Al menos una persona murió y más de 30 resultaron heridas este miércoles durante choques entre manifestantes y fuerzas de seguridad en la ciudad de Cusco, en el sureste de Perú.
La antigua capital inca fue el escenario de una fuerte jornada en protesta que continúa con la ola de descontento desatada en el país desde la destitución y detención en diciembre del entonces presidente Pedro Castillo.
El exmandatario se encuentra detenido preventivamente durante un periodo de 18 meses mientras es sometido a un proceso judicial por el presunto delito de rebelión.
Según informó la prensa peruana, la víctima mortal es un hombre de 50 años de edad, dirigente de la Federación Provincial de Campesinos de Anta, quien según un reporte de la Gerencia regional de Salud de Cusco había ingresado en un hospital local la tarde de este miércoles con herida de bala en el tórax.
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La noticia del fallecimiento fue confirmada por la Defensoría del Pueblo en un mensaje en su cuenta de Twitter, en el cual exigían una investigación inmediata.
Con este fallecimiento ya llega a 41 el número de personas muertas durante esta ola de protestas en Perú, de las cuales 17 perdieron la vida en choques ocurridos en la región de Puno el lunes pasado, que se convirtió en la jornada más violenta que se haya registrado hasta ahora.
Choques y demandas
El pasado 7 de diciembre, Castillo anunció en un mensaje televisado su intención de disolver el Congreso y de instaurar un gobierno de excepción que, según dijo, gobernaría por decreto.
Su decisión fue rechazada por numerosas instituciones del país e, incluso, provocó varias renuncias en su gabinete de gobierno ese mismo día.
Pocas horas después, Castillo fue destituido por el Congreso a través de una moción de vacancia presidencial por "incapacidad moral" y fue detenido y puesto a las órdenes de la justicia.
Estas decisiones, sin embargo, levantaron una ola de indignación entre los seguidores de Castillo que, desde entonces, han estado protestando para exigir su liberación, la renuncia de la nueva presidenta Dina Boluarte, la convocatoria a nuevas elecciones y el cambio de la Constitución.
Las manifestaciones han sido duramente reprimidas por las fuerzas de seguridad que han sido cuestionadas por grupos de derechos humanos por no hacer un uso proporcionado de la fuerza.
Por su parte, el Ejército ha señalado a los manifestantes de usar armas y explosivos caseros.
En una declaración ofrecida la noche de este lunes, el primer ministro, Alberto Otárola, lamentó las muertes ocurridas en Puno, pero resaltó que unos 2.000 manifestantes intentaron tomar el aeropuerto de Juliaca, para lo cual atacaron a la policía y a las Fuerzas Armadas.
Al parecer, un escenario parecido se produjo este miércoles en Cusco, donde los choques se produjeron cuando un grupo de manifestantes intentaba llegar al Aeropuerto Internacional Velasco Astete y la policía se lo impidió.
Como consecuencia de estos enfrentamientos, resultaron heridos 6 policías y 28 manifestantes, según informó a la prensa local la Gerencia Regional de Salud de Cusco.