo día, Georgia, un estado sureño y conservador que formó parte de los Estados Confederados que combatieron en la Guerra Civil estadounidense en contra la abolición de la esclavitud, eligió al primer senador negro en su historia: Raphael Warnock.
La victoria de Warnock -un pastor de una iglesia bautista de Atlanta, en la que el líder de los derechos civiles Martin Luther King Jr. predicó frecuentemente-, junto a la de Jon Ossoff, le da al Partido Demócrata el control del Senado por primera vez en una década.
Emblema potente y controversial
La bandera confederada fue utilizada originalmente por los 11 estados sureños que se separaron de la Unión y lucharon contra la abolición de la esclavitud en la Guerra Civil de EE.UU. (1861-1865), siendo que finalmente derrotados.
Adoptada originalmente como bandera de batalla por el Ejército de Virginia del Norte, fue rápidamente incorporada por el resto de los estados "rebeldes" como emblema potente del nacionalismo confederado.
También se convertiría en un símbolo de la supremacía blanca, la opresión y la esclavitud que, hasta hace relativamente poco, se izaba frente a algunos edificios gubernamentales de los estados del sur.
Todavía se ve frecuentemente en establecimientos, estampada en los autos, ventanas y ropa de algunos ciudadanos oriundos de esos estados.
Los defensores del derecho a desplegar la bandera sostienen que es un elemento esencial de su legado. Hay blancos sureños que rastrean sus ancestros hasta la Guerra Civil y con la bandera desean rendir honor a los familiares que combatieron y murieron en el conflicto.
Para otros, particularmente los afroestadounidenses, las connotaciones de esta bandera son tan dolorosas e insultantes que creen que el único lugar indicado para exhibirla es un museo.
Asociada a la violencia
Después de la Guerra Civil, la bandera se usó primordialmente con propósitos conmemorativos y en reuniones de soldados, pero a partir del siglo XX empezó a utilizarse como reacción a los distintos movimientos por los Derechos Civiles .
Organizaciones racistas como el Ku Klux Klan y los defensores de la segregación racial la convirtieron en su estandarte.
En los últimos años ha vuelto a estar asociada con hechos violentos de supremacistas blancos, como la masacre de nueve feligreses negros en una iglesia de Carolina del Sur en 2015, perpetrada por un joven blanco que se fotografió con esa bandera,
O los enfrentamientos registrados en 2017 en Charlottesville, Virginia, por las protestas de supremacistas blancos en las que murió una mujer atropellada y que Donald Trump condenó a medias.
De hecho, en los mítines multitudinarios organizados por el presidente republicano en sus cuatro años en el gobierno, siempre ha habido un sector que se identifica con esa bandera.
Ello quedó en evidencia este miércoles con el asalto de cientos de sus partidarios al recinto del Congreso de Estados Unidos, algunos portando ese emblema.