Pocos días antes de dejar la presidencia, Donald Trump dará la bienvenida a miles de soldados que estaban destinados en Afganistán e Irak.
El Pentágono anunció este martes que el contingente estadounidense en cada uno de estos dos países pasará de 5.000 a 2.500 efectivos para el 15 de enero, cinco días antes de que Trump deje la Casa Blanca.
El secretario de Defensa interino, Chris Miller, dijo que la decisión refleja la política de Trump de "conducir las guerras en Afganistán e Irak a una conclusión exitosa y responsable, y regresar a nuestros valientes soldados a casa".
Sin embargo, hay preocupación por esta retirada.
Jens Stoltenberg, secretario general de la OTAN (Organización para el Tratado del Atlántico Norte), alertó del "alto precio" que se puede pagar " si Estados Unidos y las fuerzas aliadas se marchan de Afganistán demasiado rápido".
La OTAN, muy criticada por Trump, ha estado entrenando y asesorando a las fuerzas de seguridad afganas desde 2004 y gradualmente fue retirando a sus soldados.
En un comunicado hecho público antes del anuncio del Pentágono, Stoltenberg remarcó que existe el riesgo de que de nuevo el país se convierta en una plataforma para que los terroristas internacionales organicen ataques.
Intervenciones "costosas e inefectivas"
El presidente Trump, que aún no admite su derrota en las elecciones del 3 de noviembre frente a Joe Biden, ya había dicho que quería que "todos" los soldados estuvieran en casa en Navidad.
Este martes, el consejero de seguridad nacional de la Casa Blanca, Robert O'Brien, dijo que Trump espera ahora que en mayo de 2021 estén de regreso los 5.000 que quedarán en ambos países a partir del 15 de enero.
Trump siempre criticó las intervenciones militares de Estados Unidos en el extranjero y las calificó de "costosas e inefectivas".
Stoltenberg también alertó de que el autodenominado grupo Estado Islámico podría usar Afganistán para ganar terreno tras perderlo en Irak y Siria.
Dijo que hay menos de 12.000 soldados de la OTAN y que más de la mitad no son estadounidenses. Hasta 2024 hay presupuesto para que las fuerzas de la organización continúen con su labor.
Los temores de Stoltenberg también los comparte el líder del Senado, Mitch McConnell, que puede convertirse en el republicano de más alto rango una vez que Biden asuma como presidente.
McConnell, aliado de Trump los últimos cuatro años, advirtió del riesgo de cambios rápidos en defensa o en política exterior en los próximos meses.
El martes afirmó que una retirada precipitada en Afganistán o Irak sería "un error".
También está en contra Mark Esper, que la pasada semana fue despedido como secretario de Defensa.
Un informe de Esper sobre Afganistán decía que cualquier retirada que dejara a las tropas con menos de 4.500 soldados debería estar condicionada a que el Talibán previamente redujera el nivel de violencia y rompiera con al-Qaeda.
Nada de eso ha pasado.
¿Por qué hay fuerzas de EE.UU. en Afganistán?
Los soldados de Estados Unidos han estado en Afganistán desde 2001.
El país lideró una coalición para derrocar al Talibán semanas después de los atentados del 11 de septiembre de 2001 del grupo al-Qaeda, que estaba basado en Afganistán.
El Talibán se reagrupó y se convirtió en una fuerza insurgente que en 2018 estaba activa en más de dos terceras partes del territorio.
Estados Unidos empezó a retirar soldados como parte del histórico acuerdo de paz firmado con los insurgentes el 29 de febrero.
Varios responsables militares alertan de que las negociaciones de paz entre el Talibán y las autoridades afganas podrían verse afectadas por la retirada estadounidense.