"Soy el hombre más investigado del Perú en los últimos 30 años", dijo Alan García, expresidente de Perú este martes a la cadena peruana RPP, un día antes de suicidarse con un balazo en la cabeza.
Su declaración era un intento de defenderse ante la investigación de la que era sujeto por la trama Odebrecht. "Lo que tengo es absolutamente fruto de mi trabajo", añadió.
Sin embargo, después de estas afirmaciones, el Poder Judicial ordenó la detención preliminar (10 días) para el exmandatario.
Y cuando llegaron a detenerlo en su casa en Lima, este miércoles, García se disparó en la cabeza y murió poco después en un hospital.
García, que gobernó de 1985 a 1990 y luego de 2006 a 2011, era uno de los cuatro expresidentes peruanos vinculados con el escándalo de corrupción de la constructora brasileña Odebrecht, además de Alejandro Toledo, Ollanta Humala y Pedro Pablo Kuczynski.
Pero ¿de qué se le acusaba exactamente?
Metro de Lima
La Fiscalía peruana investigaba a García por presunto lavado de activos, colusión y tráfico de influencias.
Lo acusaba de recibir sobornos de Odebrecht para adjudicarle a la empresa brasileña la ejecución de los tramos 1 y 2 de la línea 1 del metro de Lima, en 2009, en su segundo gobierno.
Las autoridades sostenían que recibió parte de este soborno en forma de un pago de US$100.000 por una conferencia en Sao Paulo.
El resto de los sobornos los habría recibido a través de los exfuncionarios de su gobierno Luis Nava y Miguel Atala.
Medios peruanos informaron este mes que Nava supuestamente recibió alrededor de US$4 millones de la Caja 2 de Odebrecht.
Además, García estaba acusado de recibir aportes de Odebrecht para las elecciones presidenciales de 2006.
A inicios de 2018, Jorge Barata, exrepresentante de Odebrecht en Perú, dijo a las autoridades peruanas que había entregado US$200.000 a la campaña de García, a través de Luis Alva Castro, otro miembro del APRA, el partido de ambos.
En noviembre de 2018 el Poder Judicial ordenó que se le impidiera al político peruano la salida del país por 18 meses.
Como respuesta, García solicitó asilo en la embajada de Uruguay en Lima, aduciendo una supuesta persecución política, pero en diciembre se lo negaron.
Desde entonces, el exmandatario enfrentó la investigación en su casa, en Lima.
Amplia trama
En 2017, Odebrecht declaró al Departamento de Justicia de Estados Unidos que pagó US$29 millones en sobornos a funcionarios peruanos entre 2005 y 2014 y obtuvo ganancias por US$143 millones.
Este periodo abarca los gobiernos de Alejandro Toledo (2001-2006), Alan García (2006-2011) y Ollanta Humala (2011-2016).
Sobre Toledo pesan dos pedidos de prisión preventiva por supuestamente recibir US$20 millones en sobornos de Odebrecht, para adjudicarle la construcción de la carretera Interoceánica Sur.
Pero Toledo, que niega las acusaciones, se encuentra en EE.UU. y Perú ha pedido su extradición.
El expresidente Pedro Pablo Kuczynski, que fue ministro de Economía durante el gobierno de Toledo, cumple un pedido de prisión preliminar desde el pasado miércoles.
También se le acusa de recibir sobornos por la construcción de la Interoceánica durante la gestión de Toledo, cargo que él rechaza.
Ollanta Humala y su esposa, Nadine Heredia, también están siendo investigados por supuestamente recibir US$3 millones de Odebrecht para la campaña presidencial de Humala de 2011.
Pero ambos enfrentan el proceso en libertad.
La excandidata presidencial Keiko Fujimori cumple 36 meses de prisión preventiva mientras la investigan por supuestamente recibir US$1 millón de Odebrecht para su campaña presidencial de 2011, en la que perdió frente a Humala.